Háganse cargo de su gobierno, un bulto pesado y apestado para el Perú

Rudecindo Vega Carreazo

El gobierno en Perú está, hace tiempo, en el piso. No representa al pueblo peruano, sí a una mafiosa coalición gubernamental. No es un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo; es un gobierno del crimen, por el crimen y para el crimen. Su legitimidad es una ilusión y su legalidad un anacronismo. Perú, un novedoso laboratorio político en las últimas décadas, ha sido convertido, por la criminalidad, en un comprobado estado fallido.

El Leviatán de Hobbes ha sido derrotado por la “naturaleza salvaje” y criminal de las mafias gubernamentales. “El Ogro Filantrópico” de Octavio Paz es un ogro mafioso nacional. Es increíble como un “inconstitucional gobierno parlamentario” puede sostenerse en un “régimen presidencialista”, violando la constitución y avalado por el propio Tribunal Constitucional, poderes del estado y organismos constitucionales. Padecemos un gobierno rastrero, ilegítimo y sin representación, ilegal y criminal; la voluntad ciudadana va contracorriente del gobierno sin impactar su permanencia ni sostenibilidad.

La última encuesta del IEP, para irritación congresal y presidencial, confirma los resultados de otras encuestadoras nacionales e internacionales. El congreso gubernamental tiene un 95% de rechazo ciudadano y apenas 2% de aprobación (por debajo del margen de error). Su marioneta presidencial en el ejecutivo está igual, en el piso, su rechazo se desborda en 93% y su aprobación, empatada con el margen de error, apenas llega al 3.6%.

Desde que las organizaciones criminales, llamadas partidos, mediante sucesión constitucional, se apropiaron del gobierno, han hecho todo lo posible para estar peor, la ciudadanía, así les ha reconocido. Desde enero del 2023, Dina Boluarte, “Con punche Perú”, ha subido su rechazo de 71% a 93% y bajado su aprobación de 19% a 3%; mientras que el Congreso subió su rechazo de 89% a 95% y bajó su aprobación de 7% a 2%. En un “estado normal”, en situaciones regulares, esas autoridades deberían haberse ido y habríamos elegido nuevas autoridades. Hoy, el gobierno del congreso y ejecutivo, son un bulto demasiado pesado para el país.

Es un gobierno ilegal e ilegítimo, no por la sucesión constitucional, sino también, por la doble traición a la voluntad popular expresada en las elecciones; la presidente sucesora, además de traicionar a su presidente y compañero de plancha, ha traicionado a sus propios votantes, gobierna con los perdedores, no con los ganadores. Que así haya sido nuestro histórico tragidrama no lo convierte en legal ni legítimo.

Dina Boluarte, condicionada por el fujimorismo

Los ganadores han sido traicionados por su gobierno, no los representa, ella gobierna por algo que no votaron y contra quienes votaron, tienen derecho a exigir que sea acusada por desleal y traicionera y, juzgada por sus varios delitos de corrupción y asesinatos. Los perdedores de las elecciones también han sido traicionados por sus líderes que gobiernan desde la sombra, ellos no ganaron el gobierno, hasta validaron las elecciones que quisieron cuestionar, son parte de un gobierno traidor a la voluntad ciudadana, incluso de ellos mismos. Los buenos perdedores hubieran exigido nuevas elecciones inmediatamente. Queda pocos meses, quizás agosto o setiembre sea el momento, para que sus líderes, intentando lavarse la cara, se deshagan de su bulto presidencial, su gobierno congresal.

Insisto, así moleste, avergüence y duela, el gobierno del congreso y Dina, es un gobierno de títeres. Títeres son los congresistas y títere es Dina, los titiriteros no están en el congreso ni en el ejecutivo, pero gobiernan desde sus organizaciones criminales llamadas partidos y/o desde algún gobierno regional o municipal.

Es la cortina que esconde a los verdaderos responsables de ser gobernados por jefes de organizaciones criminales. Lamentablemente, nuestra protesta y puntería está dirigida a los títeres, no a los titiriteros; a los antonegra (quienes hacen el trabajo sucio) y no a los verdaderos capos de la mafia.

La coalición autoritaria que gobierna Perú | Nueva SociedadNada lograremos protestando contra Dina y los congresistas, deberíamos orientar nuestra presión y protesta contra los verdaderos gobernantes, la mafiosa coalición gubernamental: Keiko y Fuerza Popular, Acuña y APP, Cerrón y PL, López Aliaga y Renovación Popular, Acción Popular y sus mafiosos “niños”, Avanza País y su bancada, más el apoyo de Podemos y Somos Perú. La ilegitimidad, ilegalidad e inconstitucionalidad gubernamental también reposa ahí, ser gobernados por quienes no han sido electos, no tienen cargos ni autoridad para ejercerlo, son gobernantes clandestinos sin ninguna responsabilidad.

Esa mafiosa coalición gubernamental es plural y multicolor, tiene de todas las tendencias políticas: izquierda, centro y derecha; mercantilistas, liberales, conservadores, comunistas y socialistas; cristianos y no cristianos. No son una clase política, poco lo hemos tenido; tampoco son, lo que Milei, denominó en Argentina, casta política; en Perú tenemos mafias gubernamentales que usan la política mediante organizaciones criminales disfrazadas de partidos, vientres de alquiler, empresas, clubes electorales.

Esa mafiosa coalición gubernamental a podrido todo: ha destruido la institucionalidad democrática y la seguridad ciudadana, el crecimiento económico y lucha contra la pobreza, ha dañado los valores ciudadanos y respeto a la vida. Esa putrefacción gubernamental nacional, hiede, repugna a la voluntad ciudadana que no sabe cómo evitarlo. El gobierno de esa mafiosa coalición gubernamental que titiritea al congreso y Dina, además de ser un bulto pesado, son un bulto putrefacto, maloliente, apestado, para el Perú.

A esa mafiosa coalición gubernamental hay que responsabilizarla y exigirle que se hagan cargo de su gobierno, de su bulto pesado y apestado que aplasta la19J A lo largo y ancho del país nos... - Verónika Mendoza | Facebook voluntad ciudadana y destruye el país. Que se hagan cargo de su presidenta Dina y de sus congresistas, ellos son los responsables de nuestro desastre actual y quieren continuar gobernando, tienen organizado todo para reelegirse en las elecciones del 2026. Si las protestas no funcionan y no han funcionado, sin el desprecio y rechazo ciudadano no ha tenido impacto alguno, deberíamos hacerlos sentir en sus propias elecciones.

El 95% de peruanos que desprecia al congreso debería rechazar a los partidos y congresistas que vuelvan a postular; el 93% que rechaza a la presidenta debería hacerlo votando en contra todos los lideres que la sostienen y soportan a pesar de su ineptitud, corrupción y autoritarismo. Sumémonos a la campaña propuesta por Rosa María Palacios “Por Estos No”. Desde cualquier punto del país, desde cualquier tendencia, por amor al Perú, por amor a nosotros, #PorEstosNo.

*Abogado y político peruano. Fue ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento en el gobierno de Alejandro Toledo, así como Ministro de Trabajo y Promoción del Empleo en el gobierno de Ollanta Humala.