Izquierda salvadoreña propone alianza estratégica para ganar segunda vuelta en marzo

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GIORGIO TRUCCHI | La jornada electoral de este domingo (2/2) en El Salvador fue considerada por el partido gobernante FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional) como una contundente victoria, después de obtener 10 puntos de diferencia arriba de Arena (Alianza Republicana Nacionalista).

ALeqM5iHuQzU1d8CyQJlaInHkEsSO3hQJgOpera Mundi

Este resultado obliga al TSE (Tribunal Supremo Electoral) a convocar, el 9 de marzo próximo, una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados. Con el 99.16% de los votos procesados, el candidato del FMLN, Salvador Sánchez Cerén, obtuvo el 48.92% del total, Norman Quijano, de Arena, el 38.95 y el ex presidente Saca, de la coalición Unidad, el 11.44%.

“Lo que logramos hoy es una proeza electoral y es el resultado de una campaña incluyente, limpia, propositiva y muy creativa. Ahora debemos unirnos y ampliar más las alianzas políticas y sociales que ya hemos construido, porque la peor tragedia que le puede pasar a El Salvador es que la ultraderecha oligárquica vuelva al gobierno”, afirmó a Opera Mundi, Sigfrido Reyes, presidente de la Asamblea Legislativa.

Según él, esto incluye un acercamiento con el ex presidente Elías Antonio Saca y la coalición Unidad, considerada por el mismo Sánchez Cerén como una opción política “que ha logrado posicionarse como la tercera fuerza del país, y expresando un pensamiento nuevo”.

El también miembro fundador del FMLN afirmó que la izquierda no debe temer estos acuerdos. “No tenemos una mayoría parlamentaria propia y estos entendimientos políticos son los que nos van a permitir tener gobernabilidad, para avanzar con los programas de transformación”, explicó.

Entre las filas del partido gobernante, hay la certeza de victoria el 9 de marzo. “Todos los ejemplos que hemos tenido en América Latina nos dicen que, con esta amplia ventaja en primera vuelta, es muy remoto que perdamos en segunda. Antes bien, vamos a ampliar el margen de votos”, concluyó Reyes.

El catedrático y filósofo Carlos Molina Velásquez subrayó el importante papel desempeñado por las autoridades electorales, garantizando un proceso electoral seguro, limpio y sin problemas, donde la victoria del FMLN asume aún más valor. “Si bien el FMLN no logró convencer buena parte del electorado indeciso, la perspectiva de ganar en segunda vuelta es muy buena”, dijo.

Para Molina, Arena deberá enfrentarse ahora al desencanto de su electorado después de este domingo. Por el contrario, el electorado del FMLN será aún más motivado y querrá ir a “votar masivamente, para lograr lo que se le escapó por escasos 15 mil votos”.

Además, es muy probable que el ex presidente Saca deje libertad de voto a sus electores, ya que durante la pasada campaña electoral, Arena y su candidato, Norman Quijano, desataron una fuerte campaña de desprestigio en su contra, después de haberlo expulsado del partido.

“Para la coalición Unidad, apoyar a Arena equivaldría a un suicidio político, porque su objetivo es desplazarla y capitalizar su derrota para crecer. Los programas y las políticas sociales podrían ser elementos donde el FMLN y Unidad coincidan”, concluyó.

Guerra civil

Profesor, sindicalista, comandante guerrillero de las fuerzas del FMLN, Sánchez Cerén fue uno de los artífices de la firma de los Acuerdos de Paz que pusieron fin a doce años de guerra civil en El Salvador. Quijano, alcalde de la capital salvadoreña, San Salvador, es un político experimentado de Arena, partido que, cuando estuvo en el poder (1989-2009), implementó un modelo neoliberal en el país, que privilegió los intereses del mercado y de las grandes empresas nacionales y transnacionales.

Casi cinco millones de votantes fueron convocados a participar el domingo (2/2) en el proceso electoral en El Salvador. Aunque hubo retraso en la apertura de algunos centros de votación, la jornada electoral transcurrió “sin mayores problemas o incidentes graves”, según el TSE, y fue elogiada por los observadores internacionales.

El próximo presidente reemplazará a Mauricio Funes, primer gobernante electo por el FMLN, después de que la fuerza guerrillera se convirtiera en partido político en 1992, después de la firma de los acuerdos. Entre 1980 y 1992, la guerra civil salvadoreña causó la muerte 75.000 personas y la desaparición de otras 8.000 personas.

La campaña de la izquierda apostó por la continuidad del gobierno de Funes, de los programas sociales y la lucha contra la violencia, uno de los principales problemas en El Salvador. Por otro lado, la oposición, liderada por Quijano, reforzó su campaña en temas de inseguridad, violencia y militarización de la sociedad.

Fuente en español: LINyM