La honestidad de María Bolívar

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REINALDO ITURRIZA | “Bueno, eh, generando empleo. La inflación la voy a controlar… cómo te explico… la inflación se controla… Disculpa, Aymara, dame una ayudaíta…”.

Reinaldo Iturriza – Saber y Poder

Tal fue la respuesta que ofreció la candidata presidencial María Bolívar a la periodista Aymara Lorenzo durante entrevista realizada este jueves 23 de agosto en Globovisión.

Acto seguido, la periodista se dispuso a ayudarla: con tono condescendiente, y haciendo un titánico esfuerzo para disimular la media sonrisa que en otra circunstancia hubiera antecedido a la carcajada, le “explicó” qué cosa era esa de la inflación.

Entonces, respondió María Bolívar: “Bueno, disculpa, disculpa, mira, yo pienso controlar la inflación, primero bajando, eh, bajando los precios, bajando precios porque hay una… y bajando los precios a todas las cosas que… a todos los productos”.

La periodista, acuciosa, incisiva, intentó precisarla: “¿Usted continuaría con esta política de… la Ley de Costos y Precios Justos que ha establecido el gobierno del presidente Chávez?”.

El video de este fragmento de la entrevista se esparció como un virus en las redes sociales. La página Noticias 24 tituló la nota que incluye el video: “El hilarante plan de la candidata presidencial María Bolívar para combatir la inflación”.

El diario El Nacional, es decir, la “seriedad” hecha periódico, tituló de la siguiente manera: “La candidata María Bolívar pide ‘ayudaíta’ a su entrevistadora al verse en apuros”.

Como de costumbre, el diario Últimas Noticias fue más coloquial: “María Bolívar se volvió un ocho en entrevista”. Eso sí, el periódico propiedad del Grupo Capriles no perdió oportunidad para hacer la cuña en favor de su candidato: “María Bolívar, candidata a las elecciones presidenciales venezolanas del 7 de octubre próximo, lució visiblemente nerviosa en su primera entrevista en televisión y pidió una ‘ayudaíta’ al ser preguntada por la alta inflación del país”.

El asunto es que la periodista de Globovisión en ningún momento se refirió a la “alta” inflación. Sabemos de sobra que, según la línea editorial del canal opositor, Venezuela es un campo de concentración y Chávez un genocida y un hambreador.

Pero ese no es el punto.

El asunto es que la periodista de Globovisión en ningún momento se refirió a la “alta” inflación. Su pregunta, que formuló en dos oportunidades, fue la siguiente: “¿Cómo va a controlar la inflación?”.

Un momento: ¿el presidente del Banco Central de Venezuela estimó este miércoles 22 de agosto “que la inflación cerrará en 2012 por debajo de la meta, de entre 20% y 22%, fijada en el presupuesto” nacional? ¿Informó Nelson Merentes que existe “una tendencia a la baja en la inflación anualizada”?

Volvamos a María Bolívar.

Según Últimas Noticias, a la candidata presidencial le preguntaron qué haría para disminuir la “alta” inflación en el país, y “se volvió un ocho”.

No obstante, debo decir que, contra la convención, esa está lejos de ser la noticia.

La noticia real es la brutal honestidad de María Bolívar.

María Bolívar no tiene la más mínima idea de qué hacer con la inflación. Y no sólo fue brutalmente honesta, sino que reunió el suficiente coraje como para reconocerlo públicamente, bajo la forma de una “ayudaíta”.

Lo que no puede pasar desapercibido es que este pedido de auxilio estuvo precedido de una respuesta automática, tal vez lo primero que se le vino a la cabeza para intentar sortear el embarazoso momento: “Bueno, eh, generando empleo”.

¿Generando empleo? María Bolívar entendió en cuestión de segundos que con decir estas dos palabras no estaba diciendo absolutamente nada. Y en lugar de continuar con la farsa, optó por la pausa salvadora.

María Bolívar ha podido seguir por ese camino e insistir con lo del empleo, sin ofrecer mayores detalles, cual fórmula mágica para resolver los problemas del país. ¿Acaso eso no es lo que hace de manera sistemática el ex gobernador Capriles Radonski? Pero a la candidata le pesó la conciencia.

Si en cambio hubiera seguido el camino de Capriles Radonski, hubiera dicho algo como: “Los que quieran resolver el problema de la inflación, vengan conmigo”, como efectivamente hizo el candidato durante un discurso en el estado Guárico, el pasado miércoles 22 de agosto, y aunque a algunos les cueste creerlo.

Pero si Capriles Radonski hace todos los días exactamente lo mismo que intentó hacer María Bolívar en las primeras de cambio, esto es, ensayar una respuesta de memoria sin detenerse a explicar el cómo, hay algo que los distingue: el tratamiento que cada uno recibe de los medios privados.

No se ha visto, ni se verá jamás, a Globovisión, El Nacional o Últimas Noticias burlándose de Capriles Radonski, a pesar de que el candidato nunca explica cómo hará para concretar tan solo una de las muchas promesas que ha hecho.

Bien visto, tal pareciera que, como todos los candidatos opositores que le han precedido, todo se reduce a salir de Chávez y luego veremos.

Usted nunca verá a algún periodista de Globovisión preguntándole a Capriles Radonski cómo hará para resolver nada, porque el candidato debe limitarse a seguir un guión, y lo último que le está permitido hacer es improvisar.

El ex gobernador Capriles Radonski jamás tendrá que pedir una “ayudaíta”, porque más “ayuda” de la que ya recibe, imposible.

Si improvisara, de seguro el candidato opositor diría exactamente lo que no tiene que decir, y la gracia se convertiría en morisqueta. Una morisqueta que no provocaría la burla del país, sino el rechazo y tal vez la indignación, tan brutales son las medidas que aplicaría la oligarquía.

Miren cómo son las cosas: muchos de los que hoy se burlan de María Bolívar, son los que intentan convencernos de que en lugar de una grotesca morisqueta, la candidatura de Capriles Radonski es toda una gracia.