Fuerte denuncia de un obispo mexicano

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Washington Uranga-Página12
“Lo que quiere este pueblo (mexicano) es que gobiernen bien y si no quieren gobernar bien, pues que se vayan”, dijo Raúl Vera López, obispo católico de Saltillo, al norte de México, refiriéndose a los gobernantes de aquel país y hablando ante sacerdotes y seminaristas de su diócesis. Mencionando por su nombre al presidente Enrique Peña Nito sostuvo que lo que quieren “los malos gobernantes” es que “no veamos, que permanezcamos ciegos ante sus fechorías, y por eso dicen que cuando reclamamos injusticias, estamos desestabilizando el país, que buscamos derrocar al gobierno”.

El obispo denunció que “quienes están destrozando a México” no quieren entender que “las ciudadanas y los ciudadanos siempre vamos a reclamarles que nosotros queremos ser parte de la construcción de la historia del bien y de la justicia”, que sabemos distinguir el bien del mal, y “por esa razón nos quieren acallar cuando reclamamos sus injusticias, su corrupción y su impunidad”.

En directa referencia a los crímenes cometidos en Ayotzinapa, Vera dijo que “algunos quisieran que permaneciéramos ciegos, que la gente creyera que tiene que resignarse a la muerte provocada por injusticias; quisieran ver un pueblo resignado a padecer la impunidad, les gustaría que no se señalara la corrupción”.

Raúl Vera López (69 años) es ingeniero químico por la Universidad Autónoma de México, filósofo y teólogo, sacerdote desde 1975, obispo desde 1987 y se ha distinguido por su trabajo con los campesinos y habitantes de las poblaciones marginadas. Dentro de la Conferencia Episcopal ocupó desde 1994 un puesto en Comisión Episcopal para la Paz en Chiapas, zona en la que actúa el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Ahora el obispo responsabilizó directamente al “Estado mexicano” por “la impunidad en que se mantienen las acciones criminales de las desapariciones forzadas de muchos ciudadanos”. Y en relación con lo acontecido en Ayotzinapa dijo que “todo ha sido cometido bajo la luz pública” porque “a estos jóvenes normalistas se los llevó la policía públicmex los 43amente y la gente sabe que el municipio con su autoridad principal, su alcalde, el cuerpo de seguridad pública y todo lo que está al servicio de aquel municipio es parte del Estado mexicano, pues el municipal es uno de los niveles que, junto con el estatal y el federal, constituye los tres niveles del Estado mexicano. Desde el momento en que el alcalde los pone bajo un mando suyo, se hace responsable de su desaparición, y por lo tanto debe ser considerado como crimen de Estado”.

En su presentación, bajo el título “Basta ya”, el obispo dijo que “nos quieren acallar cuando les reclamamos (a los gobernantes) sus injusticias, su corrupción y su impunidad. ¿Qué solución van a dar?”, pregunta. Y él mismo se responde: “Ya lo escuchamos en estos días en palabras del propio presidente Peña Nieto: más represión todavía”.

En virtud de su actuación en la búsqueda de soluciones para la paz en Chiapas, en 1995 Vera López fue designado obispo coadjutor de San Cristóbal de la Casas (Chiapas), para trabajar junto al obispo diocesano de entonces, Samuel Ruiz, un prelado caracterizado por su cercanía a la teología de la liberación latinoamericana. Desde 1995 hasta la fecha Vera López es presidente del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Chiapas), cargo que mantuvo después de la muerte del obispo Ruiz y aun cuando fue trasladado como obispo diocesano de Saltillo, en 1999.

En esta última ciudad, Vera López creó el Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios y se lo reconoce como un activo defensor de las causas de los trabajadores, acompaña las luchas de los movimientos sociales y en defensa de la biodiversidad. El obispo de Saltillo ha recibido duras críticas de la derecha política y católica, particularmente en los últimos tiempos por su trabajo pastoral con la comunidad lésbico gay. En 2008 fue orador principal en Long Beach (Estados Unidos) en la XV Conferencia Nacional de la Asociación Nacional de Ministerios Católicos Diocesanos Lésbicos y Gays.

mex  Raul Vera Lopez obispo vertEn otro pasaje de su presentación a raíz de los hechos de Ayotzinapa, el obispo Vera López dijo que es importante que “se denuncie en este momento la injusticia y la corrupción tan cínica que estamos evidenciando”. Porque “resulta impresionante que esto haya comenzado por medio de unos jóvenes” a quienes, subrayó, “no podemos dejar solos” y tampoco “olvidar a tantos jóvenes que esperan un futuro mejor”. Continuando con su duro reclamo, Vera López se preguntó si “¿vamos a dejar que la infancia de nuestro país viva en una nación hecha polvo y a merced de unos corruptos? ¿Cómo vamos a dejar solas a estas criaturas? Dios nos llama por medio de las personas más indefensas a restaurar esta nación”, afirmó el obispo.

Refiriéndose a la propia Iglesia Católica y la Virgen, principal devoción popular en México, el obispo sostuvo que “hoy María no admite cobardías ni perezas, y mucho menos indolencias” y “no quiere pastores que huyan y se escondan frente a los lobos o, peor todavía, que se asocien con los lobos por medio del silencio cómplice ante la destrucción de su pueblo”. Finalmente hizo un llamado a los católicos para que, “junto con tantas personas de buena voluntad que pertenecen a otras confesiones y otros credos o, simplemente, no adhieren a credo alguno, seamos quienes verdaderamente dictemos lo que debe ser este país, de modo que toda injusticia, toda corrupción e impunidad, queden superadas por una nueva organización patria, fundada en la fuerza de la justicia y el derecho, y en el impulso suave del amor y la compasión hacia nuestras hermanas y hermanos que están sufriendo”.