Honduras cerrará la base militar de EEUU, si Trump realiza una deportación masiva
Gerardo Villagrán del Corral
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, advirtió que si el Gobierno del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, hace una deportación masiva de hondureños labase militar estadounidense en territorio del país centroamericano no tendría “razón de existir”.
“Frente a una actitud hostil de expulsión masiva de nuestros hermanos, tendríamos que considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación con Estados Unidos, especialmente en el campo militar, en el que sin pagar un centavo por décadas mantienen bases militares en nuestro territorio, que en este caso perderían toda la razón de existir en Honduras”, señalóo Castro
En su mensaje de Año Nuevo, la presidenta destacó avances en su gobierno, denunció actos de injerencia por parte de Estados Unidos y saludó a todos quienes confrontan una lucha feroz «contra el fascismo en el continente».
Uno de los mensajes destacados fue el dirigido por la mandataria hacia el gobierno de Estados Unidos, que anunció que en 2025 se reconsiderará la presencia de la base militar estadounidense en Palmerola si la nueva administración adopta políticas hostiles contra los migrantes hondureños. “Por décadas, mantienen bases militares en nuestro territorio sin pagar un centavo, pero perderían toda razón de existir si adoptan medidas hostiles contra nuestros ciudadanos”.
Estados Unidos mantiene una base en Palmerola, en el centro de Honduras, que construyó a inicios del decenio de los 1980 y en la que permanecen unos 400 militares. La base le sirvió para sus operaciones contra el comunismo en Centroamérica en plena guerra fría. Trump prometió desde la campaña electoral una deportación masiva de migrantes ilegales que comenzaría el próximo20 de enero, cuando empezará el nuevo Gobierno estadounidense, como ya aseguró Tom Homan, considerado el ‘zar de la frontera’ de la nueva administración.
La Base Aérea Soto Cano, ubicada en Palmerola, Comayagua, ha sido un punto estratégico para las operaciones del Comando Sur de Estados Unidos desde su creación en 1982. Actualmente, alberga a más de 500 militares y 500 civiles estadounidenses, funcionando como un eje central en la región.
Castro subrayó que espera un diálogo “constructivo y amistoso” con el nuevo gobierno de Donald Trump, pero advirtió que una deportación masiva de migrantes hondureños, como prometió el presidente electo durante su campaña, sería considerada una acción hostil.
La presidenta también cuestionó la inclusión de la magistrada Sonia Marlina Dubón en la Lista Engel y la suspensión de su visa por parte de Estados Unidos, calificándolo como un acto “injerencista” y anunció que Honduras elevará una protesta formal ante el gobierno estadounidense, señalando que este tipo de medidas socavan la soberanía del país.
Castro reiteró su rechazo al proyecto de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDEs), al que calificó como una “traición a la patria” y un ejemplo de políticas neoliberales que vulneran el interés nacional.
En el balance de sus tres años de gobierno, Xiomara Castro destacó logros en áreas como energía, economía y programas sociales, a pesar de lo que llamó una “lucha feroz” contra la oposición política y los medios de comunicación que, según ella, intentan sabotear las iniciativas de su administración. Asimismo, denunció el bloqueo legislativo de la Ley de Justicia Tributaria por parte de la oposición bipartidista, un hecho que calificó como un ataque directo a la población hondureña.
“No hay iniciativa nuestra que no intenten bloquear con todos los medios a su alcance”, declaró Castro, enfatizando su compromiso con la “refundación” de Honduras y su rechazo al retorno de políticas neoliberales que, según ella, han forzado la migración masiva de hondureños, y se volvió a referir a la «narcodictadura de 12 años y siete meses» para asegurar que, pese a las consecuencias de las administraciones pasadas, su mandato ha alcanzado grandes logros.
«Con mi Gabinete Económico, presidido por Finanzas, implementé medidas de políticas efectivas y oportunas para disminuir los impactos de la ruina en que encontré el Estado hondureño», aseguró. Al tiempo que destacó que, al cierre del 2024, su administración logró «notables mejoras económicas». Por último, la presidenta hondureña auguró un mayor crecimiento para el año 2025 y resaltó que esperan que para este año la «economía continúe demostrando una evolución favorable de 3.5% a 4%».
Solidaridad regional
A su vez, como presidenta pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), Xiomara Castro destacó su compromiso con la cooperación regional. Anunció que junto a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, convocará una reunión de cancilleres para abordar la crisis migratoria y fortalecer la solidaridad con países como Haití y Cuba.
En ese contexto, hizo un llamado al gobierno de Estados Unidos para que invierta en el proyecto del tren
interoceánico, una iniciativa que conectaría los puertos más importantes del Caribe y el Pacífico. Dijo que este proyecto representa una oportunidad para fomentar el desarrollo económico en la región y fortalecer la cooperación bilateral.
La presidenta aprovechó la ocasión para expresar su apoyo al pueblo de Haití, uno de los países más afectados por la inestabilidad y la pobreza extrema en la región. Aunque no especificó acciones concretas, Castro reiteró su compromiso de abordar la situación haitiana en el marco de la CELAC, subrayando la necesidad de un enfoque multilateral y solidario.
* Antropólogo y economista mexicano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)