Las cuatro escenas de la semana
ELEAZAR DIAZ RANGEL | Primera: Estábamos ante hechos irrebatibles, incontrovertibles; “Desde 1950 no se registra un octubre tan costoso”, tituló un diario. En efecto, los precios venían subiendo en forma grosera y en noviembre se incrementaron mucho más, hasta más de 1.000%, hubo escandalosos casos.
En el sector de electrodomésticos la gente se horrorizaba al comparar precios que había visto apenas en octubre y los que encontraron un mes después. La mayoría de esos productos se habían adquirido con dólares Cadivi. Muchas de las empresas que los recibían lograban un sobreprecio con empresas en el exterior, algunas de las cuales eran de su propiedad; otras los adquirían aquí en distribuidoras que habían montado con maletines.
Una sola de esas importadoras encadenadas, como Daka, recibió el año pasado 51 millones de dólares, con los cuales se supone que hizo todas las tracalerías para su enriquecimiento a costillas del pueblo. Reitero, el hecho es que aumentaron los precios groseramente. ¡Conocerán el caso de una nevera con un precio suficiente para construir tres viviendas!
Segunda: El miércoles el presidente Maduro, entre las acciones económicas para combatir la especulación y el acaparamiento, anunció la inspección de comercios y la rebaja de los precios de los electrodomésticos, que comenzaron con un operativo cívico-militar. A medida que avanzaba, se comprobaba el remarcado sucesivo de los precios, siempre en alza hasta llegar a niveles exorbitantes, y se ordenó establecer precios justos.
Posteriormente, Maduro incorporó a ese operativo a organizaciones partidistas y sociales y a las milicias, en una inédita acción globalizadora de la batalla de todos contra la especulación; se extendió a todo el país y se descubrieron, además, galpones repletos de la mercancía cuya existencia negaban.
Tercera: Como era previsible, la gente se volcó en avalancha hacia los almacenes que inspeccionaban, y hacían colas en otros en espera de la llegada de los funcionarios. Casi inevitables, hubo excesos violentos en algunos de ellos, inicialmente en Valencia, donde fue saqueado uno, ausentes como estaban las autoridades. En los días siguientes hubo otros intentos, hasta que la presencia militar y policial, y los llamados al orden del propio Presidente, llevaron a la calma, y las compras con los precios rebajados se desarrollaron con normalidad.
Esa afluencia se ha ido extinguiendo en la medida en que se agotaba la mercancía o los compradores se sentían satisfechos en esos renglones. Esta semana se abrieron otros frentes y desde Miraflores se comunicó que los bajos precios llegaron para quedarse. Luego de las primeras inspecciones, la mayoría de la gente las compartió masivamente -parece que hubo compradores vergonzosos- y entre quienes la apoyaban hubo quienes las consideraron insuficientes (PCV). Miraflores estará consciente de que se trata de soluciones coyunturales.
Cuarta: Sinceramente, creí que la oposición sería comedida, que una vez conocidos los resultados de las inspecciones (el jueves, de 1.400 casos, solo 5 estuvieron OK) buscarían formas de apoyar la lucha contra la corrupción y el acaparamiento, y formular las críticas necesarias. No fue así. Atribuyó al Gobierno los hechos violentos habidos y acusaron al Presidente de instigación a delinquir, pero no se atrevieron a defender abiertamente a ese comercio. Ni porque la Iglesia condenó la usura se atrevieron.
Era su conducta habitual, coincidentes con Fedecámaras: “Solo quedarán anaqueles vacíos y empresas sin inventario”, pero sin condenar a los especuladores; Cámara de Comercio, “el Ejecutivo ha ordenado el remate de las empresas intervenidas”; el Foro Penal, “es terrorismo de Estado”, y del exterior: “los mercados financieros castigan a Venezuela”. Evidentemente habían acusado el golpe. No se lo esperaban, y menos que llegase acompañado del apoyo de la mayoría de la sociedad venezolana.
¿Que si tendrá efectos el domingo 8? Parece lógico que reforzará la votación rojita. La mayoría de los medios destacan que el Polo Patriótico lleva muchos candidatos disidentes. Olvidan deliberadamente que 106 de esos candidatos divisionistas son de un grupúsculo llamado PRT que apenas sacó 0,15% el 14 de abril, y que otros 43 los postuló uno un pelín mayor, el CRV, con 0,24%; un aporte insignificante, y no entiendo cómo es que siguen integrando el GPP. Pero omiten que la MUD lleva 176 municipios divididos, con 184 candidatos paralelos, entre ellos los de 17 capitales de estado.
Además
-Se escucha en pasillos de tribunales que mientras algunos de los verdaderos responsables de la millonaria estafa al “fondo chino”, mediante sobornos lograron salir del país, están encarcelados varios que son inocentes.
-Encuestas realizadas por International Consulting Services revela que el Psuv y aliados deben ganar 228 alcaldías y la MUD 107, y estarán reñidos los resultados en San Cristóbal, Maturín, Los Teques, Ciudad Bolívar, Sotillo, Valencia, Barcelona y la Alcaldía Metropolitana de Caracas.