Fernández con Biden: pedido de apoyo por la deuda y alineamiento con Estados Unidos y la OTAN

408

Claudio Della Croce

Tras la postergada reunión del año pasado, el presidente argentino Alberto Fernández fue recibido finalmente por su par estadounidense Joe Biden en Washington, para analizar temas como el cambio climático, la sequía y la situación financiera, ocasión en la que el mandatario sudamericano volvió a alinearse internacionalmente con las políticas bélicas de Estados Unidos y la OTAN.

La reunión -tan postergada como esperada por el mandatario argentino- no dejó muchas sorpresas ya que volvió a pedir aval de EE.UU. ante las permanentes negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI); y repitió una serie de frases destinadas a los titulares de los medios: “El presidente Biden dijo que hay algo que nos une, haber recibido de los gobiernos que nos precedieron una economía destruida. Lo dijo tres veces”, para destacar el encuentro unas horas más tarde, en conferencia de prensa.

El gobierno argentino quedó satisfecho tras la bilateral, en parte a solas, y en parte en una reunión de trabajo con funcionarios de ambas administraciones, donde Estados Unidos se comprometió a ser un “puente al desarrollo” ante la situación económica actual, afectada principalmente por la sequía. Los tres ejes centrales que se trataron fueron la producción de alimentos y proteínas, energía y minerales críticos.

El alineamiento geopolítico de Fernández con la política de EE.UU. y la OTAN fue evidente: «nosotros vemos el grave problema que ha creado la invasión rusa a Ucrania. Usted ha dicho y hemos acompañado la posición en Naciones Unidas de condenar esa invasión. La guerra ha generado un daño inconmensurable a la economía mundial. Tenemos que trabajar mucho juntos, unir esfuerzos para que esa guerra termine, para que deje de llevarse vidas humanas y para que la economía del mundo se recupere».

Más allá de la reunión presidencial, las comitivas hablaron de la capacidad de Argentina de abastecer al mundo de minerales críticos y estratégicos para la transición energética, como el litio.

El foco estuvo puesto en el avance de la ley de reducción de inflación sancionada por el Congreso estadounidense que establece beneficios para la comercialización del mineral en empresas situadas en América del Norte y/o en países con Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos, condiciones que dejan afuera a la Argentina.

Si Argentina queda excluida de esos beneficios el principal perjudicado es Livent, la trasnacional estadounidense que opera en el Salar del Hombre Muerto en Catamarca y  el principal beneficiado es China que sigue invirtiendo en el país, argumentaron los funcionarios que acompañaron a Fernández.

Tomando como punto de partida la crisis climática, Fernández afirmó «nosotros compartimos la preocupación ante el cambio climático. Usted sabe que en la Argentina estamos padeciendo la peor sequía desde 1929 y esto ha complicado mucho nuestra economía y esa nueva realidad se la estamos planteando a los organismos de crédito. Así que espero que… nos sigan acompañando como hicieron hasta ahora”.

Si bien la excusa de la reunión había sido la celebración de los 200 años de relaciones bilaterales entre EE.UU. y Argentina, el temario se centró en “los minerales críticos, el cambio climático, el espacio y la tecnología, la cooperación económica y los valores compartidos de inclusión, democracia y la protección de los derechos humanos”.

Como lo dejó en claro la jefa del Comando sur estadounidense, la general Laura Richardson, la agenda de Estados Unidos es avanzar en mayor extractivismo de minerales como el litio, como parte de la competencia por recursos con China y el dominio en la región.

Es un modelo extractivista sobre los bienes comunes naturales en el que avanzan gobierno y la oposición derechista en Argentina, con el objetivo central de pagar una deuda ilegítima e ilegal con el FMI. Para eso, recientemente el Ejército anunció la militarización en áreas de «recursos naturales y espacios soberanos» del país, como el yacimiento de Vaca Muerta, el Atlántico sur y zonas de extracción de litio.

Además, el interés estadounidense incluye el control sobre las telecomunicaciones: la licitación de 5G es estratégica para la logística de armamentos y posicionamiento de tropas, además de conectividad a internet, otro tema de competencia con China. La presión estadounidense sobre la comitiva argentina fue para que aceptaran esta agenda, una forma de entreguismo de los recursos del país al capital estadounidense y trasnacional.

Sobre China, Biden aseguró que ellos eran “competidores y no enemigos”, aunque advirtió sobre algunos proyectos riesgosos con financiamiento chino en países de ingreso medios.

De rodillas con el FMI

Cuando la sequía afectó el ingreso de dólares, la inflación se aceleró, la actividad económica se frenó, y la proyección para este año es de caída de la economía en un mundo convulsionado por las quiebras de los bancos en EU, el gobierno argentino pretende renegociar las metas de ajuste con el FMI con el argumento del impacto de la sequía y que necesita un respaldo político ante la directiva del organismo.

Las quejas estadounidenses se habían expresado previamente en el encuentro que mantuvo el presidente Alberto Fernández en el Consejo de las Américas (Council of the Americas) con unos 40 empresarios, inversores, ejecutivos, y analistas de Wall Street, donde consultaron al presidente sobre el cepo cambiario y la estabilidad. El presidente aprovechó la ocasión para ofrecerles los bienes comunes naturales como el litio y el gas.

Poco antes de la reunión presidencial, la segunda funcionaria en la escala de mando del Fondo Monetario (FMI), Gita Gopinath, recibió en la sede del organismo al ministro argentino de Economía, Sergio Massa. La economista de la India, que reemplaza a Kristalina Georgieva, de viaje en China, dijo que se “discutió la cuarta revisión del programa, el severo impacto de la sequía y la importancia de las acciones para aumentar las reservas y continuar con la movilización sustentable del financiamiento doméstico”.

La reunión buscaba “sensibilizar” a los máximos ejecutivos del FMI de cara a la aprobación de la cuarta revisión del acuerdo de pago de la deuda externa que ata a la Argentina con el FMI, que se llevará a cabo el próximo viernes, ya con Georgieva en su sillón del noveno piso del edificio del Fondo.Massa aboga por una flexibilización del acuerdo con el FMI en varios aspectos, entre ellos que el Directorio apruebe, junto con la revisión del cuarto trimestre, una reducción de las metas de reservas que debe acumular el Banco Central este año.

Además, que apruebe la extensión de una línea especial de crédito de 2.300 millones de dólares, la RFI (Instrumento de Financiamiento Rápido), que tiene como objetivo “responder a situaciones en las que no es necesario un programa económico completo porque la necesidad es transitoria y de naturaleza limitada, o no factible debido al diseño de políticas, la capacidad y otras restricciones de implementación”.

Asimismo, intenta que el FMI dé el visto bueno a una reducción de los pagos que el país debe realizar este año, de forma que “por lo menos” calcen con lo que el organismo desembolsará. Argentina deberá pagar unos 3.500 millones de dólares al FMI por encima de lo que recibirá.

Otro ataque a Cristina

El vocero de la Casa Blanca John Kirby evitó referirse al proyecto de ley que presentó el senador republicano Ted Cruz, quien propuso que se investigue y sancione y proscriba a la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner por corrupción, de “convulsionar las instituciones” argentinas y “socavar los intereses estadounidenses”.

Ésta respondió a través de sus redes sociales y apuntó contra el ala dura de la derecha estadounidense a la que tildó de «cómplice» de lo que ella llama «el Partido Judicial» argentino. “Por si todo esto fuera poco, cinco días antes de que intenten asesinarme, el Senador Ted Cruz había pedido sanciones en mi contra por las acusaciones del Fiscal Luciani. Como verás, todo hace juego con todo”, añadió la dos veces presidenta y actual vicepresidenta argentina, a quien la ultraderecha incluso intentó asesinar.

*Economista y docente argentino, investigador asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)