El gobierno peruano rompe relaciones con México
Mariana Álvarez Orellana
El ministro de Relaciones Exteriores del Perú, Hugo de Zela, informó que su gobierno romperá relaciones diplomáticas con México a causa de que el gobierno de Claudia Sheinbaum otorgó el asilo a Betssy Chávez, expresidenta del Consejo de Ministros, procesada por el golpe de Estado, quien llegó a la sede de la embajada de México para pedir asilo político.

La cancillería peruana anunció que el gobierno derechista de ese país decidió romper relaciones diplomáticas con México tras conocer “con sorpresa y profundo pesar” que la ex primera ministra Betssy Chávez se encuentra en la residencia de la embajada de México en Lima, donde tramita una solicitud de asilo. El proceso de asilo fue calificado de “acto inamistoso” que da continuidad a supuestas interferencias de la actual y la anterior administraciones mexicanas en los asuntos internos de Perú.
A través de un comunicado oficial, el Gobierno de México lamentó y rechazó la decisión unilateral del Perú de romper relaciones diplomáticas, tras el otorgamiento de asilo a la exprimera ministra Betssy Chávez. México precisó que el asilo fue concedido bajo la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954 —vigente para ambas naciones— y tras una evaluación minuciosa realizada conforme a la legislación interna.
Según el pronunciamiento, Chávez alegó haber sido víctima de violaciones a sus derechos humanos como parte de una persecución política desde su detención en 2023, situación que, de acuerdo con la Convención, corresponde al Estado asilante calificar.
Contundente y tajante fue el actual presidente José Jerí al referirse al quiebre de las relaciones diplomáticas con México y la expulsión de la embajadora Karla Ornela tras la decisión de otorgar asilo político a la exprimera ministra Betssy Chávez. El mandatario también señaló que el plazo para que abandone el país ya le había sido comunicado.

“Hoy hemos conocido, con sorpresa y profundo pesar, que la expremier Betssy Chávez, presunta coautora del golpe del estado que pretendió consumar el expresidente Pedro Castillo, está siendo asilada en la residencia de la embajada de México en el Perú. “Frente a este acto inamistoso y teniendo en cuenta las reiteradas ocasiones en que la actual y el anterior presidente de ese país han intervenido en los asuntos internos del Perú, el gobierno peruano ha decidido romper relaciones diplomáticas con México”, dijo el cancller de Zela
“Ustedes recordarán que en los acontecimientos en diciembre del 2022, el gobierno mexicano pretendió construir una realidad paralela frente a los acontecimientos que ocurrieron realmente en esa fecha y difundió una versión tendenciosa e ideologizada”, sostuvo. La ex ministra es procesada por los delitos de rebelión y conspiración, debido a su presunta participación en los hechos ocurridos el 7 de diciembre de 2022, cuando el entonces presidente Pedro Castillo intentó disolver el Congreso y ejecutar un golpe de estado que terminó en su destitución.

“La presidenta de México ha tenido declaraciones inaceptables y falsas en el sentido de que Pedro Castillo es un perseguido político. Ella lo que ahora pretende sostener es que la cómplice de Pedro Castillo, Betssy Chávez, también es una perseguida política. Eso es falso. Se trata de dos personas que están siendo objetos de un proceso judicial con todas las garantías y que no están siendo sujetas a persecución política”, aseveró de Zela.
“El hecho de que hayamos roto relaciones diplomáticas con México no significa que hayamos roto relaciones consulares. Por consiguiente, nuestros compatriotas en México continuarán bajo la protección de nuestros cónsules en ese país, así como los mexicanos que viven en el Perú continuarán bajo la protección de las autoridades consulares mexicanas en nuestro país”, añadió.”
Cabe recordar que el actual gobierno de Perú accedió a la Casa de Pizarro hace apenas tres semanas, después de que un Congreso repudiado por 98 por ciento de los ciudadanos destituyera a la presidenta de facto Dina Boluarte y colocara al frente del Ejecutivo a otro político sin mandato de las urnas, José Jerí. Éste, que hasta el 10 de octubre encabezaba el Legislativo, arrastra acusaciones por una violación sexual que habría cometido en enero de este año; se encuentra en desobediencia a una orden parlamentaria, y es señalado por usar su papel en la Comisión de Presupuesto para el cobro de sobornos.

No sorprende la ineptitud de una administración instalada para sostener el pacto oligárquico que detenta el verdadero poder y que mantiene al Perú sumido en una crisis de ingobernabilidad evidenciada por el desfile de ocho jefes de Estado en apenas nueve años.
“A esa camarilla no se le puede pedir que entienda la figura del asilo como uno de los pilares del sistema internacional de derechos humanos, ni que conozca hechos básicos como la potestad del país otorgante para decidir si quien lo solicita es o no merecedor del estatus de asilado”, señaló el diario mexicano La Jornada.
“ Mucho menos cabe esperar que estén al tanto de la historia de su propio país y de la histórica tradición mexicana de dar protección diplomática a prominentes peruanos perseguidos por dictaduras, tradición que en el caso de Perú se remonta a la década de 1920, cuando nuestro país hospedó al político peruano más relevante del siglo XX, Víctor Raúl Haya de la Torre”, recordó
El costo de enarbolar la dignidad y la ley han sido el acoso y las agresiones de los regímenes de Jeanine
 Áñez, Boluarte, Daniel Noboa y ahora el de Jerí. Cabe esperar que el presidente de facto peruano no llegue a los extremos de barbarie del magnate ecuatoriano nacido en Miami, quien en abril de 2024 ordenó el asalto a la embajada de México en Quito, un injustificable acto de guerra en el que fueron agredidos miembros de la legación diplomática y se perpetró el secuestro del ex vicepresidente Jorge Glas, añadió el diario mexicano.
*Antropóloga, docente e investigadora peruana, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)