La chequera de Pinochet para periodistas
Según documentos revelados el viernes 18 de octubre, la cuenta se abrió en nombre de una ficticia Dirección Nacional de Rehabilitación (Dinar) y su titular era el coronel Manuel Contreras, jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).
La policía secreta chilena de Augusto Pinochet (DINA) financió en 1975 operaciones de la Junta Militar y de otros organismos de Estado y pagó a medios de prensa a través de una millonaria cuenta bancaria, según documentos revelados ayer. La cuenta se abrió en nombre de una ficticia Dirección Nacional de Rehabilitación (Dinar) y su titular era el coronel Manuel Contreras, jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), actualmente condenado a más de 300 años de prisión por violaciones a los derechos humanos.
De acuerdo con los cheques, que llevaban la firma de Contreras y están incluidos en un informe de la Corte Suprema anexo a la causa por el asesinato del ex canciller Orlando Letelier, la DINA hizo también numerosos pagos a los principales diarios, revistas y agencias de noticias de la época. Todos los documentos llevan la firma de Contreras y, según indicaron dirigentes de organizaciones de derechos humanos, desmienten lo sostenido hasta ahora por las Fuerzas Armadas, en cuanto a que jamás se relacionaron institucionalmente con la policía secreta y que sus crímenes fueron hechos individuales.
Las sumas de dinero giradas desde esa cuenta bancaria a diversos organismos del Estado demuestran que el plan de exterminio que existió en Chile fue una acción de carácter institucional del Estado chileno, aseguró Mireya García, vicepresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD). “Esto configura un plano de complicidad generalizado que permitió que ocurriera en Chile lo que ocurrió”, dijo la dirigente, que entendió que si esos medios de prensa que aparecen en los documentos recibieron pagos de la DINA, no iban a informar los crímenes que se estaban cometiendo. “Con esto, ahora sabemos que el brazo de la DINA fue mucho más largo de lo que creímos y que la represión fue una acción de carácter institucional del Estado chileno”, insistió.
En tanto, Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP), subrayó que esta información confirma que en Chile existió terrorismo de Estado. “Esto nos demuestra que la DINA no sólo pagó a sus agentes, sino que financió a todo el Estado, incluidos los medios de comunicación, que por eso mismo mintieron sobre estos crímenes. El terrorismo fue de carácter institucional en Chile”, explicó.
La cuenta de Dinar tenía el número 13280724 y pertenecía al Banco de Crédito e Inversiones, que en esa época tenía otros propietarios, de Plaza Baquedano-Alameda y Vicuña Mackenna-Santiago, a corta distancia del cuartel general de la DINA. En 1975, Contreras giró a esa cuenta la suma de 1.598.496.520 escudos, cuando el sueldo mínimo en Chile era de 27.000 escudos. Varios agentes de la DINA figuran también cobrando cheques emitidos por Dinar, entre ellos el brigadier Marcelo Moren Brito, ex jefe del centro de tortura y exterminio Villa Grimaldi.
También figuran Christoph Willikie Flöl, que fue jefe del Departamento Exterior de la DINA; Eduardo Iturriaga Neumann, jefe de la Brigada Lautaro –unidad de exterminio de la DINA–; Juan Morales Salgado y Pedro Espinoza Bravo, ambos ex jefes de la DINA y todos ellos en prisión, condenados por violaciones a los derechos humanos. Aparecen, asimismo, el coronel retirado y ex alcalde del municipio de Providencia, Cristián Labeé Galilea, el ex oficial de la Fuerza Aérea Carlos Ottone Mestre, el actual asesor internacional del Instituto Geográfico Militar, Pablo Gran López, y el ex jefe de la Brigada Electrónica de la DINA, Vianel Valdivieso Cervantes.
La DINA fue la policía secreta del régimen pinochetista entre 1973 y 1977, año en que fue sustituida por la Central Nacional de Informaciones (CNI), debido a las presiones de Washington por el asesinato de Letelier. La DINA cometió numerosos secuestros y asesinatos durante los años de plomo. De hecho, los miembros de la policía pinochetista fueron entrenados en la Escuela de las Américas, y su objetivo inicial era exterminar a los integrantes del gobierno de Salvador Allende y a sus simpatizantes. Más tarde, la represión se extendió a todos los opositores al régimen liderado por Pinochet. Esta policía paraestatal tuvo vínculos probados con la CIA, tal como señala el Informe Hinchey.