En Perú, casi nadie quiere a Dina Boluarte
Mariana Álvarez Orellana
La actual presidenta del Perú, Dina Boluarte, ha batido todas las plusmarcas: el 90 por ciento de los peruanos la desaprueban (y el 91% hace lo mismo con el Congreso), mientras que solo el 5% de los ciudadanos aprueba la gestión de la mandataria, y apenas el seis por ciento al legislativo.
De acuerdo con una encuesta Instituto de Estudios Peruanos (IEP) el índice de desaprobación de la gestión de Boluarte como presidenta designada de Perú se acerca casi a la totalidad de la muestra. Y, por otro lado un 56 por ciento de los ciudadanos considera que su situación económica actual es peor que hace un año y un 35 por ciento la percibe igual.
Según el informe, “un 72 por ciento de los connacionales considera que la situación económica del país es peor que hace doce meses, cuando este Gobierno se acercaba a su medio año”, mientras un 24 por ciento de los peruanos cree que los peruanos están igual que entonces. Esto, frente a solo el tres por ciento que considera que en cuestiones económicas presentan un mejor panorama con respecto al año pasado.
En el caso del aspecto personal, un 36 por ciento dice que en los próximos 12 meses su panorama financiero “estará peor”, frente a un 22 por ciento que espera mejoría. La mitad de los encuestados dijeron que el gobierno de Boluarte “terminará siendo más corrupto que los predecesores” y que “su situación económica personal y la del país está peor que hace doce meses”.
Desde que en el Perú se han venido haciendo sondeos, nunca antes la tasa de apoyo ha sido tan bajo para una presidencia y tampoco nunca antes esta ha sido igual al porcentaje de los que no saben o no opinan. “Si no se han dado cuenta en el gobierno, la consecuencia directa es que su gestión está sin rumbo, porque ninguna política pública va a tener respaldo de la ciudadanía. Al contrario, generará molestia y hasta repulsión de las decisiones gubernamentales”, señala el columnista Richard Arce.
Presidenta y Congreso han perdido la credibilidad de la población y hasta la legitimidad para gobernar, porque esto significa que la población no está de acuerdo con sus autoridades y que mucho menos las representa. La encuesta muestra lo aque la ciudadanía piensa de la autodeclarada “madre del Perú”, justo en el mes de las madres.
Para los analistas locales, esto prepara la más madre de las derrotas de Boluarte. Ninguna democracia sobrevive con un nivel tan descomunal de repudio tanto hacia su poder ejecutivo como a su legislativo. Este 5% de aval se ha registrado antes de que Boluarte cumpla un año y medio en palacio, susituyendo al destituido presidente constitucional Pedro Castillo.
Denuncia constitucional
La Fiscalía de la Nación, mediante el Área de Enriquecimiento Ilícito y Denuncias Constitucionales, presentó el lunes 27 la denuncia constitucional ante el Congreso de la República contra Boluarte, por ser presunta autora del delito de cohecho pasivo impropio en agravio del Estado.
“Los hechos están referidos a que la investigada habría recibido, en calidad de donación, del gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, tres relojes de la marca Rolex, un par de aretes argolla de oro con diamantes y una pulsera Bangle con 94 brillantes, con el propósito de realizar actos propios de su cargo como presidenta de la República”, señaló el Ministerio Público.
Desde que se reveló el escándalo del llamado caso Rolex de Dina Boluarte hace un mes, se ha puesto en duda el origen de la una colección de joyería de alto valor (estimada en miles de dólares), que no condice con su poder adquisitivo, tanto antes como después de su entrada a la política en Perú. La versión de la presidenta es que se trató de un “préstamo indefinido” por parte del gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, pero la mayoría de los peruanos dudan de esta explicación.
Se acorta el tiempo
Los enfrentamientos entre manifestantes y policías han dejado un total de 62 muertos, siete de ellos menores de edad. En 50 días de represión gubernamental –desde que Dina Boluarte asumió el control del país– hubo más muertes que días de gobierno.
Hace poco manifestó que esperaba estar 25 meses más allí, hasta el 28 de julio del 2026. Dina es hoy en todo el hemisferio es la mandataria con mayor desaprobación. El 7 de junio habrá miles de brazaletes y banderas bicolores con colores patrios, con signos de luto.
Para evitar seguir detentando la presidencia más repudiada de la “democracia” peruana, Dina rehúye a la prensa y a las apariciones públicas. Su Premier y sus ministros son quienes ahora reciben las pifiadas. Sin partido, bancada, carisma ni intelecto, Dina se ha hipotecado al fuji-congreso, a cuyas resoluciones siempre estampa su firma. Ha creído que mientras más servil se pueda tornar ante el exdictador Alberto Fujimori y la corrupción, ella iba a poder seguir en la casa de Pizarro.
Empero, mientras más pasa el tiempo, Dina acumula más y más infracciones penales con las cuales ella va a terminar superando a su exdictadora boliviana Jeanine Añez por su tiempo bajo rejas. Y la ultraderecha, que hoy la sostiene para querer hacer cuanta contrarreforma pueda, va a terminar sacrificándola y despotricando contra ella cuando ya le hayan exprimido.
*Antropóloga, docente e investigadora peruana, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)