Luis Britto: Nueva Constitución ¿Venezuela inmunodeficiente?/ Stelling: Baile siniestro/ Puchi: Pompeo genera expectativas

481

 

¿Venezuela inmunodeficiente?

Luis Britto García|

Por fin se hace público un borrador del Proyecto para la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Contiene normas excelentes, pero ya en su artículo 1 el Proyecto incurre en grave omisión al proponer sólo: “Son condiciones irrevocables e irrenunciables de la nación venezolana, la libertad, la soberanía, la independencia, la integridad territorial, la autodeterminación nacional y la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador, como fundamento de su patrimonio moral y sus principios de libertad, igualdad, justicia y paz internacional”.

Con ello omite el Principio Fundamental de Inmunidad, que la Constitución todavía vigente consagra así: “Son derechos irrenunciables de la Nación la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación nacional”. La “inmunidad de jurisdicción” es el derecho y el deber de Venezuela de resolver todas las controversias sobre la aplicación de sus leyes de acuerdo con éstas y con sus propios tribunales, y de no estar por tanto sometida a tribunales, cortes o árbitros extranjeros. Omitirlo es omitir la soberanía.

El Proyecto en discusión cita entre sus bases “la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador, como fundamento de su patrimonio moral y sus principios de libertad, igualdad, justicia y paz internacional”.Pues bien, fue el propio Bolívar quien en 1817 dejó sentado de una vez y para siempre el principio de inmunidad de jurisdicción, con motivo de la confiscación de dos goletas estadounidenses que contrabandeaban armas para los realistas. El enviado de Estados Unidos, Baptiste Irvine, sostuvo que el caso debía ser juzgado por tribunales de su país.

El Libertador contestó en forma categórica y definitiva que correspondía a los tribunales de Venezuela sentenciarlo en ejercicio de su soberanía. Abandonar el principio es abandonar al héroe que lo estableció. Para que Venezuela no sea arrastrada ante cortes extranjeras Hugo Chávez Frías, con el consenso de todos los poderes, nos retiró del Centro Internacional de Arreglo de las Diferencias sobre Inversiones y de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, y Delcy Rodríguez nos liberó de la OEA. Sin Inmunidad de Jurisdicción no hay soberanía.

Baile siniestro

Maryclen Stelling|

Resultado de imagen para venezuela miedoA raíz de nuestro artículo anterior, hemos recibido mensajes en torno a la desafección política y su relación con la estructura afectiva imperante, señalando específicamente el miedo. Un miedo que, silencioso e invisible, ha ido internalizándose y comienza peligrosamente a cercar el ámbito existencial de la ciudadanía y su cotidianidad.

El miedo constituye una experiencia privada y socialmente invisible; sin embargo, cuando importantes sectores poblacionales se sienten amenazados, el miedo permea las relaciones sociales y afecta el comportamiento de las personas. Suerte de amenaza que, dado su carácter permanente, deriva en un miedo crónico.

En un contexto de crisis multidimensional no hay que obviar, desmeritar o negar la significación subjetiva de la amenaza y del miedo generalizado en la sociedad venezolana.

Es incuestionable la relación entre procesos psicológicos, sociales, culturales, económicos y políticos, en los que el miedo y la amenaza en una dinámica relación, cual baile siniestro, dan significado a la actual coyuntura política. La relación entre la percepción subjetiva del miedo y la amenaza “política” está condicionada por la crítica situación actual.

La difícil vivencia cotidiana de la crisis pasa por el tamiz de las campañas de miedo y terror emprendidas por medios tradicionales y, especialmente por redes sociales, peligrosamente polarizadas y al servicio de causas políticas.

Las planificadas campañas de terror, nacionales e internacionales, se dirigen a las debilitadas defensas psicológicas de la población y, en consecuencia, comienza a ser difícil distinguir entre fantasía y realidad.Resultado de imagen para venezuela miedo

Aquello que llamamos realidad social es realmente una realidad percibida bajo determinadas categorías perceptuales, suerte de marco que condiciona los fenómenos que podemos percibir y el sentido e importancia que le asignaremos. El miedo es tanto un proceso psicológico como político.

Desde el ámbito político-comunicacional, es inminente reconocer el miedo generalizado y el nivel de angustia ante amenazas “políticas”, que nos dibujan una realidad aterradora afectando nuestras defensas y, cual prisión, nos encierra en “un mundo ajeno e ingobernable”.

Una angustiosa interrogante recorre el ambiente político ¿Quién podrá defenderme?


 Pompeo crea expectativas sobre diálogo y negociación
Leopoldo Puchi|

Las bases sociales y factores muy importantes de la conducción de la oposición venezolana actúan animados por la búsqueda de soluciones a los problemas del país y aspiran desplazar a quienes hoy detentan el gobierno para plasmar sus propuestas desde las posiciones de mando del Estado. Para acceder al poder la oposición dispone de un respaldo considerable en la población. Sin embargo, una porción mayoritaria de ese sector tomó la decisión de abandonar el terreno electoral, por lo que la expectativa de su conquista del Ejecutivo por medio de sus propias fuerzas se ha alejado.

Simultáneamente, factores de poder internacional, animados por el interés geopolítico de ejercer el control de la región y en particular de Venezuela, se han trazado como meta desalojar al gobierno venezolano y cambiarlo por otro. Por supuesto, con este proceder se transgrede la legislación internacional, porque la carta de Naciones Unidas prohíbe que un Estado actué para cambiar el gobierno de otro país. Pero es una realidad frente a la cual la ONU tiene poca capacidad de acción.

Estas circunstancias han creado un eje de polarización en el que se desvanece la oposición interna y cobra mayor relieve el pulso internacional. Esto se expresa en las iniciativas que realmente están en juego. Claro, es un conflicto que pudiera ser manejado por la vía diplomática, pero se ha desbordado hacia la modalidad de guerra de baja intensidad, a la que corresponden las medidas de bloqueo financiero hacia Venezuela. Por el momento la mayoría de los observadores descarta una inminente escalada de intervención militar directa.

En este sentido, las recientes declaraciones del Secretario de Estado, Mike Pompeo, indican que la actuación externa se mantendrá en el plano de la modalidad señalada, pues existe confianza en que su aplicación pudiera ser suficiente para alcanzar el objetivo buscado.

Pompeo ha indicado: “Somos muy conscientes en nuestro patrón de identificación de sanciones”, por lo que pudiera deducirse que estas se incrementarán, aunque no quiso anunciar en que consistirían: “No quiero revelar lo que haremos mañana”, dijo.

Pompeo apuesta a los venezolanos

También ha señalado Pompeo: “Espero que el pueblo venezolano restaure la democracia en su país. Si ellos eligen a Maduro, bueno, usted sabe, esa sería la elección de los venezolanos”. Estas palabras pudieran interpretarse como el reinicio de un ciclo de negociaciones para celebrar elecciones, a partir de acuerdos sobre un conjunto de aspectos en los que ya se había avanzado bastante en República Dominicana, pero que no llegaron a concretarse.

En esta oportunidad, la negociación pudiera partir del proceso de relegitimación que los cambios en la constitución implicarían, lo que facilitaría la celebración de nuevas elecciones. No sería un diálogo tan público, con reflectores, como en Santo Domingo, pero sería ineludible. Los puntos a tratar serian básicamente los mismos: Consejo Nacional Electoral, condiciones, levantamiento de sanciones, fecha y cronograma, aunque esta ocasión entraría en la agenda el alcance de la reforma constitucional. Es muy difícil que sin un acuerdo negociado haya nuevas elecciones presidenciales antes de 2024.