El silencioso saqueo de la banca/ Piña: “Credicard había hecho ya sabotajes”
Círculo de Economía Crítica y Alternativa “Noel Rodríguez”|
En el marco de una multicrisis ética-política-ambiental-moral-económica que sufre el sistema capitalista contemporáneo y en un repunte de contraofensiva del imperialismo para recuperar su influencia en América latina, con un énfasis particular en los procesos de cambios impulsado por la revolución bolivariana, se hace vital que en el seno militante del chavismo, continuemos estudiando y caracterizando a fondo la estrategia de agresión no convencional implementada por el imperialismo y por otro lado en el ejercicio de la praxis ir construyendo estrategias propias que permitan resistir a la agresión imperial y pasar a la contraofensiva popular. Actualmente u no de sus mayores frentes para buscar subordinarnos es la economía financiera.
La tenaza de la banca internacional
Venezuela está en medio de un bloqueo financiero no declarado, donde uno de los principales instrumentos para hacer efectivo el bloqueo es el indicador Riesgo País (RP). Vale acotar que este es calculado por los bancos más grandes de inversión a nivel mundial, Credit Suisse, Bank of America, J.P.Morgan, Morgan Stanley , Deutsche Bank y Citibank. Estos últimos suspendieron nuestras operaciones comerciales y transferencias de fondos, esgrimiendo los riesgos financieros de Venezuela por tan alto RP.
El Estado venezolano por alguna extraña razón ha decidido pagar todos y cada uno de los vencimientos de la deuda externa, pero el RP ha seguido a la alza. No existe una correlación significativa entre RP y las variables macroeconómicas. En periodos de altos ingresos petroleros, superávit en las cuentas comerciales y bajo endeudamiento, el RP de Venezuela ha sido de los más altos del mundo. Esta tenaza financiera obliga al país a cancelar una tasa interés del 25% por arriba del interés de los bonos del tesoro norteamericanos.
Esta táctica de bloqueos financieros viene siendo aplicada por el imperialismo, como una manera sutil de someter a los países como Irán, Argentina, Cuba, Rusia, o contra cualquier pueblo que intente ejercer soberanía.
Las acciones del imperialismo financiero también tienen sus actores en el campo local de la política venezolana, el sistema financiero nacional guiado por la banca.
Los banqueros locales y su pequeña gran estafa
En Venezuela, el sistema financiero ha sido el gran beneficiario. Este, producto del proceso redistributivo de la renta, multiplicaron las captaciones del público (cantidad de depósitos), la cartera de créditos, los tarjetahabientes (clientes con tarjetas de crédito), etc. que se traduce en mayores utilidades.
Aunado a esto, entre los años 2004 y 2012, los banqueros recibieron cerca de USD 1.000 millones. Y administraron en sus manos todas las operaciones vinculadas con los dólares a precios preferenciales destinados a las importaciones que entre los 2004-2014 fueron USD 468.256 millones.
Estos amigos de lo ajeno son los principales propietarios de bonos puestos en venta por la República con tasas de intereses muy atractivas, incluso algunos de estos fueron comprados en bolívares y pagaderos en dólares.
Todo esto llevó a que el sistema financiero “venezolano”[2] se situara como uno de los más sólidos del continente y quizás del mundo. Mientras grandes bancos en USA quebraban y el Estado los salvaba, en Venezuela los banqueros se enriquecen descaradamente sin ni siquiera reinvertir parte de estos beneficios en el país, pues muchos de esos beneficios pararon al exterior, caso Mezerhane, banquero prófugo de la justicia con USD 750 millones por quebrar Banco Federal, o caso Escotet, propietario de Banesco[3] , quién acumula una riqueza que lo coloca en el N° 421 del mundo de la revista Forbes con USD 3,7 millardos.
Durante los años de bonanza petrolera el sector financiero creció un 14,1% en promedio anual durante los años 2005-2015, mientras que el crecimiento del conjunto de las actividades económicas se situó alrededor del 1,8%. Incluso durante los años de mayor auge el sector financiero creció por encima del 30%, lo que representa una cifra estratosférica, todo esto debido a la captación de renta.
Desde el movimiento popular chavista vemos con preocupación que esta situación ha variado poco, en el marco de una agudización de las condiciones económicas y de una agresión imperialista financiera. Las políticas llevadas por el Ejecutivo , hace que los bancos obtengan grandes beneficios a partir de nuestros ahorros y de concesiones del Estado, sin retribuir nada a la sociedad o extremadamente poco.
Debido a la baja en los precios del petróleo la cantidad de dólares a precios preferenciales ha mermado y la concentración de las transacciones con estos también (ya que ahora se concentran en la banca pública como siempre debió ser). Las captaciones del público, la cartera de créditos, la cantidad de tarjetahabientes y la cantidad de ofertas extraordinarias del BCV donde ofrecen bonos con una rentabilidad a corto plazo para la banca se han incrementado exponencialmente.
Este último método ha servido como especie de premio de consolación – para banqueros que ya no fugan estos excedentes al extranjero tan fácilmente- con la oportunidad de multiplicarlos en bolívares. Esto ha hecho que la banca en vez de contribuir con el desarrollo del país (por medio del incremento de la cartera de créditos productiva en manufactura, agricultura, turismo, etc.) mantenga una gran cantidad de bolívares represados (las reservas bancarias excedentarias se han incrementando en los últimos meses, posicionándose en el mes de octubre de 500 mil millones a 900 mil millones de bolívares, y actualmente se encuentran en 1,3 billones de bolívares) esperando que anuncien la venta de nuevos bonos para poder valorizar sus bolívares.
Adicionalmente la banca ha aplicado en conjunto con el Ministerio de Finanzas para seguir incrementando sus beneficios en desmedro del pueblo trabajador ha acordado el incremento de las tarifas de operaciones y comisiones a los usuarios, la limitación y trabas a la apertura de cuentas de ahorros (estas otorgan intereses), el redireccionamiento de la cartera de créditos hacia créditos más rentables y menos productivos (crédito comercial).
Vemos con urgencia desde el chavismo de base tomar una postura clasista y revolucionaria.
Rescatando el legado estratégico del proyecto bolivariano es indispensable continuar la construcción de una nueva arquitectura financiera, que permita la soberanía y el desarrollo de los pueblos de Latinoamérica. Esto se expresa en:
-Coordinar el establecimiento y puesta en marcha definitiva del Banco del Sur.
Impulsar la creación de diferentes Calificadoras de Riesgo que no estén a la orden de los grupos económicos poderosos del mundo.
-Profundizar las relaciones económicas financieras con Rusia, Irán y China.
-Impulsar la unificación y fortalecimiento del sistema de banca pública, en un banco fuerte y único que logre distribuir las ganancias en beneficio del pueblo trabajador y quiebre a la banca privada.
-Redireccionar los excedentes del sistema bancario hacia áreas productivas que contribuyan con el desarrollo del país, el cual debería ser el objetivo principal del sistema bancario.
-Apuntar los esfuerzos desde una perspectiva clasista para la democratización de la banca y de la actividad financiera bajo control popular.
“…Errada va la vida mía en lugar de atracar bancos entierro dinero en sus bóvedas…” Víctor Valera Mora.
[1] La banca funciona como cualquier empresa capitalista, es decir, buscan maximizar el beneficio privado a costa de lo que fuese necesario para reducir costos, la única diferencia es que la tasa de ganancia que obtienen está compuesta principalmente de activos financieros que se valorizan a través de una tasa de interés. [2] Entre comillas porque algunos son de capital extranjero caso, Provincial, Citibank, etc. [3] Este banco abrió sucursales en Panamá, República Dominicana, Puerto Rico, Colombia, Miami, España y todo esto a costa del dinero de los venezolanos.
Fuente: http://economiacriticavenezuela.blogspot.com.es/2016/12/el-silencioso-saqueo-de-la-banca_8.html
Anexo 1:
José Gregorio Piña: “Credicard había hecho ya sabotajes”
Yesenia Chapeta/Supuesto Negado|
El analista económico José Gregorio Piña conoce al monstruo por dentro porque toda su vida trabajó junto a él: el sistema bancario. Desde su punto de vista, lo ocurrido el 2 de diciembre sí fue un saboteo. En esta conversación con Supuesto Negado expone dónde están los flancos débiles del Estado para sortear este tipo de ataques. ¿Debe la banca estatizarse?
Lea también lo que explica sobre el nuevo cono monetario y la disponibilidad de efectivo en el país.
-¿El sistema bancario está sumado al boicot contra la economía venezolana? ¿Está de acuerdo con esa tesis?
-En líneas generales, sí. Fíjate que lo que ocurrió el pasado viernes (2 de diciembre), que en efecto fue un episodio de sabotaje, terminó apuntando hacia Credicard, una empresa relacionada con el sistema bancario. Me atrevo a ir a más, porque ellos sabotearon una plataforma en la que mayormente están afiliados los bancos del Estado y los bancos pequeños, la otra plataforma (Suiche7B), que cubre a los bancos más identificados con la oposición, esa estaba funcionando, yo lo comprobé, y en todas partes la gente te decía ‘las tarjetas que no están pasando son las del Gobierno’.
Además, Credicard había hecho ya sabotajes en época de guarimbas, y ahora vuelven con las mismas excusas.
Parte de la banca privada también está involucrada en transacciones con el dólar ilegal. (…) Ellos se pueden sentar con el Ejecutivo y todo, pero por el otro lado hacen sus cosas. Lo otro es que negocian con los créditos, ellos le dan los créditos a los grandes; el 20% de los bancos concentran el 80% de los recursos.
-Las reseñas de prensa, en torno a ese episodio del 2 de diciembre, dicen que Credicard cubre más del 70% del sistema financiero nacional, ¿eso no la convierte en una empresa monopólica?
-Claro, y ahí deberían aplicarse las leyes antimonopólicas, eso es estratégico, es seguridad de Estado. Son básicamente dos consorcios los que manejan las transacciones electrónicas, Suiche7B y Credicard.
-¿Y cómo es posible que los bancos del Estado trabajen con ese consorcio, teniendo esos antecedentes?
-Porque no hay una plataforma del Estado para sostener eso. Yo escribí un artículo sobre eso, sobre el hecho de ponernos en las manos del enemigo. Hablamos mucho, decimos que las condiciones de ahora no son como las del 2002 (víspera del golpe de Estado contra Chávez), que ahora hay más tecnología, que están las redes sociales, pero igual están en manos del poder económico. Y ellos lo saben.
-¿Cree que la banca debería estatizarse?
-No. Creo que el Estado debería tener un solo banco, fuerte, con una presencia robusta, unas 2.500 agencias, con una tecnología actualizada, con cartera de créditos bien distribuidos, y una política de buen servicio, tomando en cuenta que en todos los bancos te atienden tan mal. Así puedes atraer a los depósitos de los privados.
-Hablando del contexto económico, pero cambiando de tópico, ¿qué está ocurriendo con el efectivo?
-En principio, es parte también del sabotaje, esa tecnología de los cajeros también está en manos de ellos. Están recortando para crear malestar. En el 2002 la banca hizo lo mismo, alegando el tema de la seguridad, restringieron la emisión de efectivo para complejizar la situación.
Segundo, en Colombia siguen acaparando el efectivo venezolano. Lo recogen y lo guardan. Hay gente que piensa que es una locura, pero guerra es guerra, en diferentes guerras de la historia los ganadores quemaron sus propias ciudades y su comida para poder ganar.
Lo tercero es que la medida del cono monetario (incorporación de billetes con mayor denominación) fue apropiada pero tardía, los billetes de 500 debieron salir en diciembre del año pasado.
-¿El cono monetario implica que el Gobierno reconoce la inflación?
-No necesariamente, la inflación está allí, la masa monetaria es la misma, lo que pasa es que si tú tienes un tanque de agua lo puedes desocupar con un vaso o con un tobo, el agua es la misma pero con una herramienta lo vas a hacer más rápido que con la otra.
Creo que se incurrió en un sobrecosto para emitir grandes volúmenes de billetes de 100, cuando debieron emitir hace tiempo los de 500. Eso también complicó el tema de la disponibilidad de efectivo.
-¿Por qué aplicar la medida del cono monetario en diciembre? ¿No es más complicado en esta época del año?
-Asumo que fue falta de previsión, que luego se hicieron las cosas a la carrera. Me da la impresión también de que no se determinó en principio la denominación correcta para los billetes, tal vez no fue bien manejado.
Por otra parte, sé que el Gobierno estaba considerando que con los nuevos billetes podía favorecer el contrabando de efectivo hacia Colombia (para el llamado ‘cambiazo’), porque con billetes de mayor denominación tienes menos volumen y es más fácil el tráfico.
Allí caemos en el tema de la frontera. Yo mantendría cerrada la frontera permanentemente, son muchos más los perjuicios que los beneficios.
-Sobre los prometidos anuncios en torno a las nuevas medidas cambiarias, ¿qué pronostica?
-Bueno, hablaré a título personal. Me han dicho, y espero que no sea cierto, que se pretende llevar la tasa Dicom hacia arriba para supuestamente combatir el dólar ilegal, pero yo creo que eso no es viable; ellos (oposición) van a seguir subiendo el Dolartoday, porque ese marcador no obedece a ninguna variable económica, es una herramienta política.
Carlos Dorado, un analista abiertamente identificado con la oposición, dice que el Dolartoday no tiene ningún asidero económico, es un pretexto para la marcación de precios, sobre todo en alimentos, que es algo de lo que nadie puede prescindir. Es para generar inflación y descontento.
-¿Diría que el Gobierno perdió la guerra económica?
-No, diría que estamos en la batalla. A propósito de la guerra, yo recomendaría el cierre total de la frontera, y que el Banco Central de Venezuela denuncie, deje sin vigencia el convenio que le permite al Banco de la República de Colombia autorizar la cotización de bolívares en territorio colombiano, al quedar sin legalidad ese convenio deben dejar sin vigencia la Resolución 08 de Colombia.
-¿De qué se trata esa resolución?
-Esa resolución es un compendio de leyes en materia cambiaria aprobado en al año 2000. La normativa eliminó las casas de cambio en la frontera y creó la figura de los “profesionales dedicados a la compra y venta de divisas” o cambistas, es decir, personas particulares dedicadas a comprar y vender monedas.
El narcotráfico y el paramilitarismo pueden operar entonces como cambistas en la frontera, y de hecho lo hacen. Argumentando la ley de la oferta y la demanda, y afirmando que el bolívar no es demandado en la frontera, deprecian arbitrariamente el valor de nuestra moneda, y mediante la diferencia que se genera entre el peso y la moneda venezolana, se fomenta el bachaqueo, el contrabando de extracción y el lavado de dinero proveniente del narcotráfico.
-¿Qué hecho podríamos interpretar con optimismo dentro de esta guerra?
-Mira, el acuerdo de la OPEP con los países no OPEP (reducir la producción de crudo hasta 32,5 millones de barriles diarios (mbd) a partir del 1 de enero de 2017, lo que supone un incremento del precio del barril y unos 9 mil millones de dólares más de ingresos para Venezuela). Eso debe entenderse como una gran victoria.
Por otra parte, la guerra económica ya no es chiste para buena parte de la población, mucha gente pensaba que era cuento y ahora se ha dado cuenta de que es algo real, no es mera propaganda del Gobierno.
*Piña es administrador y analista económico. Fue asesor de la Asamblea Nacional Constituyente y miembro del equipo rector de la Ley Habilitante 2007-2008. Es un articulista frecuente en medios digitales y coautor del libro “El mito de la maquinita”, publicado por el Fondo Editorial William Lara en 2014.