El Partido contra la pared

José Manuel Rodriguez

Después de tres miércoles de negarme a ver el programa de Diosdado Cabello -me resultaba ya fatigoso ver los mismos sketches donde muestras las repetidas incoherencias opositoras, guardando silencio sobre las propias-; me dispuse a no perderme un instante del programa de anoche.

Me dije que la detención de algunos cuadros del Partido incursos en delitos de corrupción y hasta de participación en bandas armadas delincuenciales, no iba a ser tratado como la comedia opositora. Pues bien, al final, al terminar el programa y releer las notas que fui tomando sobre sus afirmaciones, creo que terminaron también mis convicciones sobre que él pudiera ser el timonel que encauce de nuevo el rumbo de la revolución. Esas notas dejaban al descubierto serias fallas en la conducción del Partido.  

Voy a transcribir aquí, de las cosas que dijo Diosdado, aquellas que me parecieron fundamentales: El Presidente nos venía advirtiendo sobre estas averiguaciones… Nosotros no vivimos en una sociedad de cómplices… Hemos aplicado la información y la inteligencia, eso se hace poco a poco y actuamos con las evidencias… Fiel con la línea de su programa, Diosdado presentó videos donde Chávez habla sobre ese flagelo de la corrupción. En uno de ellos el Comandante dice: El partido tiene que actuar a la primera señal… Hay señales sobre las que se debe actuar rápido…

En la contradicción de estas dos declaraciones está la clave. Con la primera queda claro que el Partido, en su afán de copar la sociedad, actuó como Gobierno, no como la vanguardia revolucionaria de él. Las averiguaciones dentro del Partido no se realizan cumpliendo los procedimientos judiciales establecidos por el ministerio público y los tribunales. Eso viene después de su accionar disciplinario. Para entender por qué sucedió así basta con leer lo que dijo, el 15 de febrero, el presidente Maduro en el programa de Diosdado afirmando que desde octubre tenía datos concretos sobre los bandidos: lo comprobamos, pero siguieron con su bandidaje, con una forma de vida que nada tiene que ver con un revolucionario… Hablaba como lo que es, un jefe de Estado y en ese papel si hay que cumplir estrictamente con los procedimientos establecidos.   
Insisto, no es tarea del Partido abrir una averiguación judicial, es investigar a aquellos cuadros que, ocupando cargos de mucha responsabilidad en la estructura del Estado, llevan una vida disipada. Esos cuadros tienen que explicarle al Partido cómo hacen. Si tal explicación no resulta satisfactoria, suspenderlo del cargo y enviar el expediente a la Fiscalía para que inicie el debido procedimiento. Por eso vuelvo a mencionar lo que escribí hace tres días denunciando lo de mi vecino, amante de la ostentación, ese que siendo funcionario público y de seguro militante del Partido, exhibe cuatro lujosas camionetas donde uno sólo, de los 20 cauchos que portan esos vehículos, vale 24 veces el sueldo oficial que debe tener. Pero, él no es el problema, es del que lo puso y lo mantiene allí…