La ultraderecha, xenófoba, por una Europa cristiana sin migrantes
Isabella Arria
El partido neofranquista Vox fue anfitrión en la reunión en Madrid de los dirigentes del bloque de formaciones ultraderechistas más grande de la Unión Europea, los Patriotas por Europa, al que asistieron representantes de Austria, Alemania, Portugal, Italia, Francia, Países Bajos, República Checa, Hungría, Estonia y Grecia.
![Orban Abascal Le Pen Viktor Orban (Hungría), Santiago Abascal (España) y Marine Le Pen (Francia), en la cumbre de Patriots en Madrid este sábado.](https://imagenes.publico.es/files/image_horizontal_mobile/uploads/2025/02/08/67a759dfca2ef.jpeg)
Además de repetir sus consignas xenófobas y racistas, los oradores hicieron un culto al presidente estadounidense Donald Trump, en quien ven un guía ideológico, un modelo de éxito político, y en quien depositan su esperanza de tomar o perpetuarse en el poder. La reunión fue bautizada “Hagamos Europa grande otra vez” en obvio homenaje al lema chovinista de Trump, a quien se enalzó durante todo el encuentro.
La extrema derecha europea ha lanzado un mensaje muy directo y conciso a las instituciones comunitarias. “La historia nos enseña que no es Europa la que consiguió el poderío, sino las naciones que la componen”, resumió Marine Le Pen. Los ultras europeos, como ha dicho Salvini, no creen que sea “la UE la que tiene que legitimar a los estados”, sino los estados “los que tienen que legitimar a la UE”.
Las figuras políticas participantes han lanzado arengas identitarias y mensajes en contra de la inmigración y la transición verde o la ideología de género, acompañado de un discurso netamente antieuropeo y “contra las élites” con el que han reivindicado una Europa donde el poder no se concentre en Bruselas, sede de la Unión Europea..
Difícil de comprender: ensalzan el patrioterismo y hablan de engrandecer a Europa mientras se ponen a sí mismos, a sus partidos y sus países al servicio de Trump, quien permanentemente muestra su desprecio por la Unión Europea, así como su completa ignorancia de la historia y la cultura del bloque.
Una palabra que los oradores (sobre todo Orban que ha reivindicado la guerra contra el Islam en el siglo 13) han repetido ha sido “reconquista. Su discurso ha sido el más identitario de la jornada y no ha dudado en comparar las cruzadas del siglo 13 con el actual momento europeo.
El italiano Matteo Salvini dijo que “Europa es libertad, pero los burkas no son Europa ni el terror y la violencia islámicas son Europa”. El polaco Krzysztof Bosak ha coincidido en que lo que está haciendo Patriotas es una nueva reconquista.
Patriotas es una agrupación tan extrema que acoge en sus filas a Alternativa para Alemania (AfD), el partido neonazi del que la mayoría de los políticos trata de desmarcarse oficialmente aunque comulgue con sus ideas. Muchos de los participantes pertenecen a los partidos de mayor crecimiento en preferencias electorales en sus respectivos países.
Pero también la ultraderecha europea está fracturada: muchos dirigentes, entre ellos la primera ministra italiana Giorgia Meloni y la líder de Alternativa por Alemania, Alice Weidel, no estuvieron en la cita, pues sus formaciones adhieren a Conservadores y Reformistas Europeos o a Europa de las Naciones Soberanas, las otras dos grandes coaliciones de ultraderecha que, junto con Patriotas, disponen de más representantes en el Europarlamento que cualquier otro grupo.
Cabe suponer que la simpatía surja del desconocimiento compartido de la historia europea. Sólo de este modo se explica que Santiago Abascal, Marine Le Pen, Matteo Salvini, Viktor Orbán, Geert Wilders, Petr Macinka y sus correligionarios se jacten de encarnar a Occidente cuando todo su programa trata de revertir la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la cual se condensan los valores de la mejor versión de Occidente, la que supo extraer lecciones de su tumultuoso pasado y darse principios que evitaran nuevos horrores.
La extrema derecha europea l interpreta la victoria de Trump en Estados Unidos como una ventana de oportunidad. “No podemos desaprovechar la oportunidad que nos dan los tiempos presentes”, exclamó Santiago Abascal. El estonio Martin Helme subrayóo que “los fascistas liberales, que quieren dañar nuestra civilización cristiana y convertir a nuestros niños en trans raritos, están confundidos y en pánico”.
El polaco Bosak se ha comprometido a “defender el cristianismo” y una familia “con una madre, un madre y muchos hijos (…) En vez de a los inmigrantes, nosotros apoyamos a las familias húngaras”, dijo Orban, líder de un país, “donde no entra ni un migrante”,
Pero Patriotas tiene en común con el trumpismo el uso y abuso del cristianismo como signo identitario, pero son ignorante (u olvidan) todas las enseñanzas de Cristo en su trato a los migrantes y a los grupos vulnerables. Su distorsión inquisitorial e intolerante del cristianismo cristaliza en el inquietante llamado a la Reconquista, es decir, a la expulsión de las fronteras europeas de todos los musulmanes, tal como hicieron los Reyes Católicos hace más de 500 años.
Y quieren extender su ideario y su visión émula de las Cruzadas a América Latina, cuyas ultraderechas sienten un profundo complejo de inferioridad que las lleva a renegar de la herencia indígena y a buscar la aprobación de las viejas metrópolis coloniales. Los intercambios entre los ultraderechistas europeos y sus pares latinoamericanos son un espectáculo grotesco en el que colonizadores nostálgicos coinciden con individuos que desean ver a sus naciones colonizadas.
En el acto participaron figuras políticas de hasta 14 países. La mayoría, europeos, aunque el presidente argentino Javier Milei y la opositora venezolana María Corina Machado se han dirigido a los asistentes en vídeos pregrabados. proyectados en una gran pantalla ubicada en la parte trasera del escenario. La sintonía de los líderes golpistas venezolanos con la ultraderecha europea es otra muestra de las fuerzas a las que se enfrenta Venezuela en su determinación por defender su soberanía y sus recursos naturales.
*Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)