Elecciones en Ecuador: Luisa González con ventaja sobre Daniel Noboa
Eloy Osvaldo Proaño
Este domingo 9 de febrero, Ecuador celebra la primera vuelta de las elecciones que elegirán al presidente para el periodo 2025-2029, además de 151 parlamentarios para la Asamblea Nacional y a cinco representantes del Parlamento Andino. De ser necesaria, la segunda vuelta se desarrollará el 13 de abril, si ningún candidato logra el 50% de los votos, o el 40% con una ventaja de al menos 10 puntos porcentuales sobre el resto.
A la primera vuelta se presentan 16 candidatos, entre ellos el actual presidente Daniel Noboa (Acción Democrática Nacional) y la progresista Luisa González -candidata de ‘Revolución Ciudadana’, el partido del expresidente Rafael Correa– quien, según las encuestas, mantiene una ventaja de ocho puntos porcentuales sobre Noboa: 48% frente a 40%.
El jueves marcó el cierre de las campañas políticas de los 16 candidatos presidenciales que buscarán ser elegidos por el pueblo ecuatoriano el 9 de febrero. La puja electoral se ve envuelta en altos índices de violencia y la confrontación de Noboa y su vicpresidenta, Verónica Abad.
La ley exige que las autoridades vigentes que se presenten a una reelección inmediata pidan licencia para realizar su campaña electoral. Noboa ha evadido su obligación debido a su enfrentamiento con Abad, la que tendría que quedar como presidenta sustituta debido a su condición de vicepresidenta.
El jueves 6 comenzaron, además, las votaciones anticipadas. Los primeros ciudadanos en votar son los reclusos: alrededor de 527 mujeres y 5.691 hombres encarcelados, sin sentencia, emitirán su voto en centros electorales especiales instalados dentro de 42 prisiones.
Daniel Noboa tiene 37 años y fue elegido para el cargo en las elecciones extraordinarias de noviembre de 2023, tras la salida del expresidente Guillermo Lasso (es decir, que completó el período para el que Lasso fue elegido).
El multimillonario llegó con promesas de frenar la violencia, acabar con los apagones y elevar el poder adquisitivo del pueblo mediante medidas neoliberales, pero todas han fracasado: se agudizó la tensión, los cortes eléctricos se extienden hasta 14 horas, la economía se ha estancado y la delincuencia resulta incontrolable con 41 % de homicidios por encima de los ocurridos en 2022.
En la larga agenda neoliberal del actual presidente, aparece su sumisión a Washington como política de Estado al facilitarle el establecimiento de bases estadounidenses como la de las islas Galápagos (declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad) y cuyas tropas ya pueden circular libremente por el territorio ecuatoriano.
Mientras,el narcotráfico controla casi todas las actividades dentro del país. Un análisis del portal especializado InsightCrime, define a Ecuador como una «autopista de la cocaína hacia Estados Unidos y Europa», y señala que ya no es un país “de tránsito de la droga, sino uno en el que se la almacena, se la exporta e incluso se la procesa».
Añade que el poder de negociación de la cocaína se encuentra sobre todo en la comercialización y el lavado de activos y que las mafias extranjeras que operan en el país han hecho alianzas o han sometido a las empresas agroexportadoras más grandes y con mayor experiencia. Insinúa que la Corporación Noboa controla el 75 % de las exportaciones de banano y es la única empresa que deja sus productos en los puertos más grandes del mundo, con su propia flota naviera.
El diario La República informó que «la droga sale de Ecuador de múltiples formas y por diversos canales, sin embargo son la exportaciones de productos agrícolas como el banano, la forma más usada». Noboa prorrogó el Estado de excepción en mayo de 2024 y en enero de este año año en diez zonas de Ecuador con fuerte presencia de bandas criminales.
Durante su mandato, Noboa también ejecutó el asalto a la Embajada de México para detener a Jorge Glas, exvicepresidente de Rafael Correa (2007-2017), al que el Gobierno mexicano le había dado asilo. El 3 de febrero último, Noboa siguió el ejemplo del actual presidente estadounidense Donald Trump y la imposición de aranceles del 27% a los productos mexicanos.
Luisa González se describe a sí misma como madre soltera, amante de los animales y deportista. Afirmó que quien tomará las decisiones en la presidencia será ella y no Correa, pero retomará algunos proyectos de su mentor.“No voy a parar hasta revivir Ecuador”, prometió González en un video donde narra su vida. “Porque cada vez que me dicen que algo es imposible es cuando más convencida estoy de que es posible hacerlo”.
La candidata dijo que respondería a la delincuencia con operaciones militares y policiales, perseguiría a jueces y fiscales corruptos y aplicaría un plan de gasto social en las zonas más violentas. Además ofreció construir nuevos proyectos de energía renovable y dar créditos a bajo interés para pequeñas empresas y mujeres emprendedoras.
Algunos candidatos a la legislatura por Revolución Ciudadana han dicho que si González gana la presidencia, Correa regresará al país y el exvicepresidente Jorge Glas, que cumple dos condenas por ser leal a sus principios y denunciar la corrupción y la traición, saldría de la cárcel para hacer efectivo el asilo que le concedió México.
El domingo, se volverán a enfrentar en las urnas dos pretendientes a la presidencia completamente opuestos: uno a favor de aplicar un neoliberalismo feroz con entrega total a los dictados de Estados Unidos, y por el lado, una que intenta recobrar los beneficios que el Estado debe garantizar a la población, sin grandes ataduras a Washington.
*Analista e investigador ecuatoriano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)