Hoy en día Europa no se puede defender
Stephen Bryen
El Instituto Alemán de Kiel publicó un informe inquietante, pero preciso, sobre la defensa alemana y europea. El informe sugiere que el panorama general para Alemania, Europa y Estados Unidos es sombrío. La conclusión es que, a pesar de todo lo que se dice sobre la guerra en la OTAN, la OTAN (incluidos los Estados Unidos) no está preparada para ningún conflicto con Rusia. También sugiere que el precio de los equipos de defensa está enriqueciendo a las empresas de defensa, pero no está ayudando a la causa general de la seguridad.
El Instituto de Kiel fue fundado en 1914 y está considerado como el think tank más influyente de Alemania. En septiembre, el Instituto público de estudio titulado “Preparados para la guerra en décadas: el lento rearme de Europa y Alemania en relación con Rusia”. El estudio es muy importante: señala lo poco preparados que están Alemania y otros países europeos en caso de que Rusia los ataque. Cuenta una triste historia sobre lo sobrevalorada e insuficiente que es la fabricación de armamento europea, en particular alemana.
Un gran ejemplo es el vehículo de asalto aéreo alemán llamado Caracal, una especie de felino salvaje que habita en África, Pakistán, Oriente Medio y partes de la India. El vehículo alemán, que es un jeep sin blindaje y mejorado basado en un chasis de la clase G de Mercedes, fue fabricado por Rheinmetall, Mercedes-Benz AG y ACS Armored Car Systems GmbH.
El Caracal no tiene blindaje en los laterales (que están abiertos). Se suministraron a Ucrania algo más de 3.000 de estos vehículos por un coste de 1.900 millones de euros, lo que supone un precio unitario de 620.000 euros. Se podría atornillar un cañón antitanque o una ametralladora a un jeep comercial con tracción en las cuatro ruedas por menos de 35.000 dólares por unidad. (Y como Ucrania no tiene capacidad de transporte aéreo, un vehículo de asalto aéreo lanzado al campo de batalla no es una opción). El euro se valora actualmente en comparación con el dólar a 1,08 dólares.
Un ejemplo igualmente espantoso es la munición de 30 mm para el Puma alemán. El Puma es un vehículo de combate de infantería. ¡El Puma cuesta la asombrosa cantidad de 5,3 millones de dólares cada uno! Pero, ¡escuche esto!, ¡la munición de 30 mm para el Puma cuesta alrededor de 1.000 euros por disparo! El Puma puede disparar hasta 600 balas por minuto. Eso se compara con una munición estadounidense de 30 mm de alto explosivo de doble propósito (más especializada que una bala común y corriente) que cuesta 100 dólares. Por lo tanto, la munición alemana de 30 mm es diez veces más cara que la estadounidense.
El ejército alemán también está comprando auriculares militares tácticos para los soldados. Los auriculares tácticos que se venden en el mercado cuestan 299 dólares. Si se añaden funciones como la cancelación de ruido, el precio puede ascender a 400 dólares, no más. ¡Pero los auriculares alemanes cuestan la friolera de 2700 euros!
El resultado final es que la gente está ganando mucho dinero suministrando a los ejércitos europeos o enviando material a Ucrania. Algunos podrían decir que se trata de corrupción pura y dura, ya que los gobiernos no están dispuestos a participar en estos acuerdos, o tal vez son cómplices de ellos. Tenga en cuenta que el Instituto Kiel se limita a decir que estas compras son carísimas, nada más.
El informe de Kiel tiene mucho que decir sobre la producción industrial de defensa en Rusia (que es mucha), por el hecho de que los rusos no se van a quedar sin armas en un futuro próximo, y que los suministros ahora son aumentados por Corea del Norte en forma de proyectiles de artillería y misiles. Corea del Norte, al parecer, ha estado produciendo armas en exceso de todo lo que puede usar, y hasta ahora no exportaba. El acuerdo ruso con Corea del Norte sostiene la dictadura de Kim, por supuesto, al proporcionar dinero (o su equivalente) y garantizar puestos de trabajo.
Todo esto ayuda a explicar, en parte, que las inversiones alemanas en defensa se vean corrompidas (creo que esa es la palabra correcta) por un equipamiento excesivamente caro. Incluso si Alemania realmente cumple el objetivo de la OTAN de destinar el 2,1% del PIB a defensa, lo que el ejército alemán acaba recibiendo es extremadamente caro, por no mencionar que gran parte de ese material acaba en Ucrania y sólo se reemplaza lentamente, si es que se reemplaza.
Incluso con un gasto adecuado, resulta inconcebible cuánto dinero se destina a ello. Por ejemplo, se destina muy poco a la defensa aérea, algo que es vital para las necesidades de defensa futuras. En general, las defensas aéreas suministradas por la OTAN han hecho un trabajo mediocre a extremadamente malo en Ucrania, un presagio de un futuro mortal en Europa a menos que se corrija el problema.
Larry Johnson me señaló una nota a pie de página intrigante (página 25) en el informe, escrita en letra ultrapequeña y fácil de ignorar. La nota a pie de página analiza la capacidad de Ucrania para derribar misiles y drones rusos. “Tasas de interceptación de muestra para misiles rusos de uso común en 2024: 50% para los antiguos misiles de crucero subsónicos Kalibr, 22% para los modernos misiles de crucero subsónicos (por ejemplo, Kh-69), 4% para misiles balísticos modernos (por ejemplo, Iskander-M), 0,6% para SAM supersónicos de largo alcance S-300/400 y 0,55% para el misil antibuque supersónico Kh-22.
Los datos sobre las tasas de interceptación de misiles hipersónicos son escasos: Ucrania afirma una tasa de interceptación del 25% para los misiles hipersónicos Kinzhal y Zircon, pero fuentes ucranianas también indican que tales intercepciones requieren el disparo de salvas de los 32 lanzadores de una batería Patriot de estilo estadounidense para tener alguna posibilidad de derribar un solo misil hipersónico. En comparación, las baterías Patriot alemanas tienen 16 lanzadores, y Alemania tiene 72 lanzadores en total.
Hay que tener en cuenta que los misiles interceptores para el Patriot son extremadamente escasos. Estos misiles tardan mucho en fabricarse y prepararse para fabricarlos ha resultado complicado. Hay escasez de componentes críticos , lo que también está poniendo en aprietos a las líneas de producción. Aunque Lockheed Martin es el principal productor, Boeing proporciona piezas clave para el buscador que utiliza el misil para alcanzar su objetivo (cuando funciona). Boeing no resolverá ese problema, como muy pronto, hasta 2027. Mientras tanto, Boeing se enfrenta a una huelga industrial masiva y a una crisis interna que está lejos de tener solución.
Pero hay grandes interrogantes sobre la defensa aérea. Estados Unidos ha vendido Patriot y otros sistemas a Ucrania. Los rusos dedican mucho esfuerzo a destruirlos, pero incluso cuando funcionan, su tasa de intercepción es inferior a la normal. Europa ha suministrado IRIS-T, NSAMS y otros sistemas que, hasta donde se puede determinar, son aproximadamente equivalentes a Patriot. En general, los sistemas israelíes son mejores, pero no están desplegados en Ucrania. El que se considera el mejor sistema estadounidense de defensa aérea, AEGIS (en forma de AEGIS Ashore), no está en Ucrania. Los sistemas están en Polonia y Rumania.
Europa tiene muy pocos sistemas de defensa aérea desplegados en el país (Gran Bretaña no tiene prácticamente ninguno). Estados Unidos no está en una situación mucho mejor. Algunos sistemas, especialmente el interceptor terrestre de medio recorrido (con base en Alaska), son un conjunto heterogéneo, y el Pentágono está buscando nuevos misiles interceptores que funcionen mejor que los que tienen. A pesar de muchas pruebas que se optimizaron para intentar asegurar el éxito, los cuarenta misiles que hay en inventario sólo funcionan la mitad del tiempo.
El futuro también es preocupante, ya que las armas hipersónicas llegan al campo de batalla, como ya sucedió en Ucrania con el Kinzhal y el Zircon. Los sistemas como el Patriot o el Iris-T o cualquier otro sistema de defensa aérea de la OTAN difícilmente tendrán posibilidades contra los misiles de ataque hipersónicos.
El panorama tampoco es alentador en lo que respecta a los drones, que los ucranianos y los rusos están lanzando por miles. Son difíciles de destruir y sistemas como el dron ruso Lancet pueden destruir tanques de guerra y vehículos de combate de infantería modernos. Hasta ahora, nadie, incluido Israel, ha encontrado una forma eficiente de destruir enjambres de drones, o incluso algunos ataques menores que logran atravesar el enemigo.
Por encima de todo, el informe de Kiel ofrece una perspectiva nueva e importante sobre la situación de seguridad de Europa y, por extensión, de Estados Unidos, que se ha comprometido por tratado a ayudar a defender a Europa. En lugar de seguir ampliando la OTAN y crear angustia en Europa y Rusia, es hora de dar un paso atrás y ver si es posible una defensa creíble de Europa. Por ahora, la respuesta es que no es posible.
*Exfuncionario del Departamento de Defensa de Estados Unidos, miembro sénior del Centro de Política de Seguridad y corresponsal senior del Asia Times.