Irán: EEUU traicionó la diplomacia y el curso de las negociaciones
Hispantv
El portavoz de la Cancillería de Irán afirma que la agresión militar israelí, coordinada con EE.UU., contra el país persa afectará el proceso diplomático en curso.
- Irán: Argentina está del lado equivocado de la historia
- ¿Cómo Israel malinterpretó a Irán y desveló sus propias fallas existenciales?
- Washington Post: conversaciones contradicen éxito de EE.UU. en ataque a Irán
En su rueda de prensa semanal de los lunes, Esmail Baqai, ha dicho ha explicado que Irán nunca se ha retirado de la mesa de negociaciones indirectas con Estados Unidos. De hecho, estábamos en pleno proceso de negociación y debíamos reunirnos con representantes estadounidenses el domingo (15 de junio), pero repentinamente el régimen sionista, con el apoyo y la autorización de Estados Unidos, atacó a Irán el viernes (13 de junio), apenas dos días antes de la sexta ronda de negociaciones que debía celebrarse en Mascate, ha agregado.
‘Negociaciones fueron un engaño, Israel coordinó agresión a Irán con Trump’
“Siempre hemos apoyado la diplomacia, pero las acciones de Estados Unidos e Israel la destruyeron, y esto fue una verdadera traición a la diplomacia (…) Realmente no se puede esperar que un hecho así no tenga repercusiones en la continuación de las conversaciones”, ha avisado.
Irán dice que continuará el enriquecimiento de uranio como un firmante del TNP, y enfatiza que nunca se rendirá a las exigencias de Estados Unidos.
Preguntado por los periodistas, ¿qué puede hacer Washington para remediar esta situación?, el portavoz Baqai ha asegurado que “depende de la respuesta de EE.UU. (…) es su deber intentar restaurar la confianza de los iraníes”, aunque ha recordado que las fluctuaciones y cambios constantes en los últimos tres o cuatro meses se han convertido en un patrón recurrente en el comportamiento de Estados Unidos, por lo que no son en absoluto dignos de confianza ni representan una base fiable.
Además, el vocero de la Cancillería persa ha advertido de que las declaraciones controvertidas de las autoridades estadounidenses, incluido el presidente Donald Trump, “deben interpretarse más bien como parte de maniobras psicológicas y mediáticas, y no como propuestas serias de diálogo o solución de conflictos”.