El petróleo oculto entre México-Estados Unidos

MEX16. SAN MATÍAS TLALANCALECA (MÉXICO) 31/10/2017.- Fotografía del 23 de octubre de 2017 de pobladores que llenan grandes bidones de combustible de una toma clandestina ante la mirada de elementos del Ejercito Mexicano en la localidad de San Francisco Tlaloc, en el estado de Puebla (México). Unas 12 personas murieron en las últimas 24 horas en el estado de Puebla, durante enfrentamientos entre bandas dedicadas al robo de combustible, informaron hoy fuentes oficiales. EFE/Francisco Guasco
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Pedro Brieger 

Los problemas en la extensa frontera entre Estados Unidos y México siempre están en la agenda de los dos países, independientemente del gobierno de turno.  En la superficie aparecen tres grandes cuestiones. Primero, el flujo migratorio de latinoamericanos que cruzan el río Bravo en busca de mejores condiciones de vida; una verdadera obsesión para quienes habitan la Casa Blanca. 

En segundo lugar, el narcotráfico.  En el discurso dicen combatirlo, aunque el gran misterio es cómo la DEA no detecta todas las toneladas de drogas que cruzan de sur a norte.  En tercer lugar, las armas.  Estas se fabrican en el norte pero hacen un camino hacia el sur donde terminan en manos de bandas criminales.  Cada vez que hay un nuevo gobierno mexicano reclama -sin éxito- mayores controles. 

Debajo de la superficie hay otro tema, menos conocido: el contrabando de petróleo y sus derivados.  Mueve fortunas en el mundo, pero suele captar la atención solo cuando ocurren tragedias relacionadas con la perforaciónExplosión de petrolero en Nigeria: temen decenas de muertos – DW – 12/01/2019 de ductos de gasolina para venderla en el mercado negro.  Las más conocidas, por luctuosas, son las que ocurrieron en Nigeria en 1998 y en México en 2019.  En Nigeria, mientras estaban perforando un oleoducto para robar combustible se produjo una explosión que mató a unas mil personas, muchas de ellas de forma inmediata.  En México, pasó algo similar, y murieron más de 130 personas.  

Si analizamos los dos casos mencionados -y otros similares en la India o Indonesia- se podría llegar a la conclusión que es un fenómeno de países con enormes bolsones de pobreza, y en cierta medida es cierto.  Es la pobreza y la marginalidad la que lleva a arriesgar la vida para ganarse unos pesos.  Sin embargo, como siempre sucede, existe un contrabando de pobres y otro multimillonario que  involucra a grandes empresas.

En México el robo de combustibles es conocido de manera coloquial como “huachicoleo”, y la gasolina robada o adulterada es “huachicol”.  Si bien hay controversias respecto del origen lingüístico de la expresión es de uso cotidiano.  Hay que decir que los robos no son un fenómeno marginal.  Según datos de Petróleos Mexicanos (Pemex) solo durante 2023 se registraron 14.890 tomas clandestinas (robos), lo que equivale a un promedio de 40 por día.  Lo robado, obviamente, va al mercado negro.

¿Qué es el huachicoleo y cuál es su impacto en la economía?El combustible en México suele ser más caro que en Estados Unidos, lo que fomenta el contrabando de gasolina y diésel hacia México.  Se introduce de manera ilegal en camiones, bidones o vehículos modificados, con la complicidad de autoridades aduaneras.  Y en barcos, grandes barcos.  Claro que a nadie se le escapa que no cualquiera tiene uno que pueda transportar miles de litros de combustible.

En los últimos meses la Marina mexicana detectó varios megabuques procedentes de Estados Unidos que descargaron millones (sí, millones) de litros de diésel de contrabando en puertos mexicanos.  Los buques declaran menos volumen del real o falsifican documentos para poder venderlo en el mercado negro mexicano.  Además, empresas de ambos países lo triangulan a través de sociedades fantasmas -localizadas en Belice, Bahamas y Panamá, entre otros- y documentación falsificada para importar supuestos “aceites industriales” o “residuos”.

Una vez que llega a las estaciones de servicio en México se comienza a vender más barato, por fuera del sistema legal de Pemex.

Pero también hay contrabando en sentido inverso. Aumenta hasta un 83% el huachicoleo en Coahuila

Hace poco se conoció el caso de una empresa de Texas acusada de traficar, desde 2022, casi tres mil cargamentos de crudo robados a Pemex.  Declaraban que las mercancías eran aceites usados, residuos industriales o destilados de petróleo. Una vez en Estados Unidos el crudo se revendía más barato a refinerías para introducirlo en el mercado formal.  

En síntesis hay dos vías.  De Estados Unidos a México, contrabando de combustible (gasolina o diésel).  De México a Estados Unidos, de petróleo.  En ambos casos se hace con camiones o barcos y documentación falsa a fin de evadir impuestos y lavar dinero.

Estados Unidos se jacta de sus rigurosos controles y dicta cátedra de cómo combatir el narcotráfico y el contrabando en las fronteras.  Ya lo sabemos, están acostumbrados a ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.

*Periodista y sociólogo argentino