Lo que Mike Pompeo no oculta

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Leopoldo Puchi |

Frente a las declaraciones más radicales sobre Venezuela, como las que pudiera dar un Marco Rubio a favor de más sanciones y apretar el cerco diplomático, se escuchan otras voces moderadas o progresistas que llaman al diálogo y expresan que es poco lo que se ha logrado con órdenes ejecutivas que han terminado afectando más que todo a la población.

De lo que aparece en los medios podemos tomar varios párrafos como ejemplos. En diciembre pasado, el secretario español para Iberoamérica y el Caribe, José Fernández Trigo, indicaba que “la vuelta al diálogo entre el gobierno venezolano y la oposición es la única solución posible a la situación”.
El secretario español para Iberoamérica y el Caribe, José Fernández Trigo.
Así mismo, la ONG Wola insiste con frecuencia en que solo un diálogo entre venezolanos puede conducir a la superación de la situación actual. Y hasta Josep Borrell, de retorno de sus momentos de radicalización, dijo que el diálogo entre el gobierno de Venezuela y la oposición era “clave para la solución pacífica a la crisis”.
En fin, declaraciones que tranquilizan, lucen serenas y más realistas que los discursos de Donald Trump. Se habla de diálogo, de negociación, de soluciones entre venezolanos. ¿Qué más puede pedirse? En principio, son opiniones que tienen la fuerza de lo deseado y hasta un sabor antintervencionista.
“Timidez”
Sin embargo, al igual que suele ocurrir en las novelas, la realidad también tiene sus puntos ciegos que pueden mantenernos en un callejón sin salida en lugar de conducirnos a resolver los problemas.
Cuando se trata del ojo humano, el punto ciego hace referencia a una zona que carece de células sensibles a la luz por lo que deja de registrar la imagen de un objeto. Como paralelismo o metáfora, el punto ciego es aquello que tenemos delante de nosotros pero no hemos visto o tomado en cuenta. La información está allí, ha llegado hasta “la retina” y no la vemos.
El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell Fontelles. (Xinhua/Deng Yaomin)
Por supuesto, el punto ciego no se refiere a los instrumentos útiles de la negociación y el diálogo, sino a los puntos del conflicto que no se mencionan en declaraciones como las de Wola, Fernández Trigo o Borrell.

En la novela El carbunclo azul, el señor Watson le dice a Sherlock Holmes “No veo nada”, a lo que Holmes responde: “Al contrario, Watson, usted lo ve. Sin embargo, falla al razonar sobre lo que ve. Es demasiado tímido a la hora de extraer conclusiones”.

Mike Pompeo
El ex secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo.

En el caso venezolano, “lo que no se ve” ha sido puesto frente a nuestros ojos sin rodeos por Mike Pompeo en las páginas de su libro Never give a inch, en las que describe la intervención de Estados Unidos en Venezuela y las razones geopolíticas que la motivan.

Ahora bien, ¿puede haber una solución si se ignora, si “no se ve” esta realidad y no se dialoga y negocia en torno a ella?

Seguridad de EEUU

Dice Pompeo: “Hace dos siglos, el presidente James Monroe y el secretario de Estado John Quincy Adams promulgaron la Doctrina Monroe, que advertía a otras potencias mundiales que Estados Unidos ‘consideraría cualquier intento de su parte de extender su sistema a cualquier parte de este hemisferio como peligroso para nuestra paz y seguridad”.
Así mismo, Pompeo indica que “los regímenes de Chávez y Maduro fortalecieron las relaciones con los adversarios de Estados Unidos. Irán ha utilizado a Venezuela como punto de transbordo de metales y minerales para su programa nuclear (…) China ha invertido US $ 67 mil millones en ese país (…) Los ejércitos rusos y venezolanos se han entrenado juntos, y Rusia es la principal fuente de armas de los militares venezolanos”.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. (Presidencia de Venezuela)
“En la administración Trump, no podíamos tolerar que una nación a solo 1,400 millas de Florida extendiera el tapete de bienvenida para Rusia, China, Irán, Cuba y los cárteles en una violación de la Doctrina Monroe”.
Ni una pulgada
Hay un punto ciego con relación a lo evidente: Estados Unidos tiene el interés de que Venezuela sea parte de su órbita geopolítica y para lograr ese fin se impusieron “sanciones a la compañía petrolera estatal de Venezuela” y “confiscamos propiedades diplomáticas en Washington”.
Independientemente de cómo evolucionen los asuntos internos de Venezuela o de que Washington haya adoptado una nueva estrategia, ese interés no desaparece, ni las sanciones. No se gana nada ocultando esa realidad, como hacen con frecuencia analistas y figuras internacionales. Lo más útil es “ver” la realidad, promover el diálogo sobre ella en la búsqueda de acuerdos, más allá del negocio petrolero actual con Chevron. Con un punto ciego no se se avanzará “ni una pulgada”.