La comunicación jibarizada
PASCUAL SERRANO| Cómo la tecnología ha cambiado nuestras mentes del periodista Pascual Serrano, ensayo que advierte de algunos peligros de la actual tecnología de comunicación. Predominio audiovisual, redes sociales, saturación informativa, obsesión por la inmediatez. Se ha desterrado la profundización, se ha jibarizado la comunicación, ¿nuestra forma de pensar ha cambiado?Ciberactivismo
«Soy de los que piensan que corremos el peligro de que nuestro activismo político se despeñe por una pendiente hacia la virtualidad de los manifiestos y firmas en la red, los tuits y los comentarios de facebook. No dejamos de enorgullecernos porque se han recogido un millón de firmas en internet para que dimita Rajoy. ¿Y qué? Podrían haber sido diez mil o diez millones y hubiera tenido el mismo resultado.
Frente a las redes virtuales, debemos apostar por construir redes reales. El primer paso es reconocer que las virtuales nunca pueden sustituirlas. Las redes de internet son precarias, coyunturales e impiden establecer lazos firmes entre sus miembros. Aunque resulte una obviedad, no hay que dejar de insistir en que los “amigos” de Facebook no son amigos. Unas redes firmes, sólidas y duraderas requieren personas que se encuentren físicamente en el mundo real, que se enfrenten a situaciones de la vida real en lugares físicos, cara a cara, que discutan sobre problemas comunes, objetivos y planes de acción. Todo ello sin la mediación de máquinas. Las redes sociales y el mundo virtual han socavado el histórico derecho de reunión y lo han sustituido por un hecho social alucinatorio: la falsa conciencia de reunión, la ‘ilusión de reunión’. La conciencia espectadora, presa de la pantalla, tras la cual ha sido deportada la propia vida, sólo encuentra interlocutores ficticios que desemboca en un autismo espectacular.
En palabras premonitorias de adónde nos ha llevado internet, Guy Debord afirmó que “la ‘misión histórica de instaurar la verdad en el mundo’ no pueden realizarla ni el individuo aislado ni la muchedumbre atomizada”. Y, hoy, cada uno de nosotros, frente a nuestro ordenador, no somos otra cosa que muchedumbre atomizada. La alternativa según Debord era el Consejo Obrero como forma desalienada de la democracia. Sí, un término, el de Consejo Obrero, que puede parecer arcaico, pero que no es otra cosa que el encuentro físico de seres humanos oprimidos con el objetivo de liberarse y de cambiar el mundo».