El madurismo y la transicion socialista venezolana

HUMBERTO TRÓMPIZ VALLES | La ancestral y rica cultura árabe nos ha legado un proverbio de una indudable sustantividad histórico-filosófica que reza así: Los hijos se parecen mas a su tiempo que a sus padres. De tal sentencia se desprende que es una necedad de los padres, obligar a sus hijos a que se comporten o piensen como ellos lo hacen.
herenciaEscuela Socialista de Coro

Desde que el Comandante Supremo ungió a Nicolás Maduro como su sucesor, la propaganda de la revolución ha presentado a este último como El Hijo de Chávez. Esta aseveración puede confundir ideo-políticamente a nuestro pueblo, pues, pudiera entenderse que el Presidente Maduro sólo debe limitar su gestión a conservar el legado histórico de Hugo Chávez. De darse esta anómala situación, la revolución no sólo se estancaría, sino que irremediablemente retrocedería, ya que toda revolución es un largo proceso –más de cien años según Chávez-, que avanza o se detiene. El Comandante Gigante apenas abrió la tronera histórica por donde deberán pasar los cambios radicales que la revolución socialista exige, conducidos por el brazo obrero del Comandante Maduro.

El boquete histórico que el héroe de Sabaneta le produjo al devenir histórico de nuestro país se puede sintetizar en los siguientes objetivos políticos:

1.-Replanteó la lucha de clases a nivel internacional con su antiimperialismo petrolero, situación que hasta el presente la burguesía parasitaria y numerosos sectores de clase media no han entendido, siendo económicamente beneficiarios de la renta petrolera.

2.-Implementó una distribución progresista del ingreso petrolero a través del incremento del gasto social dirigido a solventar la gran deuda histórica con las clases menos favorecidas.

3.-Rediseñó una nuevo orden de política internacional basado en la solidaridad de los pueblos y las políticas de integración económica.

4.-Elevó a necesidad prioritaria la conservación de la soberanía nacional y de nuestra independencia política.

5.-Llevó a las clases humildes de este país a que internalizaran la idea de que gran parte de la renta petrolera les pertenece, y que para ello deben enfrentar al capital en sus expresiones nacionales e internacionales.

6.-Propuso como expediente para desmonta el estado burgués que nos rige, la organización político-comunal de esta formación social.

Para la concreción histórica de estos objetivos, el Comandante Chávez tuvo que negociar con el capital nacional e imperial, ya que no disponía ni de la organización política, ni del andamiaje teórico que le permitiera acelerar la marcha hacia el socialismo. En consecuencia, su gestión presidencial no puede calificarse como socialista, sino como un bonapartismo de izquierda, que si bien le abrió las puertas al reformismo político-económico, por otra parte sentó las bases para que nuestro pueblo siguiera avanzando en su lucha contra la explotación capitalista y se preparara para los nuevos retos por venir.

El resultado electoral del 8-D favorable a la Revolución, a pesar de los estragos sociales ocasionados por la guerra económica desatada por el gran capital; ha decretado el nuevo tiempo postchavista del proceso revolucionario venezolano. Esta victoria electoral tiene como variable estratégica explicativa, la decisión del Comandante Maduro de quitarle la máscara a la burguesía parasitaria y enfrentarla con la alianza popular-militar de nuestro pueblo. Este astronómico fenómeno político de de los últimos meses ha traído una nueva lectura del proceso bolivariano que se puede resumir en lo que sigue:

1.-El Comandante Maduro demostró que tiene el suficiente musculo político para enjaular a la burguesía parasitaria.

2.-Las clases explotadas bendijeron la arremetida del gobierno contra la sacrosanta tasa de ganancia del capital y la apoyaron en las urnas el 8-D.

3.-El hecho político inédito de arremeter contra la tasa de ganancia, ha abierto la posibilidad de avanzar seriamente hacia el socialismo, pues, las clases dominadas han identificado los intereses estratégicos y coyunturales su enemigo histórico: apoderarse de la renta petrolera presente y futura.

4.-La lucha de clases incrementada y liderada por el Comandante Maduro se perfila para el 2014 como un escenario político muy favorable a los intereses de la Revolución, pues, nuestro líder cuenta con un acumulado teórico de la transición socialista, que se ha venido gestando en los distintos grupos de apoyo con que cuenta este proceso de cambio, entre ellos se destaca la llamada Escuela Socialista de Coro.

5.-El Chavismo como fase pionera de la revolución pero de indudable contenido reformista, ha dado paso a una fase más avanzada que denominaremos MADURISMO, caracterizada por la emergencia de un nuevo líder salido de las filas obreras y que se acompaña de organizaciones revolucionarias como el movimiento de los Comuneros, los militares radicales y el acumulado teórico precitado.

6.-El MADURISMO es la concreción sin discusión de lo acertado que estuvo el Comandante Supremo al elegir como su sucesor a Nicolás Maduro, para sacar a la Revolución de la modorra al que la había llevado la propia gestión chavista. La evidencia más clara de esta nueva fase de la Revolución la tenemos en los “Seis Objetivos de la Ofensiva Econòmica”1 decretada por el Comandante Maduro el 02-01-14, donde se llama a romper el estancamiento político de este proceso, a quebrarle el pescuezo a la burguesía parasitaria y a incorporar al pueblo como fuerza de choque de la guerra económica de las clases humildes de este país. Estos seis objetivos políticos nos indican que la transición socialista viene por la calle del medio, arropada por un nuevo liderazgo que cada día crece más en el corazón de las masas chavistas. En otras palabras: Maduro comienza a parecerse a su tiempo.

NOTAS

1.-www.aporrea.org/contraloria/n242579.html

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=179222