Los expresidentes brasileños Lula y Cardoso apoyan la posición argentina en el Mercosur

Rodolfo Koé Gutiérrez

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Los ex presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva y Fernando Henrique Cardoso, respaldaron al presidente Alberto Fernández en su decisión de resistir a la iniciativa de Brasil de reducir las tarifas de importación en forma unilateral dentro del Mercosur, mientras se anunció que la reunión de cancilleres del bloque subregional, programada para el próximo martes, se postergará una semana y se realizará el 15 de junio.

Una vez más se reedita el enfrentamiento de las estrategias de inserción internacional basadas en orientaciones neoliberales, que privilegian las vías bilaterales en todas sus formas, y las estrategias que se basan en las negociaciones como bloques de integración regional para avanzar conjuntamente en esa inserción y mejor defensa de los pueblos. Ese es el drama actual del Mercado Común del Sur, el Mercosur, señaló el analista Francis Newton.

La línea neoliberal la quieren imponer los presidentes de Brasil y Uruguay –Jair Bolsonaro y Luis Lacalle-, quienes coinciden en el tema de la flexibilización, que implica el dejar de lado la Resolución del Consejo Mercado Mercosur número 32/00 , la cual dispone que solo se podrán celebrar Tratados Comerciales  cuando las negociaciones de los mismos se hayan celebrado en forma conjunta por todos los miembros del Acuerdo.

El 26 de marzo, fecha de celebración de los 30 años, la cancillería argentina expresó, que tal encuentro, d “tendrá un claro valor simbólico y político al mostrar una vocación de  integración regional y convertir al bloque en una plataforma común para la proyección internacional competitiva de nuestros países”, pero lejos estuvo de tener un valor simbólico.

Hubo mucha tensión, especialmente, cuando Lacalle manifestó la disconformidad de su Gobierno con la marcha del Mercosur, señalando que el mismo representa “un lastre “para el desarrollo del Uruguay. Dura fue la respuesta del presidente argentino Alberto Fernández cuando, manifestó que “Si nos hemos convertido en una carga, lo lamento, lo más fácil es bajarse del barco”.

En la oportunidad, la postura de Paraguay fue contraria a la flexibilización acompañando a la Argentina, y reivindicando la vigencia de la integración de los pueblos del Mercosur.

En un comunicado conjunto, los dos expresidentes brasileños, rivales políticos históricos, que se opusieron a la política ultraliberal de apertura del Mercosur que emprende el gobierno de Jair Bolsonaro, señalaron que «acordamos con la posición del presidente de Argentina, Alberto Fernández, de que este no es el momento para reducciones tarifarias unilaterales por parte del Mercosur, sin ningún beneficio para las exportaciones del bloque».

El neoloiberal Paulo Guedes, ministro de Economía brasileño (y antes funcionario del dictador chileno Augusto Pinmochet), defiende una reducción del Arancel Externo Común para permitir el ingreso de productos importados de otras regiones con menos tarifas en Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil. Además, el gobierno de Bolsonaro impulsa que cada país pueda negociar unilateralmente (contra lo que indica el Tratado de Asunción que dio inicio al Mercosur) acuerdos de libre comercio con regiones y países sin tener el consenso de los otros integrantes.

«Concordamos también en que es necesario mantener la integridad del bloque para que todos sus miembros desarrollen plenamente sus capacidades industriales y tecnológicas y participen de modo dinámico y creativo en la economía mundial contemporánea», afirman los expresidentes.

El 26 de abril se llevó a cabo la reunión del CMC, en la cual, Uruguay, en forma conjunta con Brasil, presentó su propuesta, no sólo de flexibilización del Mercosur, sino adicionando una modificación del Arancel Externo Común complaciendo así una iniciativa brasileña. Argentina, al igual que Paraguay rechazaron la idea de permitir cualquier tipo de negociación por fuera del bloque.

Frente a  las rispideces se acordó, que a mediados de junio se llevara a cabo otra reunión, intentando evitar un eventual rompimiento del Mercosur. Tras este encuentro se perfilan claramente dos bloques: por un lado la Argentina y el Paraguay, quienes no están de acuerdo en otorgar una libertad irrestricta a los socios en materia de negociaciones comerciales con terceros países.

Por el otro, está Uruguay, respaldado por Brasil, con una concepción en extremo flexible y neoliberal que pretende autorizar las negociaciones comerciales con terceros países  bajo un formato individual o de más miembros, propuesta ésta que modificaría sustancialmente la naturaleza y los objetivos primordiales del Mercado Común del Sur

*Periodista económico argentino, analista asociado a al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)