Los ajustes de Milei ya se sienten: alzas de 50% en alimentos y medicamentos
Rubén Armendáriz
El presidente saliente y el entrante dieron inicio formal a la transición. Dialogaron sobre temas de Estado y sobre la agenda internacional. Javier Milei no hizo “ningún pedido de ningún tema”, según el entorno de Alberto Fernández, mientras se suceden las reuniones entre diferentes ministros y dirigentes de la ultraderechista La Libertad Avanza y los argentinos viven pendientes de los anuncios de privatizaciones y ajustes.
El mensaje de Milei sobre los precios libres se corporizó en las nuevas listas enviadas por las grandes empresas productoras de alimentos, artículos de limpieza y medicamentos que, un día después de las elecciones, salieron con aumentos de hasta un 50 por ciento. Chantajeó con una hiperinflación si no se acepta su plan de ajuste brutal, dice la izquierdadiario.
El actual gobierno se vio en la necesidad de salir a negociar con las empresas fabricantes de artículos de consumo masivo y cadenas de supermercados para ordenar la situación y evitar una estampida de precios.
Pero el panorama político complica las negociaciones con actores de la economía que siempre discutieron la eficacia de los programas de precios de referencia y que, tras el resultado de las urnas, prefieren trasladar los costos a los precios finales sin restricciones y esperar hasta el 10 de diciembre para hablar de política de precios con el nuevo gobierno.
“Es la primera vez en la historia que gana alguien que hace campaña diciendo que va a hacer ajuste”, se vanaglorió Milei, quien señaló que “el ajuste no lo van a pagar los argentinos de bien, lo van a pagar los políticos y sus socios. Llamese la casta”. Reconoció que puede haber “resistencia al cambio”, pero que “son minorías bulliciosas”, a las que “el otro día los argentinos le dieron un cachetazo”, consideró.
El ultraderechista anunció asimismo la privatización de Aerrolíneas Argentinas, Yacimientos Petrolíferos Fiscales, la televisora y la radio nacionales, entre otras medidas, pero para eso necesita el aval del Congreso, donde (aún) no tiene mayoría.
Los empresarios argumentan que el presidente el presidente electo ya anticipó que no habrá controles y que ni siquiera seguirá con el programa Precios Justos, que contemplaba una pauta de subas de hasta 5% mensual y está vigente hasta el 31 de diciembre. Las grandes empresas aprovechan la incertidumbre de la transición para especular con los precios a pesar de sus ganancias millonarias.
A pesar del incumplimiento del programa de Precios Justos el Gobierno se sentó a negociar con estas empresas y avaló aumentos de hasta 12% y otro 8% en diciembre. Estos incrementos acelerarán la inflación y afectan en especial a los sectores de menores ingresos.
Siguiendo con sus “recetas mágicas”, afirmó que realizará un ajuste fiscal de shock, “para ir directamente a déficit financiero cero, lo que significa que la deuda no crece más y te volvés solvente intertemporalmente. Alcanzaremos un equilibrio fiscal”, explicó. Y ratificó que “el ajuste lo pagará el Estado y no el sector privado”.
Cuestionado respecto a qué pasará con la obra pública, fuente de trabajo y crecimiento para muchas de las provincias, Milei fue contundente: “No hay plata”. “Nosotros no tenemos plata, por lo cual esas obras pueden ser entregadas al sector privado y que la terminen ellos.
Cada intendente o gobernador deberá buscar la forma de financiamiento, puesto que “vamos a ir a un sistema de iniciativa privada, a la chilena”. “No hay plata. Si no hacemos el ajuste fiscal nos vamos a la hiperflación, con el 95 por ciento de pobres”, dijo sin dar más detalles.
Anticipó que el 11 de diciembre -un día después de asumir la presidencia- enviará al Congreso un paquete grande de leyes que tendrá como eje la denominada “reforma del Estado”, un eufemismo para habilitar las privatizaciones masivas. “Nosotros planteamos un plan de ajuste y reformas para que se genere crecimiento económico. O nos salvamos todos los argentinos de bien o nos convertimos en la villa miseria más grande del mundo”. No especificó quienes eran los “argentinos de bien”.
Ante la pregunta de que sucederá si la respuesta a un ajuste brutal es la salida de la gente a manifestarse en las calles, vaticinó un escenario de represión. “Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada. No vamos a aceptar ser extorsionados por aquellos que usan la violencia para mantener sus privilegios. Por lo tanto, vamos a actuar con toda la fuerza de la ley. El orden se respeta”, señaló.
Milei ratificó su intención de derogar la Ley de Alquileres y pasar a un esquema donde los contratos se pacten libremente y en cualquier moneda. La actual normativa por la que se rigen más de ocho millones de inquilinos “hay que derogarla y entender que es un contrato entre partes”, aseveró. Al garantizar la “libertad de mercado” se avala en realidad el ejercicio de poder de una parte (dueños de las propiedades) sobre la otra (inquilinos) ya que se trata de un vínculo desequilibrado entre privados.
La propuesta de Milei es eliminar el marco regulatorio y habilitar la firma de contratos cortos (de un mes, por ejemplo) y en cualquier tipo de moneda. La ley vigente, reformada hace menos de tres meses por el Congreso, regula estos aspectos estableciendo una duración mínima de tres años del contrato, un plazo de ajuste semestral y estipula como coeficiente al Casa Propia (que utiliza un 90 por ciento de la variación salarial y un 10 por ciento de la de precios).
Además sostiene que “el precio del alquiler debe fijarse como valor único, en moneda nacional” y se prohíbe cualquier publicidad que no incluya el precio de las locaciones en pesos.
El gabinete
Milei sigue negociando el gabinete que se encargará de aplicar el modelo neoliberal a ultranza. Los nombres ya confirmados y los que suenan para llenar los cargos del Estado tienen pasado en la administración del neoliberal Mauricio Macri, el menemismo y el sector privado/privatizador. La tensión sigue marcada por la pelea de cargos entre apellidos históricos y los arribistas de La Libertad Avanza, por un lado, y la de dirigentes de la coalición neoliberal que intentan reciclarse en el nuevo gobierno.
“El gabinete lo armo yo”, dijo este martes el libertario para despejar dudas sobre un copamiento ajeno de los ministerios clave. Por ahora, dos de ellos todavía están vacantes: Economía y Seguridad.
Las únicas confirmaciones oficiales son la de la excandidata a la gobernación bonaerense, Carolina Píparo (a cargo de la Administración Nacional de Servicios Sociales, ANSES), el abogado de la farándula en tiempos de Carlos Menem, Mariano Cúneo Ribarona (ministerio de Justicia); la exmilitante de la derecha Sandra Pettovello, que comandará el superministerio de Capital Humano, que englobará las carteras de Salud, Educación, Cultura y Trabajo, devaluadas a secretarías; y la economista ultraliberal Diana Mondino, quien se hará cargo de la Cancillería.
La jefatura de Gabinete, en tanto, será para su amigo cercano Nicolás Posse, ex responsable de los Duty Free en aeropuertos y exgerente del Aeropuerto de El Palomar. Posse ya empezó a ejercer el cargo de manera informal comandando las negociaciones con la Casa Rosada para ordenar la transición.
También fue confirmado Guillermo Ferraro como superministro de la cartera que englobará Transporte, Obras Públicas, Minería, Energía y Comunicaciones. Fue subsecretario de Infraestructura y Telecomunicaciones de la provincia de Buenos Aires durante la gestión de Antonio Cafiero, coincidente con en el primer mandato presidencial de Carlos Menem.
Otro de los que tiene un lugar asegurado es el productor teatral Leonardo Cifelli, futuro Secretario de Cultura. De claro perfil neoliberal, su llegada ya se tradujo en que los trabajadores del ministerio se declaren en “estado de alerta y movilización”. Para la gestión en YPF, en tanto, se confirmó a un hombre de la empresa Techint, Horacio Marín.
Santiago Caputo, el consultor más importante de la campaña libertaria, tiene un rol asegurado en el próximo gabinete, lo mismo que Karina Milei, la hermana del presidente. Ambos fueron los únicos en ser nombrados por el propio Milei a la hora de los agradecimientos del domingo a la noche, con el triunfo puesto, pero hasta ahora. ninguno de los dos fue confirmado para un cargo específico.
Otros cargos por ahora vacantes de mucho peso son las carteras de Seguridad y Defensa, y por extensión, la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Los funcionarios encargados de comandarlas, a priori, serían designados por la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel. Se trata de roles clave en el plan de ajuste con represión que planea implementar Milei y que fue explicitado por el propio Macri.
Para Seguridad sonó en su momento la excandidata presidencial Patria Bullrich (ya ejerció el cargo durante el gobierno de Macri), pero ella misma se descartó y presiona para que Federico Pinedo desplace a Mondino en Cancillería. Es uno de los conflictos abiertos entre el neoliberalismo y la ultraderecha en el diseño del gabinete.
Al frente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), un organismo que dijo querer cerrar, asumirá un especialista en clonación de animales, Daniel Salamone, a quien Milei consuló en suj momento para clonar a su perro Conan.
(Foto principal de Página12)
*Periodista y politólogo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)