La ‘paz de los sepulcros’ de Machado aterriza en Oslo

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ExtraNews Mundo

La llegada a Oslo de un grupo de activistas venezolanos alineados con la oposición radical —entre ellos el exdiputado Wilmer Azuaje, quien aparece en un video difundido recientemente lanzando amenazas de muerte contra chavistas— desató una fuerte reacción en sectores pacifistas noruegos e internacionales, justo horas antes de la ceremonia del Premio Nobel de la Paz 2025 que distinguirá a María Corina Machado.

Mientras seguidores de Machado se movilizan para respaldar la entrega, amplios movimientos por la paz, organizaciones sociales, académicos y observadores denuncian que la laureada representa un proyecto político sostenido en presión internacional, sanciones económicas y confrontación. Por ello, han convocado una jornada de protesta y de conferencias internacionales para el 10 de diciembre, el mismo día en que Oslo se viste para el Nobel.

Wilmer Azuaje: quién es el activista que aparece en el video

Wilmer Azuaje es un político opositor venezolano, antiguo diputado regional por el estado Barinas. Durante años formó parte del ala más dura de la oposición antichavista. En 2017 fue detenido por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN). Posteriormente se exilió.

En el video, Azuaje aparece utilizando lenguaje violento y proferiendo amenazas directas de muerte contra simpatizantes del chavismo, lo que genera preocupación entre organizaciones noruegas que consideran que estas posturas contradicen la filosofía del Premio Nobel de la Paz. Su presencia en Oslo ha sido interpretada por críticos como símbolo de una “avanzada radical” que acompaña la campaña entorno a Machado.

¿Qué pasó con la marcha de antorchas? Maria Machado traslada el enfrentamiento que la caracteriza a Noruega

Este año, el Norwegian Peace Council —que agrupa unas 17 organizaciones pacifistas y cerca de 15.000 activistas en Noruega— decidió no organizar la tradicional procesión de antorchas en honor al ganador del Nobel.

El Consejo declaró que no podía respaldar el galardón a Machado porque, según sus miembros, ella no representa los valores fundamentales de paz, diálogo y método no violento que esa entidad promueve.

Ante esa decisión, la Norwegian Venezuelan Justice Alliance —vinculada a venezolanos en el exilio— tomó la batuta del evento, convocando a la marcha como una forma de expresar apoyo al premio, visibilizar su causa y reclamar por Venezuela desde el exterior.

Su misión, según declara en su página oficial, es «denunciar» supuestas violaciones de derechos humanos en Venezuela, exponer la crisis democrática y humanitaria, y canalizar en Europa la voz de los exiliados para promover la restauración del Estado de derecho, la democracia y la libertad en su país.

Este traslado demuestra cómo la disputa política venezolana impulsada por Machado se exporta ahora a escenarios internacionales. Lejos de ser una celebración pacífica tradicional, la marcha de Oslo se perfila como un acto simbólico de movilización política de la diáspora —una manera de politizar el Nobel y convertirlo en plataforma de confrontación ideológica.

En lugar de una manifestación neutral por la paz, la convocatoria de Machado contribuye a reforzar divisiones, resentimientos y polarización entre venezolanos dentro y fuera del país, cuestionando si un galardón bautizado “de paz” puede transformarse en un instrumento de campaña política internacional.

La demanda que busca impedir la entrega del Nobel

De manera paralela a las actividades en Oslo, continúa en Suecia la tramitación legal iniciada por el ingeniero venezolano Mauro Manuel Herrera Mendoza, quien acusa a la Fundación Nobel de violar el testamento de Alfred Nobel al otorgar el galardón a una líder política activa.

La acción, presentada bajo la Ley de Fundaciones de Suecia (Stiftelselagen 1994:1220), alega que el premio incumple los tres criterios fundacionales:

  • fraternidad entre las naciones,
  • reducción o abolición de ejércitos permanentes,
  • promoción de congresos de paz.

Los expedientes abiertos —51873-2025 (Estocolmo) y 16416-2025 (Norrbotten)— se encuentran en handläggning (tramitación). La delegación venezolana, encabezada por Herrera, presentará en Oslo los avances de este proceso ante organizaciones noruegas.

10 de diciembre en Oslo: agenda completa de protestas, conferencias y actos públicos

Ese mismo día, múltiples movimientos noruegos y latinoamericanos han convocado una jornada de resistencia pacífica.

Para los movimientos pacifistas que encabezan las protestas en Oslo, la entrega del Nobel a María Corina Machado representa una contradicción con el espíritu original del testamento de Alfred Nobel.

Argumentan que su trayectoria política está asociada a la defensa de sanciones internacionales, el respaldo a estrategias de presión externa y un discurso confrontacional que, lejos de reducir tensiones, ha profundizado la polarización venezolana.

En su criterio, premiar a una figura cuya acción pública está inscrita en disputas geopolíticas activas desvirtúa el propósito del galardón, concebido para quienes promueven la distensión, el diálogo y la disminución de conflictos armados.

Además, organizaciones noruegas y latinoamericanas sostienen que el Nobel de la Paz exige criterios estrictos de neutralidad, imparcialidad y contribución verificable a la paz internacional. Consideran que Machado no reúne esos elementos y que su selección envía un mensaje peligroso: legitimar la intervención política en procesos internos de otros países y convertir el premio en un instrumento de alineamiento ideológico.

Para los críticos, este 2025 podría marcar un precedente en el cual el prestigioso reconocimiento se aleja de su tradición humanista para entrar en el terreno de la disputa geopolítica, debilitando su autoridad moral ante la comunidad global.