Maduro: Queremos Paz y Diálogo

324

ROBERTO MALAVER | El presidente venezolano Nicolás Maduro viene de dialogar con los alcaldes y gobernadores de la oposición y la gran mayoría del pueblo venezolano ha apoyado ese palabreo, como diría el poeta Andrés Eloy Blanco. Ha asumido un gran compromiso: llevar adelante el proyecto del presidente Hugo Chávez. Y se le nota dispuesto.

maduro_reunion_miraflores_31382146796Últimas Noticias

– El presidente Chávez dijo un día que los chavistas formaban parte del ejército de la alegría. ¿El presidente Nicolás Maduro esta dispuesto a seguir comandando ese ejército?

– La alegría es el motor de todo revolucionario que cree en el futuro y que lucha con sinceridad; además, es la característica del pueblo venezolano, que, a pesar de las circunstancias más adversas, siempre tiene una sonrisa, un chiste, una ocurrencia, y le da la vuelta a lo negativo y lo pone de cara a lo positivo, a la luz, al sol. Así que somos el ejército de la alegría, el ejército de Chávez.

– ¿La oposición también forma parte del ejército de la alegría?

– Yo creo que los dirigentes de la oposición las han pasado muy amargas, porque han apostado con mucho odio al cortoplacismo. Han cometido graves errores de desesperación, de subestimación de las fuerzas que tiene la revolución, y eso los lleva de frustración en frustración. Los dirigentes han puesto a sus seguidores en un túnel sin salida. Se dejaron llevar respectivamente por la vía del golpe de Estado, por la vía del grito de fraude, y creo que ese es el camino de la amargura eterna.

– ¿Ese llamado al diálogo a los gobernadores y alcaldes de la oposición es una posición personal del presidente Nicolás Maduro o fue el comando político quien tomo esa decisión?

– Es la posición de la revolución. Chávez fue el gran dialogador de su tiempo, incorporó a la política, a través de la palabra y la acción, a millones de venezolanos que estaban excluidos en una especie de apartheid social. Por su pobreza estaban en la orfandad absoluta; Chávez incorporó a millones de hombres y mujeres a la vida social, a la vida económica del país. Incorporó a la política a los olvidados de siempre. El primero que respetó al pueblo humilde fue el comandante Chávez. También incorporó, por vía indirecta, a miles y millones de venezolanos, incluso para que ejercieran su posición contra la revolución en cualquier circunstancia, pero están incorporados a la política, y eso convirtió a Venezuela en una democracia muy fuerte; en una democracia dialogante, movilizada y con pueblo, que son características vitales. Así que esto que hemos hecho, lo hemos hecho, y lo he hecho yo en particular, como una línea estratégica de la revolución. Para que haya paz tiene que haber diálogo, y nosotros queremos la paz y el diálogo para hacer más revolución.

– La gran mayoría del pueblo venezolano ha visto muy positiva esta conversación con la oposición, ¿qué va a venir después?

– Ahora vienen acciones de trabajo, y hay puntos que no vamos a poder conciliar. Los que creen en el capitalismo seguirán creyendo en él. Nosotros, que creemos en el socialismo, seguiremos creyendo en el socialismo como expresión humana y liberadora; seguiremos haciendo todo por construirlo, y como expresión de un nuevo modelo económico, que crea riqueza y la distribuye para el desarrollo de la sociedad. Hay puntos imposibles de ceder en los dos polos que existen: el polo de la patria, el polo del socialismo, y el polo de la oposición que cree en las ideas capitalistas y del imperialismo. Eso está claro. Ahora, yo esperaría que este primer paso que hemos dado se profundice en las regiones, y los alcaldes se incorporen al trabajo para resolver los problemas vitales de la gente. Yo pondría un ejemplo: si resolvemos el problema de la basura, ¿quién se perjudica?, las moscas; ¿quién se beneficia?, el país. Eso es a lo que yo aspiro, a que pasemos a la acción, sin perder de vista que hay sectores en la derecha que han ratificado su agenda de guerra económica para el próximo ano.

– Hay dos puntos, de los tres que usted habló para recibir a los alcaldes y gobernadores, que han sido aprobados; es decir, su reconocimiento y el reconocimiento a la Constitución, pero, ¿van a aplicar el Plan de la Patria?

– Yo te puedo decir que 75% de los alcaldes que asistieron a esa reunión de trabajo en Miraflores están con el Plan de la Patria. Yo creo que es cuestión de tiempo. A mí verdaderamente me sorprendió la explicación de Gerardo Blyde sobre cuando la derecha aceptó la Constitución. Yo nunca lo había pensado, de verdad. Es una explicación inteligente. Llegó un momento del año 2007; es decir, ocho años después de aprobada la Constitución, cuando ellos aceptaron que la Constitución es la carta que verdaderamente representa el país. Yo aspiro a que acepten más rápido ahora el Plan de la Patria como el instrumento de la construcción de la felicidad del pueblo venezolano.

– Usted ha dicho que en 2014 se va a desarrollar un nuevo modelo económico para ir rumbo al socialismo. ¿Cuáles son las características de ese nuevo modelo económico?

– El nuevo orden económico interno es el punto de partida para la construcción del socialismo. ¿Qué características tiene este nuevo orden económico? En primer lugar el desarrollo de la economía, uno de esos motores fundamentales es el que nos permita producir y garantizar la alimentación del país. Tener alineados claramente cuáles son los sectores que garantizan que la familia venezolana tenga su alimento. Otro elemento clave son los servicios públicos, para que podamos tener un nivel de desarrollo más avanzado. Otro es el despliegue de nuevos sectores en el proceso de reindustrialización del país, y al lado de todo esto, el funcionamiento de nuevas reglas de la economía. Nosotros tenemos una economía rentista, especulativa, que vive de la especulación de la moneda para la generación de riquezas. En Venezuela es más atractivo, para hacer riquezas -es el caso de la burguesía-, especular con la moneda que producir cualquier cosa, inclusive que traficar con drogas. Es más negocio. Entonces tenemos que romper el carácter rentista y el funcionamiento del ciclo de las divisas dentro de la economía. Eso nos permitirá tener unas instituciones claras, transparentes, controladas.

– ¿Va a seguir la lucha contra la corrupción?

– Nosotros nos concentramos en la guerra económica, verdaderamente, porque esta guerra económica se decidió en la Casa Blanca. Eso formó parte de los factores de poder en Estados Unidos creyendo que había llegado el momento de destruir a la revolución bolivariana. ¿Hasta dónde lo sabía Obama? No sé; si lo sabía, muy mal; si no lo sabía, también mal, porque todo lo hicieron en la Casa Blanca, yo lo denuncié en junio y tengo los nombres. Fue gente del Departamento del Tesoro y el Departamento de Estado, y hubo una persona que estuvo en la reunión que alertó a Venezuela, con tiempo.

– Sin embargo, cuando usted comenzó a atacar esa guerra económica, usted mismo reconoció que lo estaba haciendo tarde.

– Claro, porque nosotros fuimos haciéndole seguimiento al proceso, y creímos que en julio y agosto podíamos neutralizar algunos de los elementos de la guerra económica por la vía del diálogo con los sectores económicos. Nosotros nos reunimos con más de 7 mil empresarios de todo signo y de todos los tamaños, hasta que, a finales de agosto y principios de septiembre, me convencí de que teníamos que pasar a una nueva etapa, bien planificada y que incluyera medidas de carácter estructural y que toca hasta el año 2014, y fue entonces cuando empezamos a planificar; y, aún con la esperanza de que con alertas públicas, se les dijo a muchos de los actores económicos: están haciendo esto y esto, y ellos pusieron octubre como el mes del colapso total, y en ese mes nosotros pudimos neutralizar algunos elementos del colapso. Lo que tenían planificado para noviembre y diciembre, la escalada absoluta de precios y el acaparamiento y la escasez de productos, nos podía llevar a una situación delicada en el campo social. Por eso es que el 6 de noviembre yo lanzo la ofensiva económica, todo bien concentrado. Luego, a principios de diciembre, nos concentramos en ganar las elecciones. Ahora estamos preparando, para el primer semestre del año 2014, relanzar la ofensiva económica para el establecimiento de las reglas de juego a través de la Ley Habilitante, y la vamos a establecer por la vía de los sectores populares, de los sectores económicos, y por la vía de la ley, y acompañando esto con una nueva ofensiva, yo diría de las mismas características demoledoras, contra la corrupción, muy dura. Hay que golpear a sectores que se han vinculado dentro del Estado en pleno proceso de la revolución, y es dura también porque hay mucha corrupción en sectores de la derecha. Siempre que en un sector de la derecha se denuncia corrupción, salen ellos con la solidaridad automática a declararse perseguidos políticos. Hay sectores de la oposición que están reflexionando, por la debacle electoral que tuvieron el 8 de diciembre, y están criticando la solidaridad automática que hubo con los estafadores y especuladores. Ojalá la oposición haga una reflexión y me acompañe en la lucha contra la corrupción a fondo, sean de la derecha o sean lo que sean.

– ¿Esa ofensiva económica del Gobierno contribuyó a que el chavismo tuviera esa victoria el 8 de diciembre?

– Sin lugar a dudas la ofensiva económica levantó la fuerza de lucha de los chavistas. Si uno se pone a revisar, por lo menos, los últimos 14 años, Venezuela tiene una corriente mayoritaria de fuerzas revolucionarias que están cerca de 60% y las fuerzas que se le oponen desde el punto de vista electoral están aproximadamente en 40%; un poco más arriba, un poco más abajo. Han tocado algún pico, quizás el 14 de abril pasado, por las razones que sabemos. Es el momento con la diferencia más corta en una elección que hayamos ganado nosotros. Una de las características que tiene el chavismo es que le gusta combatir por causas justas, y cuando el chavismo combate por causas justas, Chávez lo acompaña.