La SIP-CIA se identifica en el Perú
ALBERTO MALDONADO| ¿Quién es el señor Milton Coleman? De acuerdo a la prensa sipiana, es el nuevo Presidente de la SIP-CIA, nombrado, en Lima Perú, por la llamada asamblea semestral de la SIP. Sigo en el aire: pero, ¿qué es la SIP-CIA, que tú dices? Si no sabes qué es la SIP, no sabes nada. He oído ese nombre pero no sé qué significa y ¿porque el señor Coleman es importante?
Voy a tratar de resumirte. La SIP quiere decir oficialmente Sociedad Interamericana de Prensa; pero debería llamarse Sindicato Intocable de Pelucones.
¿Y qué tiene que hacer la CIA ahí?
Pues verás, según datos históricos comprobados, la SIP, con un carácter gremial (de dueños de periódicos y de periodistas) fue organizada, antes de los años 50, en La Habana, Cuba. Un año después, se realizó el segundo congreso en alguna ciudad de Estados Unidos (USA) pero a esa reunión ya no les dejaron ni siquiera entrar a USA a los periodistas que eran identificados como izquierdistas, como fue el caso de Carlos Rafael Rodríguez, un dirigente comunista de Cuba. Te vuelvo a preguntar: ¿Y qué tiene que hacer la CIA ahí?
A eso iba. Ocurrió en alguna ciudad norteamericana que se introdujeron dos reformas a lo acordado en La Habana, mucho antes de la revolución.
¿Cuáles reformas?
Pues que se había acordado que sea un organismo de dueños de periódicos y de periodistas, ya que algunos (los más) tenían esa doble calidad; y que cada país tenga un solo voto en la SIP En Estados Unidos decidieron que cada miembro (cada periódico) tenga un voto y que la conformación oficial sea ese congreso que estuvo patrocinado directamente por un alto oficial del Servicio de Inteligencia norteamericano, la CIA.
¿Y ese no es un invento de los comunistas?
Pues, el nuevo promotor de la SIP fue nada menos y nada más que un agente de la CIA; el alto oficial, señor Jules Dubois. Desde entonces, la SIP ha estado muy ligada a este organismo de espionaje.
Por eso hablo de la SIP-CIA.
¿Y en esta reunión de Lima, le nombraron Presidente al señor Coleman?
¿No era Presidente, un señor Marroquín, de Guatemala?
El señor Marroquín fue Presidente de la SIP, creo que por tres años. Le sucede este señor Coleman, que habla un español de turismo; y que es Director nada menos que del Washington Post, uno de los principales periódicos de USA.
¿Es decir, los diarios norteamericanos volvieron a dominar la SIP?
En apariencia, porque ellos nunca la han abandonado a su suerte. Alternan entre un ejecutivo gringo-gringo y otro latinoamericano, de esos que son incondicionales. El señor Gonzalo Marroquín, por ejemplo, es dueño o condueño de cuatro principales periódicos guatemaltecos. Este señor ha estado siempre muy ligado a la SIP y a USA.
¿Y no es preferible que esté un latinoamericano?
Yo pienso que no. Es preferible que al frente de la SIP esté siempre un norteamericano, porque eso le identifica a la SIP y porque los de América Latina, son peores y más descarados que los gringos. Son, más papistas que el Papa.
¿Pero la SIP tenía algún prestigio en nuestro Continente, alguna credibilidad? Lo has dicho bien: ”tenía” Hay que recordar que la SIP, en América Latina, allá por los años 60-70 del siglo pasado (siglo 20) ERA un organismo que cuestionaba las feroces dictaduras que asolaban América Latina: los Trujillo, los Somoza, los Batista y tantos y tantos otros.
¿Podrías explicarte?
Históricamente, fueron dictaduras al servicio del gran imperio (USA) pero que cometieron cualquier cantidad de crímenes y delitos, contra los mismos medios (les empastelaban) y especialmente, sus periodistas, que eran intelectuales libres y que tenían algún concepto de ética periodística. A esos gorilas y sus matones, la SIP tuvo que oponerse (para disimular) y por eso creo que el Presidente Nixon dijo que esos tiranos “eran unos hijos de puta pero que eran NUESTROS hijos de puta” para relievar que eran agentes USA y que estaban a su servicio. ¿Y ahora? ¿Ya la SIP no defiende a los periodistas y los medios? Ya la SIP no tiene necesidad de defender a los medios sipianos si ellos son su alma y corazón. Ya ellos, no solo que se defienden solos sino que, con frecuencia, son aliados de las peores dictaduras.
¿Como cuáles? Me parece que hablas de memoria.
No te voy a hacer un inventario de las veces en que los llamados “grandes medios” (prensa escrita, estaciones radiales y televisivas) han estado muy cerca de feroces dictaduras. Te cito: El Mercurio de Santiago de Chile, que estuvo muy cerca de Pinochet, durante 17 años. Y los diarios La Nación y Clarín de Buenos Aires, que respaldaron a la bestial dictadura militar de Argentina (1976-1983) ¿Y los diarios que respaldaron a Fujimore, en el Perú? Y estos medios se permiten hablar ahora de democracia y libertad.
¿Y en Ecuador? ¿Puedes decir algo de Ecuador?
Cómo no. Según la Comisión de la Verdad, el período más violento que hemos sufrido fue durante el gobierno “constitucional” del señor Febres Cordero (1984-1988) Y a pesar de que nosotros no hemos conocidos dictaduras como en muchos otros países, sin embargo, te pregunto ¿quiénes estuvieron muy cerca de ese Gobierno? ¿No fueron acaso El Universo, Expreso, El Comercio y estaciones de radio y tv.? ¿Y ahora? ¡No me vas a decir que ahora, en este Ecuador no hay ataques a la libertad de expresión. Y yo creo que el señor (Rafael) Correa debe estar muy preocupado con lo que acaba de decirle la SIP, desde Lima!
Yo creo lo contrario; que la preocupación hubiera podido darse si la SIP reconocía por ejemplo que en Ecuador se goza de la más amplia libertad de expresión del pensamiento , conforme lo dicen las Naciones Unidas y conforme está consignado en nuestras Constituciones. Entonces, si habría que preocuparse. Pero la SIP repite la cantaleta que circula entre los medios sipianos del continente, es más bien en un indicador de que va bien, yo diría que muy bien.
Entonces, ¿en Ecuador no pasa nada?
Si, está pasando que los medios sipianos y sus colaboradores estrella, en todo el continente, han tenido que quitarse la careta de democráticos y libres y han tenido que asumir la defensa del sistema imperante (la sociedad de consumo) y de sus principales “ejecutivos” que, en todo el mundo, están de capa caída.
Es la primera vez que escucho a un periodista decir semejantes cosas Es un sentí,r yo pienso, que mayoritario entre los periodistas profesionales, especialmente en aquellos que todavía trabajan para los grandes medios y que, si dicen algo, pues corren el riesgo de pasar a la desocupación. Pero, hace rato que muchos (o pocos) pensamos y actuamos distinto.
Es que hay que diferenciar entre lo que es la libertad de expresión del pensamiento –valor universal, consignado en las Naciones Unidas- y la libertad de expresión que defienden los medios sipianos. ¿Y cuál es esa diferencia?
En que los medios sipianos SE HAN APODERADO de la libertad de expresión, para sus propios fines. Consideran que libertad de expresión es que ellos puedan decir del resto de seres humanos lo que les venga en gana y que nadie puede contradecirlos. Ellos se han erigido en sucesores de los reyes europeos (que todavía quedan) se consideran superiores a los demás y, sobre todo, irresponsables ante la ley. Y eso no puede ser así. No puede seguir así.
Entonces, ¿justificas la sanción a El Universo?
No solo que justifico sino que considero que al fin se ha hecho algo de justicia. No por nada, el autor de toda la trifulca, ese señor que se nombra Emilio Palacio y que presume de periodista (para vergüenza nuestra) se auto exiló en Miami, Estados Unidos. Para mí, muy bien se haya ido a Miami, allá tiene a toda la gusanera cubana, para que le acompañe.
¿Y los señores Pérez?
Me dan pena. Son los herederos del heredero principal del diario El Universo. Tienen indudable corresponsabilidad en lo que le permitieron que dijera y acusara el señor Emilio Palacio. Para ponerlo en cristiano, te pregunto: ¿tú permitirías que en tu casa se instale un enemigo jurado de tu vecino solo porque tú también estás en descuerdo con el vecino y quisieras decirle samba canuta? Para mí, los señores Pérez (Barriga y Lapentti) también creyeron que, por ser ellos, no podían enjuiciarles. Ahora, que paguen la novatada. Para eso el progenitor les dejó empresas y dinero.
Dicen que si se aplica la sentencia (40 millones de dólares) se liquida el periódico.
Es posible; pero, si se resisten.
¿Y que paguen los trabajadores?
Me parece que esa versión es para impresionar. Yo invito a los periodistas investigadores, a que averigüen por qué el señor Emilio Palacio se auto exiló en Miami, Estados Unidos. Yo no sé, ni me preocupan las fortunas de otros; pero me dicen (sin confirmación) que los señores Pérez tienen como 5 supermercados en La Florida; y que el más grande supermercado ecuatoriano es una tienda al lado de uno de estos gigantes.
¿No es, de todas maneras, acaso un ataque a la libertad de expresión? Sería (condicional) si, por ejemplo, el señor Correa hubiese dictado la ley por la cual se está juzgando. De lo que yo sé, es una vieja ley penal que existe en el Ecuador, desde hace décadas y que ha sido muy poco empleada. ¿Protestaron estos sipianos cuando le condenaron, por ejemplo, al doctor Fierro Benítez, colaborador del diario El Comercio?
Es la misma ley.
No solo sabía.
Pues entérate, que esa ley existe desde hace tiempos y que fue dictada por congresos y presidentes pelucones. Lo que ha pasado es que ha sido muy poco utilizada porque demanda mucha paciencia y mucho dinero. Pero Correa ha ejercido de todas maneras presión.
Es posible pero que se haya sabido, la justicia mas bien está en contra de Rafael Correa por haberle puesto en entredicho. Y todo el mundo sabe que los jueces y ministros jueces, en el Guayas (donde está Guayaquil) han dependido mucho de los social cristianos, ahora llamados madera de guerreros o algo parecido.
¿Y los otros juicios que se han iniciado contra medios y contra periodistas? Es un buen síntoma. Los medios y los periodistas deben saber que no pueden insultar, calumniar a nadie, sin pruebas o por lo menos indicios. En Estados Unidos, han preferido la cárcel, periodistas, antes que rebelar fuentes de información. Eso se llama ética.
La mayor parte de ecuatorianos y ecuatorianas ignoramos estas cosas. Precisamente, esa es la libertad de expresión que defienden los medios sipianos. Que solo ellos tengan acceso a la verdad; y, sobre todo, a decirla.
Como corolorario, voy a repetir una vieja sentencia que he oído: No es lo mismo equivocarse que mentir. Para el primer mal (cuando hay buena intención) hay la rectificación, que en Ecuador, desde hace rato, es una obligación constitucional y legal. Para el segundo, ninguno.
P.S. Por último, debo consignar que este es un ensayo de una conversación entre un ciudadano que sabe poco de estos detalles y que, desde luego, no tiene interés alguno en aparecer con su nombre y apellido. Y segundo, para una aclaración de mi artículo sobre el banquero y algunos personajes. En los tiempos, estuve equivocado, ya que el banquero bueno (el señor Guillermo Lasso) estuvo metido en toda la crisisbancaria del señor Jamil Mahuad (1998-2000) Segundo, que hablé del Dr. Enrique Echeverría cuando en realidad quise consignar al señor Herrería, el asambleísta, el de Guayaquil, que fue de la ID, luego del socialcristianismo y de los guerreros de madera (o al revés) Actualmente no sé dónde andará ni me interesa saberlo.