La paz, el diálogo y el sufrimiento del pueblo venezolano
Julio Escalona|
Sr. Presidente, celebro su perseverancia en la búsqueda de la paz
Yo soy de los que celebra su perseverancia en mantenerse firme en la búsqueda de la paz. Eso fue evidente cuando el 30 de julio de 2017, Ud. convocó a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y ello permitió que la paz retornara a las calles de Venezuela y estallara una grave crisis en el seno de la oposición, que provocó que los sectores más violentos se fueran aislando y en general, la oposición se quedara sin rumbo. Este fue un notable éxito político que ha venido marcando el rumbo de nuestra patria. Y sin duda Ud. es un pilar fundamental de ese rumbo.
Él otro pilar, actor decisivo, ha sido el pueblo, particularmente el pueblo patriota. Se ha librado una despiadada guerra y su conducción, presidente, ha sido fundamental. Pero sin el pueblo, sin la valentía y el coraje de un pueblo que ha sabido sobreponerse a la especulación con los precios o guerra de precios, al sabotaje y especulación con el transporte, a la crisis en hospitales, a la especulación con las medicinas y otros serios sacrificios, la victoria no hubiese sido posible.
De qué paz estamos hablando
Ciertamente, la convocatoria a la constituyente logró derrotar la violencia callejera y desde ese punto de vista, logró una paz con un positivo impacto político, pues dejó sin política a la oposición que quedó sumida en el desconcierto y la fragmentación.
Pero no se logró la paz desde un punto de vista global. Lo que hubo fue un cambio en la utilización y combinación de las formas de lucha. El imperio, aliado con la gran burguesía interna, arreció la guerra económica (particularmente con los precios), la guerra psicológica y la guerra mediática, acompañadas de la crisis del transporte, los hospitales, otros servicios públicos, la escasez y carestía de las medicinas, la inseguridad… La guerra continuó por otros medios y sobre todo, acelerando la caotización de la sociedad venezolana.
Entonces, al hablar de la conquista de la paz, hay que recordar que seguimos sumidos en una guerra no convencional, que, además, mantiene una permanente movilización militar a través del Comando Sur de EEUU y del ejército colombiano.
Debo decir, que yo concuerdo con las iniciativas de dialogo y de paz que el presidente Maduro está impulsando. Eso es muy importante.
Un plan para los primeros 100 días de gobierno, como compromiso y compensación a los sacrificios del pueblo
Como comandante en jefe Ud. nos ha conducido hacia la batalla, pero es el pueblo peleando diariamente en el campo de batalla con gran dignidad, desprendimiento y sacrificios, el que ha logrado ganarla. En consecuencia, ese pueblo merece, al culminar con una victoria esta fase de la guerra, una consideración especial, una compensación por los serios sacrificios realizados.
No debe haber reconocimiento mejor que detener (o intentarlo), la guerra de precios y los otros males que han provocado hambre, deterioro de la salud y diversos sufrimientos a la población y proponer un plazo dentro del cual, la objetiva situación de apaleamiento de la población por parte del poder mundial y la oligarquía interna, vaya cesando.
Es conveniente fijar un período en el que algunos objetivos, por lo menos, comiencen a lograrlo. Por eso, entre otras razones, he propuesto unas bases de un programa para los primeros 100 días de gobierno (ver mi trabajo ¿Hasta cuándo resistirá el pueblo?).
El pueblo patriota ha sido severamente castigado
¿Contra quién ha sido esa batalla? ¿Quién la ha estado dirigiendo y financiando? ¿Quién la ha estado sufriendo?
Estas preguntas son pertinentes por cuanto ellas configuran una gran deuda con el pueblo.
Ese pueblo patriota ha sido severamente castigado por grandes empresarios que habitan en Venezuela, pero cuyos intereses son transnacionales y consecuentemente, contradictorios con la soberanía de la nación venezolana y los intereses del pueblo.
Esos empresarios han sido partícipes, autores y planificadores, siguiendo instrucciones de Trump, de la guerra económica y la desestabilización política del gobierno bolivariano. Por tanto, responsables de los sufrimientos de la población: del contrabando, de los déficits de efectivo pues ellos favorecen su traslado hacia Colombia y otros lugares del mundo, del cierre de los cajeros, del acaparamiento, de las diferentes escaseces vividas, de la proliferación del uso del dólar criminal o dólar-today, con la finalidad de devaluar el bolívar, multiplicando los precios, induciendo una criminal inflación.
simplemente porque se oponen a la negociación. Creo que la gente ha ido comprendiendo la necesidad de la negociación y la necesidad de preservar la paz.
Los banqueros se presentaron a la ofensiva como envalentonados, pidiendo incrementos de la tasa de interés, nuevos plazos para que entre en vigencia el nuevo cono monetario y sin ningún atisbo de que cesen los maltratos a la población: no hay efectivo, muchos cajeros paralizados, las colas de los adultos mayores para cobrar una pensión, que ante las maniobras de los bancos se vuelven sal y agua… Uno se asoma al interior de un banco, ve las taquillas vacías, atendiendo al público en una especie de operación morrocoy, mientras la gente en la calle, bajo el sol inclemente, haciendo una cola que casi no se mueve…
Los bachaqueros están más desatados que nunca, en el transporte público se continúa agrediendo y chantajeando a los usuarios, las medicinas difíciles de encontrar y más caras que nunca… En fin, como diciendo que no reconocen que Ud. haya triunfado, que van a seguir haciendo lo que les venga en gana… Eso no puede ser permitido. Es como si la guerra continuara sin oposición del Estado.
Caotizarlo todo sigue siendo el objetivo, es decir, continúan la guerra y no se detendrán hasta lograr un desenlace
El problema no es que Ud. se reúna con los banqueros es que el objetivo de la política imperial sigue siendo caotizarlo, desordenarlo todo (ver mi trabajo Geopolítica del Caos Planetario), pues sobre la base de ese desorden, a la larga pueden prosperar, precisamente, las políticas fascistas. Ya hay comunidades donde son los pranes, los jefes mafiosos quienes garantizan el “orden” sembrando el miedo, incluso el terror. Es decir, primero te asusto y cuando estás preso del miedo te vendo “protección” y voy tomando el control de tu voluntad, de tu conciencia. Por eso es necesaria una decisiva nueva acción del Estado, evidente, contra la guerra económica.
En Venezuela y en nuestra región las políticas del Presidente Chávez le pusieron freno a ese proceso. Hoy la política imperial se propone revertirlo y Venezuela no sólo es un objetivo por las inmensas riquezas que posee, sino porque es el centro de la rebelión. Si nuestra patria fuere derrotada, eso sería una derrota estratégica, no sólo para nuestra región sino para el mundo.
Según ciertos economistas a mediano y largo plazo los precios y la producción se irán estabilizando
Esta es una tendencia generalizada entre muchos economistas. Eso generalmente no ha ocurrido. Si observamos las cifras de la economía española, se puede ver que las cifras macroeconómicas (crecimiento del PIB, por ejemplo), se van estabilizando, pero a un gran costo social. El pueblo venezolano no puede ni debe pagar ese precio, que significa la perpetuación indefinida de la pobreza.
En Venezuela hay quienes piensan que negociando con los grandes empresarios y llegando a compromisos con los niveles de producción y empleo en el mediano y largo plazo, el camino para llegar hasta allá se cubriría, mientras tanto, con los Claps y los demás aspectos de la política social (bonos, construcción de viviendas, Barrio Adentro, etc.). Esto es una fantasía. La tendencia actual, sobre todo mientras el mundo esté hegemonizado por el capital financiero y Kissinger siga siendo uno de los principales asesores, la economía no marchará hacia beneficios sociales. Se pondrán todos los obstáculos para que eso no ocurra.
La tesis es que los beneficios sociales se derivarían de la competencia en el mercado. Los que sepan competir prosperarán y los que no, fracasarán y dependerán de que el mercado les dé una nueva oportunidad en la medida que adquieran las destrezas necesarias para competir y triunfar. Pero siempre habrá unos ganadores y unos perdedores.
En el supuesto de que esto funcionara, sería una renuncia a la construcción del socialismo al dejar sectores importantes de la producción, parece que indefinidamente, en manos del capital privado.
En todo caso, esa política, si ciertamente está planteada, debería ser expresada con absoluta claridad ante el pueblo venezolano y sometida a debate y oír todas las opiniones.
El neoliberalismo también es maltusiano y racista, en fin, es fascista.
En otros escritos he desarrollado este tema, que ahora sólo enunciaré. El poder mundial de hoy también tiene una solución final: el exterminio espiritual y material de los pobres y en general de los diferentes.
Necesita detener el crecimiento de la población mundial y para esto tiene a la mano, precisamente, las soluciones maltusianas: las guerras, los desastres ambientales y las epidemias. La OTAN está detrás de estos procesos generando caos y guerras a través del planeta, que son verdaderas operaciones de exterminio. Las guerras provocan miles de refugiados que deambulan por el mundo, perseguidos y enfrentados a la muerte, como ocurre en las mortíferas travesías a través del mediterráneo o en las penosas permanencias en los campos para refugiados de Europa donde no sólo existe el peligro de la muerte física, sino de la muerte espiritual, sobre todo para los niños y jóvenes. Pueden ser reclutados, como de hecho está ocurriendo, como mano de obra barata o como esclavos o materia prima para la trata de personas que adquiere renovados bríos con el incremento de las guerras, de la pobreza y las distintas formas de la barbarie fascista.
El mercado capitalista suele estar como generador, multiplicador o facilitador de estos procesos plenos de una crueldad, que no deja otra opción que la de trabajar por una revolución anticapitalista y socialista.
¿Se trata de hacer algunas concesiones al imperio para detener la agresión? El chavismo no se rendirá
Me parece que el imperio no aceptará términos medios. Sólo la rendición. Yo no creo que el presidente Maduro piense en la posibilidad de que Trump acepte algún trato distinto a la rendición. Las declaraciones del presidente han sido muy claras y él sabe que cuenta con nuestra solidaridad, lo que incluye la crítica fraterna. Además, cuando estemos, supuesto negado, al borde de la rendición, nos derrocaría pues no creo que acepte gobernar con el chavismo, por más rendido que este se encuentre. Pero el chavismo no se rendirá.
Además, ya tiene preparados juicios para acusar ante tribunales estadounidenses a los altos funcionarios gubernamentales de Venezuela, por corrupción, narcotráfico, etc.
Pero no sólo Trump procedería de esa manera. Los grandes empresarios que residen en Venezuela procederían de la misma manera. En todo caso, ellos no elaboran políticas propias. Nunca lo han hecho.
Sr. Presidente, Ud. dijo que el 21 de mayo iniciaba la solución de los graves problemas que afectan al pueblo
En La ANC Ud. agregó que lo estábamos haciendo mal, que había que hacer un nuevo comienzo. Si no se ataca la guerra de precios y los otros problemas que he señalado, el pueblo no verá claramente el nuevo comienzo. Espera impaciente. Por eso vuelvo a preguntar ¿Hasta cuándo aguantará el pueblo?
No se puede perseverar en el paternalismo esperando que el gobierno lo haga todo
Las organizaciones populares, han jugado un papel clave en este proceso. Ahora no pueden quedarse pasivas mientras los acontecimientos avanzan. El presidente ha venido haciendo su trabajo. Las organizaciones populares deben hacer el suyo dejando de cultivar y de favorecer el paternalismo. El presidente como Jefe de Estado, lleva su propio ritmo. No siempre es el mismo que el de las organizaciones populares.
El golpe de Estado de abril de 2002 nos dejó una gran enseñanza sobre la necesidad de la acción autónoma del pueblo. Las circunstancias de hoy son diferentes, pero demandan con urgencia la acción decidida del pueblo. Es hora de la coordinación de las iniciativas populares pasando a la ofensiva con las demandas propias de la gente.
¿Por qué los bancos desactivan los cajeros y nos quedamos pasivos y dejamos que ellos hagan lo que les parece, violando nuestros derechos y nos limitamos a quejarnos, como lamiéndonos las heridas? Esto se viene convirtiendo en una conducta generalizada que está en la raíz de nuestros males.
La constitución bolivariana nos da una diversidad de caminos para el ejercicio del poder popular. Yo he estado insistiendo en este aspecto y más de una vez he explicado la importancia de los artículos constitucionales 5°, 6°, 70° y 51°, en relación a la fuerza que le dan a la participación popular. Cualquiera puede buscarlos en el texto constitucional y comprenderá su importancia.