Los que llegan con Trump a la Casa Blanca: el vice, Mike Pence

Mike Pence

Martín Granovsky | 

Poco antes de las cinco de la mañana, hora argentina, Donald Trump anunció la victoria. En el plano largo de la tele lo acompañaban su mujer, sus hermanas y hermanos, sus hijas e hijos y su staff. En el plano corto solo se veían dos personas. A su izquierda el hijo que tuvo con Melania, Barron, de diez años. A su derecha estaba parado un señor de rostro severo que pocos minutos antes había anunciado la aparición del presidente electo: Michael Pence (foto). Llámenme Mike. Gracias, Mike. No es que Trump vaya a ser un presidente indeciso. Ningún empresario importante lo es. Pero vale la pena ir pensando en el equipo real que asumirá el 20 de enero próximo en la Casa Blanca y adyacencias.

Mike es un hoosier, como se llaman a sí mismos los nacidos en el Estado de Indiana desde la primera mitad del siglo XIX. Indiana es uno de los Estados del medio oeste que el martes, junto con Florida, terminaron de definir la elección en favor de Trump. El lago Michigan al norte, Ohio al este, Kentucky al sur, Illinois al oeste. Capital, Indianapolis. Población, casi 800 mil personas. El 85 por ciento, blancos. La cuarta parte de origen alemán. Estado número 19 desde el mismo año de la independencia argentina, 1816. Y, en ese entonces, uno de los caminos hacia el oeste lejano y profundo. A veces por voluntad propia y muchas otras por fuerza de las circunstancias, como les pasó a los pueblos originarios que no pudieron soportar la presión de los colonos blancos. A mediados del siglo XIX Indiana ya era un nudo ferroviario y fabricaba los Studebaker, una famosa marca de vagones de tren. Abolicionistas, los hoosiers apoyaron a Abraham Lincoln en la Guerra Civil contra el sur. Luego sería el turno de la industria y el petróleo.

La autopresentación de Mike en la web del Estado dice muchísimas veces la palabra hoosier. El señor Pence gobierna desde enero de 2013 de acuerdo con el objetivo de “llegar al éxito a través de la responsabilidad fiscal, el desarrollo económico y oportunidades educativas para cualquier chico hoosier”. Prioridad educativa, la educación técnica. Bajó los impuestos estatales y el impuesto a los ingresos brutos, lo mismo que el impuesto a las ganancias de las corporaciones “para ganar en competitividad y atraer inversiones”. Invirtió 800 millones de dólares en carreteras y puentes. Ahorró dinero y aumentó las reservas en el manejo de un presupuesto que llega a los 30 mil millones de dólares. Con orgullo se introduce en público como un CEO, un chief executive officer, un gerente general de su Estado que a la vez es el jefe del Estado. Antes, como diputado entre 2001 y 2013, siempre peleó por lograr un aparato estatal más pequeño a nivel nacional.

Naturalmente Mike es “el comandante en jefe de la Guardia Nacional” del Estado. “Fuerte simpatizante de las Fuerzas Armadas, Pence se fijó como prioridad reducir el desempleo entre los veteranos y, una vez en el Congreso, visitó a los soldados hoosiers en Irak y Afganistán todos los años desde que comenzaron las hostilidades.”

Pence nació el 7 de junio de 1959, tiene 57 años, es abogado, marido de Karen, la señora del vestido azul calado que apareció en la madrugada, y padre de Michael, Charlotte y Audrey.

Cuando trascendieron las declaraciones misóginas de Trump pronunciadas en 2005 (“Cuando sos una estrella las mujeres te dejan hacer lo que quieras”) Mike se enojó. Luego se mostró comprensivo ante la retractación de Trump y prometió rezar por él. Los buenos modales no le impiden ser antiabortista ni erizar a los dirigentes LGBT con sus declaraciones contra la compatibilidad entre ser gay y soldado.

Mike preside el Comité de Estudios Republicanos, un grupo de influencia que nuclea a los miembros más conservadores de la cámara baja y tiene relaciones estrechas con la Asociación Nacional del Rifle y la Heritage Foundation.

Ayer, en la página de Facebook del Comité (Republican Study Committee para los curiosos) el diputado nacional Bill Flores, su presidente, había posteado una imagen con este slogan: “Libertad, oportunidad, seguridad”.

Otro texto decía: “350.000 congregaciones, 20 mil millones de dólares en donaciones, ayuda para 70 millones de norteamericanos”. Se preguntaba qué haría el país sin todo esto y recomendaba entrar el sitio America Without Faith, América sin fe, un site sobre desgracias hipotéticas.

También incluía un posteo de homenaje: “Un día como hoy en 1980 el pueblo americano eligió a Ronald Reagan como 40° presidente de los Estados Unidos. Treinta y seis años después celebramos sus contribuciones invalorables a nuestro país y al movimiento conservador”.

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