Guatemala, democracia con alfileres: levantan inhabilitación de Semilla
Victoria Korn
El Tribunal Supremo Electoral de Guatemala (TSE) levantó temporalmente – hasta el 31 de octubre- la inhabilitación al partido Semilla del presidente electo Bernardo Arévalo, ordenada por el juez Fredy Castillo, a petición de la titular de la Fiscalía General, Consuelo Porras.
El partido fue inhabilitado el 28 de agosto por el Registro de Ciudadanos (padrón electoral), al acatar una polémica orden judicial, lo que impedía a Semilla toda actividad y reducía las facultades de sus diputados. Esto condujo a Arévalo a denunciar un plan de golpe de Estado para impedir que asuma el poder en enero de 2024.
Se deja en suspenso la resolución SRC-R-3207-2023 emitida por el director del Registro de Ciudadanos hasta la conclusión del proceso electoral, el 31 de octubre, cuando termine formalmente el actual proceso comicial.No resulta razonable ni prudente exponer la vigencia de las organizaciones políticas mientras sigue en curso el proceso electoral, agrega la resolución, añadió el TSE.
En su fallo, el TSE expresa que los resultados de las elecciones (que le dieron la victoria a Arévalo) no pueden ser revisados, modificados o anulados. Una vez electos democráticamente representan la unidad nacional y no a partido político alguno.
Los líderes del Congreso ya habían utilizado la suspensión del Movimiento Semilla la semana pasada para convertir a sus siete legisladores, incluido Arévalo, en independientes, lo que les impide tener bancada propioa, liderar comités legislativos u ocupar otros puestos de liderazgo en el Congreso.
Arévalo indicó el viernes que en su país existe un grupo de políticos y funcionarios corruptos que se niegan a aceptar el resultado de los comicios. Estamos viendo un golpe de Estado en curso, añadió. Y apuntó a la fiscal general Consuelo Porras, el fiscal Rafael Curruchiche y el juez Orellana, así como la junta directiva del Congreso y otros actores corruptos.
La fiscal general Porras, el fiscal Curruchiche (quien hizo el pedido de inhabilitar a Semilla) y el juez Orellana (quien dictó tal orden) figuran en una lista de Estados Unidos de funcionarios corruptos. Además de boicotear el proceso electoral, Porras y Curruchiche llevan adelante una criticada cruzada contra periodistas y jueces y fiscales que combatieron la corrupción.
La medida fue otro intento para impedir la llegada al poder del primer mandatario que se deslinda de la oligarquía política, militar y empresarial que controla el país vecino desde hace casi siete décadas –desde que el presidente Jacobo Árbenz fue derrocado, en 1954, por instigación de la CIA estadounidense–, por medio de dictadores militares o gobernantes civiles que operan como fachada del llamado Pacto de Corruptos.
La decisión del TSE de detener la suspensión de nuestro partido trae cordura a este momento crucial de la historia, donde la democracia está dando su mejor batalla, arropada por la gente honesta y decente de este país, declaró Nino Matute, concejal electo de Semilla en la capital.
En enero, al convocar a los comicios presidenciales, legislativos y municipales del 25 de junio, el TSE anunció que este proceso electoral culminaría formalmente el 31 de octubre. Todavía falta la entrega de su credencial de presidente electo a Arévalo, un paso del proceso en curso, entre otras formalidades.
La suspensión de Movimiento Semilla es sólo un capítulo de la guerra judicial y constituye el más reciente intento de desvirtuar la voluntad popular expresada en las urnas el pasado 20 de agosto, cuando Arévalo se impuso por un amplio margen sobre la candidata de las derechas, Sandra Torres.
Aunque la medida no afectaría la toma de posesión del presidente electo, el 14 de enero del año entrante, los líderes del Legislativo, alineados con la oligarquía, esgrimieron la suspensión para desmantelar el grupo parlamentario de Semilla y declarar independientes a sus siete legisladores actuales. Por añadidura, de prosperar, la ilegalización del partido dificultaría la toma de posesión de autoridades municipales y de los 23 parlamentarios electos por Semilla,
La ciudadanía convocada por Arévalo, se ha volcado a las calles en defensa de los resultados electorales y en demanda de la renuncia de la fiscal golpista. El sábado, miles de personas se congregaron en la plaza central de la capital guatemalteca en apoyo al mandatario electo y llevaron a las oficinas de Porras una petición digital con más de cien mil firmas para que deje el cargo.
Ciudades como la de Quetzaltenango en el suroccidente del país, a unos 200 quilómetros de la ciudad capital -la Antigua Guatemala-, de Sacatepéquez a 41 quilómetros; Cobán, Alta Verapaz a 212 quilómetros y Puerto Barrios, Izabal, a 300 quilómetros de la ciudad de Guatemala fueron escenarios de protestas y concentraciones en sus plazas centrales o frente a las sedes del Ministerio Público.
En estos departamentos las manifestaciones se han mantenido desde el 25 de junio, con las primeras acciones ilegales de la Fsicalía contra el Tribunal Supremo Electoral (TSE), el proceso electoral y el Movimiento Semilla. Es en las calles, plazas y carreteras, donde la ciudadanía y las formaciones locales, comunitarias, indígenas y populares de organización empujan la lucha para revertir este golpe.
El empecinamiento de la cúpula oligárquica en impedir, o cuando menos obstaculizar hasta donde sea posible la asunción de Arévalo, ha desembocado en un conflicto a varias bandas entre el TSE, la Fiscalía General y la Corte de Constitucionalidad, instancias entre las cuales se va trazando un laberíntico camino hacia la sucesión presidencial inminente.
La mejor garantía para disipar la amenaza de un golpe de Estado judicial en Guatemala es la movilización popular sostenida y creciente en los largos meses que faltan para que el hombre por el que votaron los guatemaltecos logre asumir la presidencia.
En Washington, el jefe de la Misión Electoral de la Organización de Estados Americanos en Guatemala, Eladio Loizaga, también advirtió el viernes sobre un posible rompimiento del orden constitucional por las acciones de la justicia contra el partido de Arévalo.
Guatemala está sumida en pobreza, violencia y corrupción, males que inducen cada año a miles de guatemaltecos a emigrar. Pero el ascenso al poder de Arévalo ha alarmado a la élite política y empresarial, acusada de corrupta. Es hijo del presidente Juan José Arévalo, uno de los líderes de la “primavera democrática” de Guatemala, que terminó cuando fue derrocado su sucesor Jacobo Árbenz en 1954 por una rebelión militar orquestada por Estados Unidos.
Curruchiche alega supuestas irregularidades en el proceso de inscripción de militantes del partido en 2017, pero la comunidad internacional sospecha que es un pretexto para debilitar a Arévalo o impedir su ascenso al poder.
La presidenta hondureña, Xiomara Castro, escribió: condeno el intento de golpe en Guatemala denunciado por el presidente electo Bernardo Arévalo. El golpismo y el crimen amenazan nuestras democracias, sólo defendidas por la legitimidad de la soberanía del pueblo en las calles y en las urnas.
Guatemala está sumida en la pobreza, la violencia y la corrupción, males que inducen cada año a miles de guatemaltecos a emigrar. Pero el ascenso al poder del progresista Arévalo alarma a la élite política y empresarial. Arévalo debe sustituir a Alejandro Giammattei, lo que cerrará un ciclo de 12 años de gobiernos de derecha.
*Periodista venezolana, analista de temas de Centroamérica y el Caribe, asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)