Los “hechos” del 2013, incluídos los cambios en la política argentina
JUAN GUAHÁN| Este año que termina fue testigo de algunos sucesos políticos sustanciales: El deterioro del poder imperial de los Estados Unidos; la muerte del líder bolivariano Hugo Chávez y cambios en la política argentina, donde también hubo otros hechos a repasar: la Justicia y sus manejos; los ídolos juveniles; el papa argentino; la eclosión de la cuestión drogas. Question Latinoamérica
EN EL MUNDO: EL DETERIORO DEL PODER IMPERIAL
El poder imperial de los Estados Unidos que consiste en imponer su voluntad a otras naciones está mostrando signos de deterioro. Más allá que mantiene intacta su capacidad militar, equivalente –en presupuestos anuales- al resto del mundo. De otro modo no sería explicable lo que está aconteciendo en Siria e Irán. Estados Unidos venía desplegando su política de reordenamiento de su poder territorial. Con el despedazamiento de Libia, incluido el asesinato de Muammar Kadafi, parecía que su avance sería incontenible.
Daba la impresión que China y Rusia seguirían tolerando esa actitud. Se inició la batalla para apoderarse de Siria y acorralar a Irán. Se armó la “alianza occidental” y el conflicto fue revestido de las características de “guerra religiosa”. Fueron miles los mercenarios y/o voluntarios que se organizaron al efecto. Siria fue duramente golpeada, con miles de muertos y millones de “desplazados”, Rusia y China definieron que ésa era la “línea roja” y que no permitirían que Estados Unidos y Europa la atravesaran.
Los enfrentamientos no terminaron pero el objetivo norteamericano parece inalcanzable. Las bravuconadas de los gobernantes de Israel, no pudieron torcer el rumbo de los acontecimientos. En ese marco se está negociando un acuerdo con Irán, que continúa con sus investigaciones y avances nucleares. Estas situaciones hubieran sido intolerables si otro fuera el marco general y Estados Unidos se sintiera con fuerzas para acabar con esos países a los que considera enemigos. Su gigantesca deuda, el déficit constante y los conflictos internos lo colocaron al borde de un inimaginable “default”. Todo ello también condiciona el gigantesco poder de la mayor potencia de estos tiempos.
EN NUESTRA AMÉRICA – LA MUERTE DE HUGO CHÁVEZ
Las características de los gobiernos de varios países de la región (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Uruguay, Venezuela) se puede comprender cabalmente a partir del liderazgo y audacia de Hugo Chávez, el jefe del movimiento bolivariano que, entre otras muchas cuestiones alentó la creación del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) y la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños). Su muerte no solo deja un vació en el proceso venezolano sino que el mismo se extiende a todo este movimiento de unidad regional que él promoviera.
El hecho que estos diferentes gobiernos no atacaran las raíces de nuestro sometimiento al poder imperial y –en la mayoría de los casos- la debilidad de la organización popular, hicieron que estos procesos hayan entrado en un período de amesetamiento que le está quitando fuerza de cambio y valor revolucionario. La muerte del Comandante Chávez es el símbolo de aquel empuje y de este aflojamiento.
EN ARGENTINA – LOS CAMBIOS POLÍTICOS Y ECONÓMICOS
La enfermedad de la Presidenta y las elecciones son las dos circunstancias fundamentales que están en la base de los cambios políticos producidos.
Un lamentable accidente familiar hizo que Cristina estuviera alejada de sus funciones específicas por un largo tiempo. Esa situación hizo aflorar cuestiones de salud, anímicas y familiares que, la responsabilidad de gobierno y un luto públicamente asumido pero no adecuadamente incorporado, hizo que no fueran oportunamente consideradas.
Las elecciones legislativas de medio tiempo trajeron una sorpresa al gobierno. Sergio Massa, quien ocupara diversos cargos en tiempos de Menem y Duhalde, más tarde fuera Jefe de Gabinete de Cristina y luego Intendente de Tigre, decidió –a contramano de lo que se esperaba en la Casa Rosada- ir a elecciones por fuera del kirchnerismo. El resultado electoral no fue bueno para el gobierno aunque logró que el descalabro no fuera mayor evitando que Daniel Scioli lo acompañara en esa decisión. Con esos resultados aparecía unas nueva figura presidenciable, amigo de la Embajada de los Estados Unidos y muy al gusto del poder económico
Ambos hechos determinaron algunos sustanciales cambios en el gobierno, ellos están referidos al “estilo de gobierno kirchnerista” y modificaciones en aspectos de la política económica.
En lo que respecta al “estilo”, Cristina dio por tierra lo que había sido el modo de gobernar inaugurado por Néstor en los lejanos tiempos en que administró Santa Cruz y que luego –ambos- aplicaran en el ejercicio del gobierno nacional. Se trata de ese estilo absolutamente personalista que los caracterizó. Allí las decisiones se tomaban en el núcleo familiar apenas compartido por alguien más. Luego de la muerte de Néstor ello, sin modificarse, se hizo mucho más complejo. Las presiones familiares para que le preste mayor atención al tema de la salud, junto a la influencia anímica y la evolución de la situación del país, determinaron que Cristina delegara buen parte del ejercicio público de sus funciones. Las actuales tareas del Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, son la manifestación de este aspecto del cambio.
Desde el punto de vista económico, la actual situación tampoco es igual a la vivida en los últimos años. Una serie de cuestiones se fueron realimentando. Entre ellas cabe destacar: Una baja en los precios internacionales de nuestros productos primarios, el fin de aquel imponente “doble círculo virtuoso” del superávit en el comercio exterior (cada vez menor) y las cuentas fiscales (actualmente en rojo), un cierto estancamiento en el crecimiento económico y de inversiones en materia de la infraestructura.
El afán de mantener el nivel de consumo masivo, sin su correlato productivo y sin afectar las ganancias de los sectores más concentrados, derivó en cuestiones que hoy preocupan: la inflación que genera problemas en gran parte de la población; la falta de dólares que dificultan las importaciones necesarias; la crisis de muchas economías regionales y administraciones provinciales; los elevados subsidios, para mantener los precios de diversos servicios, que drenan las arcas oficiales. En este sentido el déficit energético y los costos para mantener las industrias de ensamblado marchan a la cabeza de los problemas.
Ante esta situación el gobierno procura llegar en buenas condiciones al 2015 logrando créditos internacionales, aunque ello signifique ampliar el endeudamiento y cambiar su política respecto a los organismos financieros internacionales. El objetivo es mantener consumo y empleo.
LA JUSTICIA Y SUS MANEJOS
El gobierno no pudo, más allá de sus aspectos correctos o errados, llevar adelante su Reforma de la Justicia. La mayor parte de ella se abroqueló en la defensa de sus intereses corporativos y cada sector de la misma fue fallando de acuerdo a las presiones y/o intereses que lograban influir en la misma. El reciente falló absolviendo al ex Presidente Fernando de la Rúa y otros involucrados en el affaire de “la Banelco” son una prueba de cómo la Justicia falla en la dirección de las presiones y de la impunidad que está dispuesta a sostener siempre que los interesados tengan suficiente “llegada” para aceitar al sistema.
EL PAPA ARGENTINO
Jorge Bergoglio, el controvertido jesuita argentino, es el Papa Francisco que hoy rige el destino de los miles de millones de cristianos que habitan este planeta.
Su historia lo reconoce como un promotor y adherente a la llamada “Teología Popular” que –en su momento- lidiara con la Teología de la Liberación y confrontara con los sectores más conservadores de la Iglesia.
La designación provocó conmoción en el gobierno, que no le guardaba mucha simpatía. La Presidenta rápidamente comprendió la nueva situación y se sumó a sus apoyos.
En el mundo había expectativas sobre el futuro de este papado. Estos meses lo muestran con un afán de renovar profundamente a una Iglesia que estaba muy desgastada, consumida en problemas de pedofilia y oscuros manejos financieros. Sus reformas internas y críticas al capitalismo no auguran un papado tranquilo, ni exento de conflictos. De todos modos, el abordaje que está haciendo Francisco de los problemas actuales indica que habrá una nueva generación de cristianos comprometidos con su tiempo y con los problemas de la pobreza y sus causas.
LOS ÍDOLOS JUVENILES
Es sabido de qué manera los niños, adolescente y jóvenes consumen a los ídolos juveniles creados por la televisión. Sus gustos, vestimentas y hobbies son copiados (y comprados) por millones de adictos, luego de haber sido cuidadosamente promocionados por sus creadores. Todo ello es materia de consumo. Ventas masivas, negocios millonarios y jugosas ganancias están detrás de estos “fenómenos artísticos”.
Justin Bieber, un joven canadiense de 19 años, es el ídolo actual de la música pop. Su polémico paso por nuestro país, dejó secuelas. El aspecto “artístico” de su show no pudo completarse. Sin embargo pudo pisar una bandera argentina, de lo que luego se disculpó y eso le permitió más páginas de la prensa y apariciones en la pantalla de TV.
Martina Stoessel, más conocida como “Violeta” es la hija de Alejandro Stoessel, ex productor de Marcelo Tinelli, con quien está pleiteando en Tribunales.Violeta tiene 16 años, desde el 2011 es la “Chica Disney” y protagonista de una producción del canal Disney Channel, que se puede ver en toda América, Medio Oriente, África y Europa. Su figura, vestidos y otros adminículos se han reproducido y vendido millones de veces por todo el mundo.
LA ECLOSION DE LA CUESTION DROGAS
Las drogas son mucho más que una lamentable adicción en la que viven millones y millones de jóvenes. Se trata de un gigantesco negocio en el que cada día más está involucrado el propio sistema financiero mundial, además de los miles de intermediarios que lucran con este negocio. Pocos son los que dudan que el tráfico es una actividad promovida desde los centros de poder mundial para mantener a parte de la juventud fuera de la preocupación por un futuro compartido.
En el año que termina este fenómeno hizo eclosión en nuestro país y se ha transformado en un protagonista de la agenda cotidiana. Aparece en las páginas policiales, pero también es parte de los problemas de salud, de la vida social, política y el componente central a la hora de hablar del tema inseguridad.