La disputa sobre las tasas de interés en Brasil

Mientras el Banco Central defiende tasas altas "para contener la inflación"; Lula critica la medida con el apoyo del 76% de la población

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La agenda económica se ha convertido en uno de los principales temas discutidos en Brasil desde que, la semana pasada, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores) comenzó a criticar públicamente el aumento de la tasa de interés base (SELIC) por parte del Banco Central (BC), presidido por Roberto Campos Neto, quien fue designado para el cargo por el expresidente Jair Bolsonaro (Partido Liberal).

El instituto de investigación Genial/Quaest preguntó a 2.016 brasileños si “Lula tiene razón al intentar forzar la baja de las tasas de interés”; el 76% dijo que sí; el 16% dijo que no y el 8% no sabe o no quiso contestar. La SELIC, que actualmente se encuentra en 13,75%, fue definida por decisión unánime del Banco Central y utilizada como referencia para todas las demás tasas de interés del país, como las de préstamos, financiamientos e inversiones financieras.

Demanda popular

La presidenta de la Confederación Nacional de los Trabajadores Financieros (CONTRAF), Juvandia Moreira, afirmó el martes pasado (14) que, al mantener la SELIC en 13,75% anual, el Banco Central está “invirtiendo contra la economía brasileña, tratando de generar una recesión”. Ella participó, en Brasilia, de un acto en la sede del BC pidiendo la renuncia de Campos Neto y la adopción de una política de reducción del actual nivel de la tasa de interés.

CONTRAF está vinculada a la Central Única de los Trabajadores (CUT) y lidera, junto a movimientos populares como el Frente Brasil Popular y el Frente Povo Sem Medo, la organización de otras manifestaciones sobre el tema en varias capitales del país.

Juvandia Moreira, presidenta de la Confederación Nacional de los Trabajadores Financieros.

Desde los movimientos se considera que la alta tasa de interés dificulta la recuperación económica del país y perjudica a los trabajadores. Elevar la tasa SELIC es el principal instrumento del Banco Central para contener la inflación. Ese argumento, sin embargo, es refutado por las entidades sindicales del sector financiero.

“Eso [una inflación de la demanda] no está pasando, la gente está desempleada, no tiene ingresos, el ingreso medio ha bajado”, dijo la presidenta de CONTRAF. Según ella, lo que va a ocurrir es un impacto en el crecimiento. “Estos intereses están estimulando el ‘rentismo’ y desincentivando la inversión productiva”, argumentó.

Para Juvandia Moreira, el crédito para programas de vivienda, como Minha Casa, Minha Vida, y la producción agrícola seguirán siendo impactados por la alta tasa de interés. La presidenta de CONTRAF también señala que Brasil aplica tasas más altas que las economías más grandes del planeta, y que el riesgo de incumplimiento no se justifica.

“Brasil tiene un nivel de deuda que ronda el 70% del PIB, pero es una deuda interna, toda en reales, tiene grandes reservas, por lo tanto, no hay ningún riesgo”, dice.

Asimismo, critica la autonomía del BC, sancionada en 2021 por Bolsonaro, quien pasó a otorgar un mandato al presidente y a los directivos de la autoridad monetaria. No hay indicación política ni correlación de fuerzas en el Parlamento para revisar esta autonomía.

“La sociedad tiene que entender que el Banco Central es un órgano de la sociedad, del Estado, que ahora quiere ser más grande que el pueblo, que apunta para otra dirección de la política económica y perjudica al pueblo brasileño. Cuando el pueblo brasileño entienda esto, el Congreso cambiará [su posición]”, señala Juvandia.

Diputados lanzan campaña contra la política del BC

Parlamentarios progresistas de la base del gobierno lanzaron el martes 14 la campaña “Juros Baixos Já” (Intereses Bajos Ya) –o “#JurosBaixosJa”, en referencia al hashtag que se utilizará en las redes sociales–, para presionar al Banco Central a adoptar una política monetaria más favorable a los trabajadores y al desarrollo económico nacional. El lanzamiento también marca el inicio de la búsqueda del grupo de las 171 firmas necesarias para la creación del Frente Parlamentario contra los Intereses Abusivos.

Parlamentarios lanzaron una campaña en la Cámara de Diputados y prevén posible convocatoria de Campos Neto para dar explicaciones / Gustavo Bezerra/PT na Câmara

Con el debate mediático que se ha creado en torno al tema en las últimas semanas, diputados aliados del Planalto esperan fortalecer el coro en contra de la actual política de Campos Neto, tratando de romper el bloqueo político realizado por parlamentarios contrarios a la idea de revisar la autonomía del Banco Central. Aprobado durante el gobierno de Bolsonaro, ese modelo de gestión de la autarquía tiene un fuerte carácter neoliberal y por ello contó, en su momento, con el apoyo de la mayor parte del Congreso. Los presidentes de la Cámara y del Senado, Arthur Lira (Partido Progresistas – Alagoas) y Rodrigo Pacheco (Partido Social Democrático – Minas Gerais), por ejemplo, se resistieron a cambiar la medida.

El diputado Lindbergh Farias (Partido de los Trabajadores – Rio de Janeiro), responsable de articular el movimiento contra las tasas vigentes en la Cámara, afirma que la iniciativa tiene como objetivo “disputar a la sociedad”.

“Lucharemos para demostrar que esta tasa de interés es indecente y que Brasil no puede retomar el crecimiento económico con ella. Y, por supuesto, es una campaña que también vamos a realizar sobre temas populares. No es posible aceptar tarjetas de crédito con más del 400% de interés anual o un sobregiro con más del 130%”, ejemplificó, mencionando las consecuencias del problema.

La campaña trae algunos productos que buscan que el discurso del movimiento gane capilaridad social, entre ellos el lanzamiento de un manifiesto virtual que recogerá firmas para intentar dar fuerza y volumen a la protesta. En el mismo contexto se enmarca la idea de crear el Frente Parlamentario contra los Intereses Abusivos, como un producto más de la campaña.

Al igual que los demás frentes que operan en el Congreso, el grupo deberá tener un rol simbólico en el sentido de desencadenar debates sobre el tema, buscando dar más visibilidad a la agenda. La presidenta nacional del Partido de los Trabajadores (PT) y diputada federal Gleisi Hoffmann llama la atención sobre la proyección de recesión para el país. Esa alerta también la hizo en los últimos días, por ejemplo, el economista y exdirector del Banco Central André Lara Resende, quien ha criticado la tasa de interés que aplica la autarquía.

“La mayoría de los países tienen una inflación más alta que Brasil y la mayoría tiene tasas de interés negativas. ¿Por qué las tasas de interés en Brasil tienen que ser del 13,75%? Esta tasa de interés impide la inversión económica, la inversión privada y, en consecuencia, se compromete el crédito y eso afecta directamente a la población en la generación de empleo e ingresos. Necesitamos salir de este círculo vicioso”, defendió Hoffmann.

El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva.

La campaña debe actuar en diferentes frentes. Además del acto popular realizado el martes 14 frente al BC en Brasilia, otras acciones se están articulando en paralelo. El directorio nacional del PT, por ejemplo, aprobó, el lunes 13, una resolución que propone citar a Roberto Campos Neto para dar explicaciones al pleno de la Cámara. La medida es defendida no solo por parlamentarios de la bancada del PT, sino también por miembros de siglas de izquierda que apoyan al gobierno, como PSOL, PSB, PDT y PCdoB.

“Las urnas dijeron qué proyecto querían para Brasil y la ley que le dio autonomía al BC también definió reglas. Ahí está claro que el Banco Central y la política monetaria tienen que generar empleo y crecimiento. Estas tasas de interés distorsionadas están completamente desconectadas de la realidad del mundo”, criticó Jandira Feghali (Partido Comunista de Brasil – Rio de Janeiro), calificando la conducta de Campos Neto como un “boicot al actual gobierno”.

Justicia social

El diputado André Janones (Avante – Minas Gerais) dijo que el sistema financiero, principal beneficiario de la suba de las tasas de interés, se comporta como un “cáncer” para la población brasileña.

“Vivimos una situación muy diferente en nuestro país, que es [la siguiente]: cuando las cosas van bien, todos ganan; cuando las cosas van mal, solo gana el banco. No le estamos pidiendo a nadie que renuncie a sus ganancias multimillonarias, sino que tenga un poco más de conciencia para que podamos lograr la justicia social tan soñada.”

Maria Lúcia Fattorelli, apoyadora de la campaña y fundadora de la Auditoría Ciudadana de la Deuda, señala que la cartilla actual del BC perjudica la democratización de las inversiones en el país. “Cuando tenemos tasas de interés demasiado altas, el dinero se vuelve muy caro, inaccesible. Si fueran bajas, todos los que nos escuchan podrían tener acceso a tasas de interés bajas y se podrían hacer grandes inversiones. Incluso la persona que inicia un pequeño negocio, cuando tiene capital y el interés es bajo, su ganancia, aunque sea pequeña, cubre el costo del préstamo y puede, por ejemplo, contratar a otras personas para que la ayuden”, explicó.

Para Fattorelli, el momento actual es propicio para la revisión de la política aplicada por el Banco Central. “Este movimiento es fundamental porque, por primera vez, tenemos un presidente que tiene el coraje de enfrentar uno de los problemas más graves de Brasil. Si las altas tasas de interés están frenando la economía brasileña, debemos cambiar eso.”

Edición: Flávia Chacon

Traducción: Isabela Gaia

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