Gobierno británico pide apoyo de la Unión Europa por medidas argentinas
JAVIER LEWKOWICZ| La tensión entre Londres y Buenos Aires va en aumento. El Reino Unido pidió que la Unión Europea apoye su repudio al bloqueo comercial que pretende realizar la Argentina. El gobierno argentino, a través de la Cancillería, se manifestó “complacido” de que los británicos “hayan finalmente recurrido a un foro para buscar una solución diplomática a la cuestión Malvinas”.
En esa tesitura, de apretadas y chicanas, tuvo lugar ayer un nuevo capítulo en la escalada por la soberanía de las islas Malvinas, reclamo que el Gobierno quiere potenciar bajo distintas vías. En este caso, busca que empresas instaladas en el país dejen de importar mercancías desde el Reino Unido, pedido realizado a más de 20 firmas por la ministra de Industria, Débora Giorgi.
Desde inicios de esta semana, Giorgi pidió a empresas que operan con el Reino Unido que dejen de adquirir mercancías británicas y que importen desde otros destinos “que no utilizan todavía al colonialismo como una forma de acceder a los recursos naturales ajenos”, según describieron desde la cartera industrial. Entre las empresas que recibieron la advertencia figuran Syngenta, Finning, Case New Holland, Roemmers y Ford.
“Es muy triste que la Argentina continúe su política de confrontación, en lugar de una de cooperación”, respondió ayer Steve Field, vocero del primer ministro británico, David Cameron. “El Reino Unido es el sexto mayor inversor en Argentina, e importa mucho más de lo que le exporta. No beneficia al interés económico de Argentina poner barreras”, agregó.
Por otro lado, la Foreign and Commonwealth Office, ministerio de relaciones exteriores británico, convocó ayer a Osvaldo Mársico, encargado de Negocios de la Argentina en el Reino Unido, máxima autoridad diplomática, a la espera de que la embajadora, Alicia Castro, reciba la designación. “Elevamos nuestra preocupación al encargado argentino en Londres, quien lo reportará a Buenos Aires para una urgente clarificación. Dejamos en claro que estas acciones en contra del comercio legítimo son motivo de preocupación no sólo para el Reino Unido, sino para la Unión Europea. Esperamos que la Unión Europea manifieste una preocupación similar con las autoridades argentinas”, indicaron los británicos. Horas después, el vocero de la Comisión Europea para el Comercio, John Clancy, dijo que “la Unión Europea va a iniciar los procedimientos diplomáticos apropiados con el fin de aclarar preocupaciones comerciales legítimas”.
Ante el pedido británico para que Europa intervenga, la Cancillería argentina redobló la apuesta y propuso que “la Unión Europea junto con la Unasur analice la cuestión Malvinas e invite a las partes a reiniciar las negociaciones convocadas, en numerosas oportunidades, por la Asamblea General de las Naciones Unidas y que Gran Bretaña ignora, mostrando desprecio por el máximo órgano para la resolución pacífica de los conflictos entre naciones, poniendo en riesgo las instituciones de la gobernanza multilateral”. “La decisión del Reino Unido también dará ocasión a los miembros de la Unión Europea de comprobar las violaciones de resoluciones de las Naciones Unidas por parte de Gran Bretaña debido a la explotación de recursos naturales en zonas en disputa de soberanía”, agregó.
Las importaciones desde el Reino Unido llegaron en 2011 a 608 millones de dólares, de los cuales el 57 por ciento, según datos del gobierno nacional, está explicado por 28 empresas instaladas en el país, que adquieren principalmente productos químicos y bienes de capital. “27 de las 28 empresas compran los mismos productos que producen los británicos en terceros países, incluso en mayor volumen, por lo que en el corto plazo podrían cambiar el origen de casi el 50 por ciento de las mercancías que actualmente importan del Reino Unido”, describen fuentes oficiales.
En el Gobierno aseguran que el laboratorio Abbot, el laboratorio medicinal Merck, Sharp y Dohme, la firma de maquinaria agrícola Case New Holland, la empresa de bienes de capital Finning y la automotriz Ford podrían sustituir importaciones británicas por otros orígenes con relativa facilidad. También introducen en ese grupo la compra de grupo electrógenos, neumáticos y vacunas antigripales.
La propuesta oficial para las empresas multinacionales que no son de capital británico y tienen comercio intrafirma y para aquellas que sean de capital nacional es que se provean con productos de otro origen. Por su parte, de las 28 empresas que explican casi el 60 por ciento de las compras al Reino Unido, cuatro son británicas, a las cuales se podría llegar a convocar próximamente para una reunión en la cartera industrial.