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La guerra no convencional

Eleazar Díaz Rangel-UN| Muchos venezolanos nos preguntamos hasta cuando la oposición estimulará con su silencio el desarrollo de los actos vandálicos, y algo mas que eso: acciones armadas; silencio que hay quienes las consideren como complicidad. Una primera interpretación de esa conducta es que no es la vía electoral, democrática, la que quieren recorrer.  Rechazan hasta las de gobernadores, que seguramente les daría significativas victorias. ¿Como se explica esa renuncia?

Seguramente porque están convencidos  de que al gobierno de Maduro lo que le falta es un  empujón final, que este es el mejor momento para impulsarlo, y en consecuencia estas acciones en Caracas y otras ciudades no deben cesar.

Surge otra pregunta, ¿acaso tiene la fuerza suficiente para alcanzar ese objetivo? Ni pensar en que tendrán una activa participación de unidades militares, lo que no niega que existan algunos descontentos que se atrevan a dar ese paso en falso. Sin un apoyo mayor es imposible.

Y ese es el que les viene del Norte. No son palabras las que ofreció hace poco el ministro general Padrino López sobre la guerra no convencional que está aplicando EEUU en Venezuela, suficiente información de inteligencia habrán recogido en las FANB para una denuncia de esa naturaleza. Que se corresponde con la información de Cancillería según cual, en lo que va de año  se han producido105 acciones y declaraciones hostiles a Venezuela.

Como es sabido, el Comando Sur ha sido un factor activo en la “observación” de Venezuela, cuyo Comandante presenta informes regulares al Senado, el último de los cuales es del almirante Kurt Tidd ante la comisión de servicios armados del Senado. De allí extraigo:

“Con los factores  políticos de la MUD hemos venido acordando una agenda común, que incluye un escenario abrupto que puede combinar acciones callejeras y el empleo dosificado de la violencia armad  bajo un enfoque de cerco y asfixia. También hemos acordado con los socios mas cercanos de  la MUD, utilizar la Asamblea  Nacional como tenaza para obstruir la gobernanza, convocar eventos y movilizaciones, interpelar a gobernantes, negar créditos, derogar leyes. Si bien en la situación militar no podemos actuar ahora abiertamente, con las fuerzas especiales aquí presentes (en el Comando Sur, negritas DR), hay que concretar la ya anteriormente planificada para la fase 2 (tenazas) de la operación…”   (Aparecen referencias a entrenamientos con la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo, etc,)  y  “a Leticia en Colombia, todo ello como lugar de Operaciones Avanzadas (FOL) con proyecciones sobre la región central de Venezuela donde se concentra el poder político-militar, para luego enumerar los activos militares dispuestos para la operación”.

Solo así, con esa articulación que existe dentro del desarrollo de la guerra no convencional, entre la oposición venezolana y factores políticos y militares de EEUU, como es el Comando Sur,  se puede entender el indefinido desarrollo de esas acciones vandálicas y armada, y la confianza en que es “ahora o nunca”.

Breves
Resultado de imagen para conferencia episcopal venezolana-Lo que nunca pensé es que la jerarquía de la Iglesia Católica (CEV) podría llegar mas lejos que la MUD; había sido mas discreta, pronunciándose sobre la situación política  siempre después de conocer la posición de la MUD , pero ahora ni siquiera responde cuando se le pide recibir a la Comisión pro constituyente. ¿Qué les cuesta recibirla, escucharlos y después, que un cardenal les responda? Hasta de elemental cortesía.

-Parece que la oposición aun no tiene claro que los civiles si pueden ser juzgados por tribunales militares si han cometido un delito tipificado  como militar por el Código de Justicia Militar, como el genérico “ataque al centinela”, la ofensa, injuria o menosprecio  a las Fuerzas Armadas o a alguna de sus unidades, etc. Tengo experiencia porque estuve dos años y medio preso juzgado en un tribunal militar , sin que me acusaran de haber cometido ninguno de esos  delitos. Así era en la IV.

-El Presidente de Panamá advirtió a los venezolanos opositores que han provocado varios incidentes, que están dispuestos a deportarlos, si continúan con esas acciones. Antes habían sido echados de un acto solidario con Venezuela en la Universidad de Panamá  y otro, en la Embajada de  Venezuela. Hechos similares ocurrieron contra Mario Isea, Embajador en España y contra la colega Mari Pili Hernández, con la tolerancia del gobierno de Rajoy.

Al borde…

Maryclen Stelling| Asistimos a un aumento vertiginoso de la violencia en todos los ámbitos de la sociedad, expresión de un proceso de quiebre multidimensional, deslegitimación política y debilitamiento del modelo de control social.

Y, aun cuando la violencia debería constituir una de las preocupaciones principales en la agenda política, ciudadana y comunicacional, las narrativas transmediáticas que dan cuenta de lo que sucede en el país construyen relatos que legitiman hechos, acciones, promotores y ejecutores de la gesta violenta. Cuando estos hechos son objeto de tales narrativas sufren una politización que beneficia a uno de los bandos políticos. En el caso de los privados, sometidos los hechos a una mercantilización de la información, se fuerza a las noticias a responder a la lógica propia de las empresas periodísticas, más que a la dinámica inherente a los hechos.

En un recorrido transmediático extrajimos términos que naturalizan la violencia. En tanto actores o ejecutores de las acciones violentas: grupos terroristas, insurgentes, células y bandas armadas; colectivos, paramilitares, asesinos, fuerzas de choque, vándalos. En cuanto a las acciones: saqueos, destrucción y muerte; torturas, maltratos, crímenes, asesinatos masivos, acciones terroristas y feroz ataque; sembrar el odio, desmedida y brutal represión, escalada violenta, dictadura destructiva, brutalidad policial y práctica de barbaridad; insurgencia armada, derrotar, intervenir y derrocar. Paradójicamente, como únicas opciones surgen la guerra civil, golpe de Estado y rebelión. El diálogo, la paz y la convivencia son los grandes derrotados.

El creciente fenómeno de la violencia comienza a imponerse en importantes sectores como suerte de tránsito inexorable a la solución del conflicto. En paralelo, sentimientos colectivos de miedo e inseguridad aumentan en aquellos ciudadanos y ciudadanas que asisten en carácter de espectadores a la violencia desatada. Se recluyen en sus ámbitos privados, transitan inseguros por los espacios públicos, condenan pasivamente la violencia que los encierra y no se sienten representados por los promotores del terror y la destrucción.

Empero, gradualmente se comienza a configurar un importante consenso contra cualquier tipo de violencia. Expresión ciudadana que lucha por expresarse e imponerse como la vía legitima al diálogo y la convivencia.

España, estercolero de la derecha venezolana

Marcos Roitman Rosenmann| Odio y rencor, acompañado de violencia, es lo que destilan las derechas española y venezolana. En una dupla que no tiene parangón, el gobierno del Partido Popular, acompañado por Ciudadanos, la cara amable de la nueva derecha española, junto con sectores del PSOE, se ha dado a la tarea de promover en territorio español las guarimbas, emergiendo una acción coordinada internacionalmente destinada a justificar una guerra civil, invasión o golpe de Estado en Venezuela. Estamos en presencia de una nueva escalada en las estrategias desestabilizadoras. La violencia se exporta a las calles de Madrid, Barcelona o Bilbao. Cortan el tráfico, agitan pancartas, persiguen a los diplomáticos, boicotean actos públicos, amenazan de muerte y promueven la violencia propia de un nazismo corriente.

En Madrid, delegaciones de los partidos Primero Justicia y Voluntad Popular tuvieron una reunión con Albert Rivera, secretario general de Ciudadanos, a la cual se sumaron miembros del Partido Popular y dirigentes del PSOE. El objetivo era coordinar la estrategia a seguir en España para desarticular la red de apoyo al gobierno de Venezuela. La reunión contó con el aval de Corina Machado, Lilian Tintori y la cúpula de la MUD. Por parte de España, Felipe González y José María Aznar estaban al tanto. La escenificación fue un acto público, en el que se fotografiaron juntos Albert Rivera y los dirigentes venezolanos Isidora Zubillaga, Lester Toledo y Gabriel San Miguel, así como el padre de Leopoldo López. Dicho acto fue el pistoletazo de salida para la acción concertada de acoso al cuerpo diplomático venezolano y el boicot de actos realizados por organismos de derechos humanos, asociaciones, sindicatos, universidades y ONG destinadas a desenmascarar el origen de la violencia continuada y la estrategia de golpe de Estado desarrollado por la derecha venezolana.Resultado de imagen para aznar y lilian tintori

Por su parte, el gobierno del Partido Popular se comprometía a garantizar la impunidad de los grupos movilizados desde Venezuela, adiestrados en estrategia y violencia callejera. Desde el Ministerio del Interior se dieron órdenes a las delegaciones de gobierno para que las fuerzas de seguridad del Estado acudiesen tardíamente, en caso de ser requeridas por los convocantes a los actos, dando tiempo a los provocadores a realizar sus acciones. Algo inédito, ya que deberían hacerlo de oficio. Mas si los violentos carecen de permiso, amenazan de muerte, cometen atentados contra el mobiliario urbano, etcétera. Es tanto como no actuar en caso de presenciar una violación, robo o asesinato, subrayando que no tiene órdenes (sic).

De esa guisa han sido los argumentos esgrimidos por la policía el jueves 11 de mayo, para permanecer impávidos antes el ataque a una sede de la embajada de Venezuela, donde se celebrara un acto informativo del Comité de Víctimas de la Guarimba y el Golpe Continuado. Dicho local goza de la inviolabilidad diplomática, acorde con la convención de Viena para el cuerpo diplomático.

Sin embargo, en una manifestación no autorizada de la derecha venezolana y española se permitió a los convocantes el lujo lanzar objetos, increpar a los asistentes, llamarlos asesinos, amenazarlos de muerte, agredirlos, estar a menos de dos metros de la entrada, impidiendo el paso a quienes democrática y libremente deseábamos oír a las Víctimas de las Guarimba, que previamente se habían reunido con la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, quien oficialmente manifestó su apoyo y prometió hacer gestiones para esclarecer la verdad y hacer justicia.

Resultado de imagen para españa ataque a embajada venezolanaEl acto, donde estaban el embajador y buena parte del personal diplomático, además de académicos, invitados y miembros de asociaciones civiles, sería una explicación de tres víctimas de las Guarimbas, encabezados por Desirée Cabrera, portavoz de las víctimas, cuyo bebé se encontraba en la guardería del Ministerio de Vivienda cuando los violentos asaltaron las dependencias y prendieron fuego. También participaba la madre del capitán de la Guardia Nacional Bolivariana, Ramzor Bracho Bravo, asesinado por francotiradores, cuando se aprestaba a rescatar a un compañero agredido por las Guarimbas, mientras quemaban basuras y mobiliario urbano. Por último tomó la palabra Germán Óscar Carrero, quien perdió una mano al protegerse de una bomba, mientras escoltaba ambulancias y medicinas trasladadas al depósito de CorpoSalud. En definitiva, víctimas de la violencia y sedición de la derecha venezolana.

Sin embargo, desde la calle, en Madrid, lideradas por Isidora Zubillaga, coordinadora de Voluntad Popular y mano derecha de Lilian Tintori en España, misma que se había reunido con Albert Rivera, responsable de promover las acciones, nos llamaba asesinos y desconocía el carácter de víctimas de los invitados, arengando a boicotear y agredir a los asistentes al acto. El responsable del operativo policial y los GEO, número de placa 96983, con quien mantuve esporádicas conversaciones, afirmaba que la delegación del gobierno había dado órdenes de no intervenir. Todo ello transcurría amenazando a ciudadanos españoles y extranjeros, impidiéndoles el paso al acto, dando puñetazos a los coches, cortando el tráfico y violando territorio diplomático. Mientras se escuchaban gritos de ¡Franco, Franco, Franco!, y ustedes serán nuestras víctimas.

Claro, no eran locales diplomáticos pertenecientes a las embajadas de Israel y Estados Unidos. Durante seis horas los manifestantes permanecieron sin ser molestados, garantizando la maniobra de estrangulamiento y acoso. Hoy, esta estrategia, puesta en marcha en colaboración con España, se extiende por América Latina. Lo vemos en Panamá, donde la decisión de su gobierno ha sido amenazar con expulsar a los venezolanos que protesten de forma violenta. En España se han abonado a la sedición, el apoyo a la desestabilización y la violencia, promoviendo el asesinato y alegrándose de las muertes cometidas por sus aliados, compañeros y amigos de la infamia. La conclusión es obvia: las derechas se unen en contra de la democracia.

*Académico, sociólogo, analista político y ensayista chileno-español, columnista de La Jornada