Ha-Joon Chang: “La lavadora cambió la sociedad más que internet”
En su reciente libro 23 Things They Don`t Tell You About Capitalism, el economista de la Universidad de Cambridge Ha-Joon Chang pone cabeza abajo la concepción convencional sobre el libre mercado y sostiene que la lavadora fue más revolucionaria que el internet. Le entrevistó Marco Visscher.
-Espera un momento. ¿Entonces internet no ha revolucionado todo?
-No realmente, no. En lugar de leer un periódico, ahora leemos las noticias en formato digital. En vez de comprar libros en una tienda, los compramos por internet. ¿Qué es tan revolucionario? Internet ha afectado fundamentalmente nuestro tiempo de ocio.
-Entonces ¿qué ha hecho por nosotros la lavadora?
-Como otros electrodomésticos, liberó a las mujeres de hacer determinado tipo de trabajo doméstico o de hacer tediosas actividades como sirvienta doméstica. Un siglo atrás, el 10% de la fuerza de trabajo lo hacía en hogares ajenos. Hoy, muy pocas mujeres lo hacen. Excepto la Revolución Industrial, que hizo decrecer sustancialmente el número de campesinos, no conozco otra tecnología que haya casi abolido una profesión entera a semejante escala, en tan corto tiempo. En resumen, la lavadora ha permitido a las mujeres ingresar en el mercado de trabajo, con lo que hemos duplicado la fuerza de trabajo.
-¿Qué más hizo por la sociedad?
-Las mujeres comenzaron a tener menos hijos, ganaron mayor poder de negociación en sus relaciones y gozaron de un status mayor. Esta liberación de las mujeres hizo mucho más por la democracia que internet. La lavadora es el símbolo de un cambio fundamental en cómo vemos a las mujeres. Cambió la sociedad más que internet.
-Nunca lo había pensado de ese modo…
-Eso es porque la gente como tu y yo no tiene memoria respecto de lo que fue destinar dos horas diarias a lavar la ropa en agua fría. La gente siempre piensa que está en el medio de una revolución mientras tiende a no darse cuenta de la profundidad de un cambio que ha sucedido en el pasado. El telégrafo fue una revolución, pero ¿quién lo ve así hoy? El telégrafo aceleró el transporte de mensajes de larga distancia enormemente. La máquina de fax lo hizo aun más rápido, e internet lo ha hecho un poco más rápido –pero no tanto más rápido, en realidad-.
-Pero la creencia en el poder revolucionario de internet no es dañina, ¿cierto?
-No lo se. La caridad funciona ahora brindando acceso a internet en los países pobres. Pero ¿no deberíamos invertir ese dinero en construir clínicas y agua potable? ¿No son esas cosas más relevantes? No es mi intención minimizar la importancia de internet, pero su impacto ha sido exagerado.
*Ha-Joon Chang es profesor de economía en la Universidad de Cambridge y miembro del Center for Economic and Policy Research de Washington DC