Europa: La soberanía en defensa tiene un precio y Trump quiere hacer negocio
¿A quién va a comprar las armas Europa?
Isabella Arria
Trump no solo quiere imponer un gran rearme en Europa, sino que también pretende que los países europeas le compren armas a la industria bélica estadounidense. Hasta ahora, los Estados miembros se niegan a incluir en el plan de financiación del rearme de la Comisión Europea a Estados Unidos.
Para ponerlo en claro, los aliados de Europa de la Alianza Atlántica, que está controlada de facto por el Pentágono (ministerio de Defensa de EEUU), volvieron a ceder a las imposiciones del gobierno de Estados Unidos. Los dirigentes europeos consideran que el incremento de gasto militar y un rearme sin precedentes desde al menos la Guerra Fría contribuyen a la autonomía y soberanía de la Unión Europea y del global del continente europeo.
Y así, en la cumbre europea que se celebró este jueves en Bruselas, los países acordaron acelerar el rearme del bloque comunitario tanto para poder defenderse de la amenaza del “expansionismo ruso” sin depender de la Casa Blanca. Mientras, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseguró este viernes que Rusia planea reducir sus gastos en defensa y no tiene planes agresivoscon respecto a países occidentales. “Nosotros planeamos reducir los gastos (en defensa) y ellos planean aumentarlos.
¿Y quién aquí es el agresivo?”, dijo Putin en una rueda de prensa al término de una cumbre de la Unión Económica Euroasiática en Minsk. El presidente ruso precisó que se trata de unos planes “para los próximos tres años” y reveló que actualmente el país gasta en sus necesidades militares el6,3% de su Producto Interior Bruto, lo cual “no es poco”.
Putin se mostró convencido de que el incremento del gasto militar “no mejorará la situación con la seguridad” en Europa, pero sí repercutirá negativamente en su economía. “Nosotros, al menos, gastamos billones (de rublos) principalmente en apoyar nuestra industria militar y los países europeos van a gastar 5% de su economía en la compra de armamentos a Estados Unidos y en apoyar su complejo militar-industrial. “Pero es asunto suyo”, recalcó.

Ahora bien, la autonomía en defensa de la Unión Europea no solo depende de las capacidades militares que tenga, sino también de una cuestión política. Los países que por motivos geográficos o históricos sienten como una amenaza más inminente el “expansionismo ruso”, como es la Europa del Este, los bálticos o incluso Alemania, son más reticentes en general a renunciar a la protección que les ofrece Estados Unidos, mientras hay países que tradicionalmente apuestan por potenciar unas fuerzas militares europeas más autónomas respecto a los Estados Unidos, como Francia, la principal potencia en defensa de la Unión Europea.
Ante las amenazas de Trump, que incluso ha puesto en duda su compromiso con defender a los aliados en caso de ataque, los países tradicionalmente más atlantistas comparten cada vez más la visión de que Europa tiene que dejar depender de los Estados Unidos.
Pero más allá de lo que es estrictamente la defensa de Europa, que continúa supeditada a los intereses de la OTAN y de Estados Unidos, el otro gran debate en el seno de la Unión Europea es si se debe comprar armas a EEUU para su gran rearme. Así pues, la UE mantiene al margen a EEUU en las compras conjuntas de armas y en todas las facilidades en materia de financiación que ha puesto sobre la mesa Bruselas. A pesar de eso, los países más atlantistas de la UE piden que sí que se incluya al aliado norteamericano, aunque de momento nada parece apuntar a que Bruselas lo vaya a aceptar.
Las intenciones de la Unión Europea para ganar autonomía en materia de defensa es incrementar las capacidades de la industria bélica europea. Por esto, no quieren incluir a los norteamericanos, pero sí a aliados que considera más fiables que los Estados Unidos de Trump y que también están dispuestos a comprar armamento en fábricas europeas, como el Reino Unido, o Canadá.
Se trata de la política económica conocida como el keynesianismo militar: un aumento descomunal del gasto público por parte del gobierno en defensa para generar empleo e impulsar el crecimiento económico. Es decir, una peligrosa estrategia que consiste en que, si compras armas a Estados Unidos y ellos no compran en la Unión Europea, todo se va al garete, señala Público.es.
*Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)