Holguín y Jaua, buen inicio
PÁVEL RONDÓN| Las relaciones entre Colombia y Venezuela son excepcionales: los temas son variados, el Estado tiene la primacía, pero los actores no estatales se hacen sentir.Hay temas permanentes que a veces son expuestos a la opinión pública alternadamente. El tema de los indocumentados por citar uno, fue muy tratado en décadas anteriores; leyes y reglamentos del Gobierno Bolivariano han sacado el tema de la espectacularidad mediática.
Otra característica que ha privado en los últimos 25 años es la sinuosidad: esto es, momentos de cooperación y distensión que se alternan con enfrentamientos o tensiones.
El expresidente Álvaro Uribe desde su postura pro Estados Unidos introdujo factores que llevaron a los países a momentos de extrema tensión y como él mismo lo expresó en octubre pasado, pensó en declararle la guerra a Venezuela.
Por cierto, somos los dos únicos países del continente que no hemos ido a la guerra. La relación de los presidentes Hugo Chávez y Juan Manuel Santos ha logrado romper ese ciclo de tensión sostenida y de diplomacia del micrófono. Y se han creado grados de confianza en las relaciones, que sus cancilleres
Nicolás Maduro y María Ángela Holguín en su momento instrumentaron para
fortalecer y mantener ese nuevo ambiente.
La frontera común es fuente de preocupación de esas relaciones, son 2.219 kilómetros y cuatro subfronteras: Guajira, Andina, Llanera y Amazónica. Allí viven más de 9 millones de personas.
La decisión del nuevo canciller venezolano Elías Jaua y su par colombiana María Ángela Holguín de tratar la convocatoria de los gobernadores de frontera, significa llevar la confianza a esa vasta región; no hay dudas, es un buen inicio.
*Ex embajador venezolano en Colombia