Gonzalo Civila: La LUC de Lacalle es el abecé de lo que podríamos denominar neoliberalismo autoritario

 

Hemisferio Izquierdo

Gonzalo Civila, joven profesor de filosofía, secretario general de del Partido Socialista-Frente Amplio del Uruguay, representante nacional por el mismo partido en el período 2020-2025, habla con Hemisferio Izquierdo sobre la Ley de Urgente Consideración (LUC) que el gobierno de la coalición de derecha, encabezado por Luis Lacalle Pou, presentó al Congreso.

– Más allá de los cientos de cambios específicos incluidos en la LUC ¿Qué lectura general se puede hacer de la misma en clave estratégica, es decir, como parte del programa histórico de los sectores dominantes en Uruguay? ¿Cómo se inserta la misma en el ciclo de ajuste, y represión, qué parece comenzar el 1º de marzo?

– La LUC, como el propio gobierno lo ha establecido, es una pieza clave de su programa. Se trata de un proyecto que busca instalar de shock las bases para el avance de una perspectiva punitivista y represiva, privatizadora y concentradora. Es el ABC de lo que a grosso modo podríamos denominar neoliberalismo autoritario. No trata de urgencias reales y concretas sino de las urgencias ideológicas de las clases dominantes: ajuste y palos.

El objetivo es revertir varias de las conquistas democráticas de los últimos 15 años. El programa, inspirado en el dogma del mercado autorregulado, implica acrecentar la fuerza represiva del Estado y debilitar su incidencia en la economía, aumentar el poder empresarial y disminuir el peso específico de los trabajadores, afectando también sus instrumentos de movilización y lucha. El clima de descrédito de las herramientas colectivas que se pretende instalar por estos días va en la misma dirección.
– ¿Qué desafíos plantea la LUC y, más en general, la etapa que se abre para las izquierdas en clave de táctica y estrategia? ¿Cómo pensar en ese marco tanto la resistencia a la LUC como una ofensiva programática popular?

De roles inesperados a cambios por la LUC: el COVID-19 y su ...– La etapa que se abre requiere del campo popular una actitud inteligente y firme. Las fuerzas que integramos el anterior gobierno debemos transitar un proceso genuino de autocrítica y a su vez volcarnos rápidamente al trabajo en la base misma de la sociedad, escuchando y compartiendo procesos de organización, denunciando honestamente los efectos de las políticas y proponiendo alternativas, que nos permitan anunciar otro futuro.

El momento particular que vivimos, y las circunstancias de la emergencia sanitaria y social, colocan un marco excepcional para el debate y la movilización, que a nuestro entender el gobierno aprovecha de forma oportunista para avanzar con el proyecto de LUC. Lejos de toda demagogia y oportunismo, la cercanía con las situaciones de mayor necesidad y el contraste entre los problemas reales y las falsas urgencias del proyecto, son el camino que a través de un frente social y político unido debemos transitar.