La verdad se abre paso, señala William Castillo, director de Conatel
Arnaldo Pérez Guerra|
William Castillo Bollé, director de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), ente regulador de los medios radioeléctricos privados, públicos y comunitarios de la República Bolivariana de Venezuela, visitó Chile. Dio entrevistas y participó en foros con comunicadores y organizaciones sociales. Castillo es licenciado en comunicación y periodista de investigación con larga trayectoria en la TV. Ha desempeñado los vice ministerios de Gestión Comunicacional y de Televisión, y fue presidente de la Televisora Venezolana Social (TVES) y de Venezolana de Televisión (VTV). Desempeña su actual cargo desde febrero de 2014.
-¿Qué sucede en Venezuela?
-Por voluntad popular se inició un proceso de profundas transformaciones: Venezuela está en revolución hace 16 años. Una revolución que propicia un cambio estructural en la sociedad en los ámbitos social, económico y cultural. El comandante Hugo Chávez fue su gran impulsor. Con su desaparición los enemigos de Venezuela y de su pueblo han visto la posibilidad de acabar con la revolución bolivariana. Han acelerado estrategias mediáticas y de desestabilización económica muy intensas, que ya fueron aplicadas contra Chávez, pero que han recrudecido tras la elección de Nicolás Maduro como presidente.
Esa aceleración de los procesos de desestabilización tienen un impacto terrible en la economía y el poder adquisitivo: escasez de alimentos, precios especulativos, acaparamiento, contrabando de extracción. Se están llevando alimentos hacia Colombia, Guyana y el Caribe. Hay un proceso de infiltración paramilitar dirigido desde Colombia, que introduce la cultura del sicariato y la paramilitarización de la política. Estos procesos se han acelerado, no es que no existieran antes de 2013, evidentemente la derecha internacional, las grandes trasnacionales y Estados Unidos, vieron en la desaparición de Chávez una condición que les facilitaría dar al traste con la revolución. Adicionalmente, vivimos las consecuencias de la caída del 70% del ingreso nacional en divisas por el desplome del precio del petróleo y, en general, de todas las materias primas.
El gobierno ha centrado sus esfuerzos en mantener los logros sociales: educación y salud gratuitas, pensiones dignas. El presupuesto para importaciones se ha reducido de manera significativa. Vivimos procesos puntuales de desabastecimiento en algunos rubros. Eso ha sido explotado mediáticamente para decir que en Venezuela hay una crisis humanitaria, que la gente no tiene qué comer, lo que es absolutamente falso. La FAO reconoce que en Venezuela el 97% come tres o más veces al día”.
Libertad de expresión
-La mayoría de los medios en Venezuela son controlados por privados. Sin embargo, se dice que no hay libertad de expresión.
-Sí, existe control mayoritario del sector privado en los medios. En el caso de las radios, el 67% son privadas. El Estado apenas retiene un 10% de las concesiones, el resto son comunitarias. En TV más del 50% de las concesiones son privadas. 200 operadoras de cable transmiten programación de todo el mundo. Hay cien periódicos, más del 90% son privados. Es decir, Venezuela es un país con absoluto acceso a la información. Un 63% posee Internet, somos el país que usa más Twitter y Facebook en América Latina en relación a su población. El gobierno ha entregado 4 millones de computadores portátiles a niños de escuela primaria.
Hay más de mil centros de conexión gratuita y 5.000 puntos de ingreso gratuito a Internet en las calles. No hay censura ni límites al acceso a la información. El proceso de regulación dirigido por el Estado se basa en un concepto que está en los pactos internacionales: responsabilidad social ulterior, es decir, los medios pueden emitir libremente sus opiniones pero también deben hacerse responsables de ellas”.
-Pero mienten cotidianamente…
-Descaradamente. Inventan noticias. Por ejemplo, imágenes de Siria se presentan como si fueran de Venezuela, imágenes del hambre en Colombia -que sufre una hambruna terrible en la Guajira-, aseguran que son de Venezuela. El Estado tiene un marco limitado de regulación, promueve la reflexión y consciencia más que el castigo. Permanentemente llamamos la atención a los medios sobre su responsabilidad social. Los medios en manos de grupos económicamente poderosos o vinculados a trasnacionales participan en esta campaña, que tiene su ancla fundamental en el exterior: en El Mercurio de Chile, Clarín de Argentina, O’Globo de Brasil, El Comercio de Perú, El País y ABC de España, Wall Street Journal y New Herald de Estados Unidos.
Hay una articulación de la industria trasnacional de la información que diariamente dirige sus dardos contra Venezuela. El presidente Macri de Argentina cerró un convenio que permitía la difusión de Telesur en televisión digital abierta, sin respetar la libertad de expresión. Países que reclaman a Venezuela respeto a la libertad de expresión, censuran canales. En Venezuela se ve CNN Chile, Todo Noticias, de Argentina, Antena 3 de España, RCN de Colombia. Es una paradoja increíble, la paradoja de la globalización”.
Las manos de EEUU
-¿Qué puede decirnos del documento “Operación Venezuela Freedom 2” del Comando Sur estadounidense?
-Es un documento muy grave, prácticamente revela el diseño desestabilizador que se ha aplicado en Venezuela estos últimos años: la relación entre la derecha y las corporaciones, su dependencia de la embajada estadounidense, que ya venían señalando investigaciones como las de la periodista Eva Golinger: cables que revelan cómo la derecha pide frecuentemente recursos a la embajada y como el gobierno de Estados Unidos los financia a través de la USAID, NED y otras agencias. Lo más significativo es el involucramiento directo del Pentágono a través del Comando Sur en las operaciones paramilitares, organización de protestas y violencia política, que se venden al mundo como manifestaciones por hambre o contra la ‘dictadura chavista’.
La ‘Operación Venezuela Freedom 2’ se inserta en la estrategia diseñada por la ley 2.142 del gobierno de Obama que declara a Venezuela ‘una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad de Estados Unidos’. Vemos coherencia en el discurso, las acciones, y en cómo es presentado por los medios lo que sucede en las calles de Venezuela. Demuestra la injerencia del imperialismo norteamericano que tuvo influencia directa sobre los gobiernos venezolanos durante un siglo. Cuando Chávez llegó al poder, en 1998, lo primero que hizo fue expulsar la misión militar norteamericana que curiosamente funcionaba en la sede del Ministerio de la Defensa venezolano. Ahí empezaron los problemas con los Estados Unidos.
Chávez dijo: ‘¿Cómo es posible que en la sede de nuestro Ministerio de la Defensa exista una misión militar de Estados Unidos?’. Hoy actúan por canales irregulares: ONGs que financian partidos de derecha, empresas y operaciones de lavado de dinero que van directamente al financiamiento político; una serie de mecanismos no formales ni legales, no explícitos e invisibles, que financian la conspiración. Estados Unidos y las trasnacionales ven la posibilidad de reapropiarse de los inmensos recursos económicos de Venezuela: petróleo, gas, minerales…”.
-¿Qué ocurrió en la OEA?
-Hubo una operación fracasada contra Venezuela. Se intentó usar a la secretaría general de la OEA para dar un golpe de Estado en nuestro país, prácticamente declarar la intervención sobre Venezuela. Fue una jugada en la que el secretario general, Luis Almagro, se prestó y le vendió a una parte de la derecha venezolana casi la garantía de que se iba a activar la Carta Democrática Interamericana. Fue un estruendoso fracaso internacional que han tratado de disimular. Finalmente la OEA no activó ninguna carta. Almagro presentó un informe que es un monumento a la ridiculez, basado en tweets y opiniones sin ningún análisis de fondo de la realidad venezolana, no tiene cifras oficiales ni nacionales ni internacionales, falseó datos…
Es decir, un ridículo espantoso que sienta un precedente. La actuación de nuestra cancillería y la argumentación de nuestra canciller, Delcy Rodríguez, convenció a los países de que hay en marcha una operación política muy peligrosa, porque no es solo contra Venezuela. Quieren abrir la puerta para una interdicción, por órdenes de Washington, de cualquier país. Fue una victoria de la dignidad de América Latina, pero vemos con preocupación que ha sido ratificada la ley 2.142, que implica sanciones contra Venezuela y funcionarios bolivarianos sin ninguna razón ni argumento. La conspiración dirigida por Estados Unidos continúa”.
-¿Cómo afectan al pueblo las sanciones aprobadas por Obama?
-Es curioso que defiendan la ley 2.142 diciendo que no son sanciones contra Venezuela ni contra la población, sino contra un listado de funcionarios. Sin embargo, al leerla -y está publicada en la página web del gobierno de Estados Unidos-, se aprecia todo lo que pueden llegar a hacer. Es un listado de amenazas. Empieza por sanciones personales, congelamiento de activos, negación de visas, pero incluye la posibilidad de financiamiento directo a partidos si creen ver ‘amenazada la democracia’, incluso se arrogan el derecho de intervenir las telecomunicaciones e Internet. Obama podría, en cualquier momento, si considera que ‘el pueblo venezolano no tiene acceso a Internet’, utilizar drones o sistemas de interdicción tecnológica para emitir ondas radiales y televisivas. Es decir, intervienen nuestra economía, la vida política, nuestra soberanía, incluso nuestro espacio radioeléctrico”.
-¿Cómo justifican que Venezuela sea ‘una amenaza para la seguridad de Estados Unidos’?
-No lo justifican de ninguna manera. La introducción de la ley señala que en Venezuela no se cumple el Estado de derecho, que se violan libertades públicas, la libertad de expresión, que hay un pueblo oprimido y un gobierno opresor… El país que invade y mata niños con drones en Siria, Irak, Paquistán, Yemen, Afganistán, que lanza bombas inteligentes sobre el mundo, que destroza economías, que provoca una crisis humanitaria en el Mediterráneo y es responsable de crímenes horrendos, se arroga en dos cuartillas decir que Venezuela puede ser o es una amenaza a su seguridad. Hay que apreciar lo que significa el tamaño de esa afirmación. Desde su independencia, Venezuela no ha enfrentado ninguna guerra”.
Derechos sociales y copntrarrevolución
-¿Qué medidas en beneficio del pueblo ha tomado el gobierno?
-Con Venezuela hacen dos tipo de operaciones: distorsión, manipulación y falsificación, y lo otro, invisibilización, ocultar lo que se está haciendo en beneficio del pueblo. Hoy tenemos un régimen de derechos sociales que va al revés de la tendencia mundial, que es la privatización y eliminación de esos derechos. Hay más de tres millones de niños en el sistema escolar y 2.600.000 estudiantes universitarios y matriculas escolares con un sistema gratuito. No podemos concebir que un muchacho que egresa de su carrera universitaria termine con una deuda de 20 ó 30 mil dólares, e hipoteque su futuro profesional, además de que la deuda se le cargue al Estado y luego se privatice, como ocurre en otros países. Venezuela tiene universidades privadas, pero el Estado cumple su rol.
La salud también es gratuita. Se financia una red pública de atención primaria y de hospitales y, también, sistema privado, a través de seguros que paga el Estado a más de dos millones de personas, funcionarios públicos y sus familias, es decir, son cubiertos diez o doce millones de ciudadanos. Además, más de tres millones de pensionados en un sistema de reparto, no privatizado, tienen garantizada su pensión que se actualiza con el salario mínimo. Hay sistema alimentario popular, de recreación, deportivo… Avances extraordinarios basados precisamente en redistribuir… Tenemos el proyecto de vivienda más ambicioso del mundo: seis millones de viviendas. El año pasado llegamos al millón y este año esperamos cerrar con un millón y medio.
Nuestra Constitución establece que Venezuela se constituye como un estado social de derecho y de justicia. Por eso decimos que apunta al socialismo, porque es la confluencia de lo social y el derecho, actuando en beneficio colectivo, o sea, la economía en función social. Por supuesto que existen problemas: caída del ingreso, agotamiento del modelo rentista. Es necesario que la sociedad venezolana reflexione sobre fortalecer la producción y capacidades internas, un tejido industrial y empresarial nacional. Se ha ido haciendo en medio de muchas dificultades. Tuvimos momentos con mucho dinero del petróleo. Cien años viviendo del petróleo. Hoy replanteamos la discusión. Nuestro modelo no niega la propiedad privada pero pone primero los derechos sociales. Por eso, decimos que el único sector social y político que tiene un proyecto es el chavismo. No hay en la derecha otro proyecto que no sea entregar las riquezas a las trasnacionales y los poderes imperiales. Defendemos el concepto de la patria que nos incluye a todos”.
Revocatorio…pero no este año
–¿Y la pugna entre el gobierno y la Asamblea Nacional opositora? ¿Cómo se enfrenta a la contrarrevolución?
“La oposición obtuvo un triunfo legítimo a pesar que estuvo negando el sistema electoral y diciendo que era fraudulento. Sólo lo reconocen cuando ganan. Ganaron legítimamente y tienen mayoría calificada. Utilizan a la Asamblea Nacional como un instrumento para desestabilizar y conspirar. Se han dedicado estos seis meses a promover leyes que van contra la Constitución y los derechos sociales. Por ejemplo, quieren privatizar el derecho a la vivienda.
El Tribunal Supremo de Justicia lo ha declarado inconstitucional. ¿Qué hace la derecha? Un show, se va al mundo, a los grandes medios a decir que no la dejan legislar, que van a montar un expediente internacional. Ahora plantean reformar la ley de telecomunicaciones para abrir las puertas a la privatización. La Constitución establece que el espectro radioeléctrico es propiedad y patrimonio de la nación. La Asamblea no está legislando, es actor desestabilizador. Se han arrogado incluso funciones de política exterior. Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional, fue a la OEA y pidió derecho de palabra que, por cierto, se lo negaron.
Se arrogó funciones exclusivas del Presidente de la República, que están establecidas en la Constitución. La Asamblea está violando sistemáticamente la Constitución y los otros poderes actúan como controladores de esa actitud desestabilizadora y golpista. Vienen elecciones en 24 circunscripciones para gobernadores y 335 alcaldías y el cronograma del referéndum revocatorio. Juntaron firmas, pero hicieron lo que mejor saben hacer: fraude. Se deben cumplir una serie de pasos muy estrictos. El revocatorio presidencial existe solamente en tres países: Venezuela, Ecuador y Bolivia. ¿Qué puede criticar Mariano Rajoy o los parlamentarios chilenos si en sus países no existe ese derecho? El reglamento es muy estricto y fija una serie de pautas.
¿Por qué? Porque la primera vez que la derecha intentó un revocatorio contra Chávez violó muchísimo la ley. Chávez aceptó y ganó abrumadoramente. Entonces, el Consejo Nacional Electoral dijo: ‘Vamos a hacer un reglamento muy claro’. Pero ni ese reglamento evitó que presentaran firmas de diez mil muertos, 600 mil violaciones en un universo de 1.800.000: firmas falsas, de niños, de delincuentes que tienen inhabilitados derechos políticos, copias de firmas, la misma huella en distintas firmas, la misma firma en distintas personas, etcétera. De acuerdo al cronograma, los tiempos no les dan para que el revocatorio se efectúe este año. Incluso quieren violar eso, intentan forzarlo internacionalmente. Parte de su jugada era que la OEA presionara para que el revocatorio se hiciera este año”.
(*) Publicado en Punto Final, Chile, Nº 857, del 5 al 18 de agosto de 2016.