El gobierno argentino sueña que se repita el boom que favoreció a Kirchner

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Juan Guahán-Question Latinoamérica|

 Hay dos temas totalmente ajenos a la voluntad de los gobernantes argentinos pero que, sin embargo, pueden determinar su suerte o -al menos- una  parte de ella. Ellos tuvieron influencia en algunos momentos especiales de recientes gobiernos. Esos dos temas son: el precio de los productos primarios y las tasas de interés en EEUU, reguladas por la Reserva Federal del Tesoro.

Los gobiernos mencionados son los de Fernando de la Rua, Néstor y Cristina Kirchner y el más reciente de Mauricio Macri. Teniendo como referencia esos casos hoy nos encontramos con la situación y perspectivas del actual gobierno de Alberto Fernández.Las 5 medidas económicas de Alberto Fernández que lo hacen más parecido a Cristina que a Néstor Kirchner - Infobae

Unos meses antes de las debacle del gobierno de la Alianza (De la Rua/Chacho Álvarez) las tasas de interés en los EEUU rondaban el 7% y la tonelada de soja, el principalísimo producto de exportación argentino, estaba por debajo de los 180 dólares por tonelada, con un promedio de 286 dólares durante su mandato.

Esas tasas altas hacen que la economía de EEUU actúe como una aspiradora de dólares y a nuestros países les cuesta retenerlos o conseguirlos. El bajo precio de la soja reducía nuestros ingresos de divisas.

Cuando fue el turno de Néstor Kichner, la cosa se puso al revés: la tasa de interés no alcanzaba al 1% y la soja llegó, en el segundo semestre de aquel 2003, a cerca de 600 dólares la tonelada, con un promedio -durante su mandato- de 420 dólares la tonelada.

En algunos momentos del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner la cuestión fue aún más favorable para la economía argentina. A mediados del 2012 la soja llegó al récord de 683 dólares la tonelada, con un promedio de 485 dólares por tonelada;  mientras la tasa de interés bajó al 0,14%.

Durante el macrismo, ambas variables estuvieron en un punto intermedio. La soja tuvo un precio promedio de 375 dólares la tonelada y la tasa de interés osciló en torno al 2%.

El actual gobierno deposita su confianza en la evolución de las dos variables señaladas. La FED aprobó una tasa de interés que anda por cero. El precio de la soja ronda los 400 dólares por tonelada. Estos valores, sin llegar a los mejores momentos de Néstor y Cristina, preludian importantes ingresos de divisas y un dólar con tasas accesibles.

Los datos precedentes son la esperanza del gobierno y éste sueña que se repitan.

Gobierno: el octubre esperado y la realidad

Las expectativas del gobierno guardan relación con la evolución de las demás variables de la economía, la política y algunos temas internacionales. Desde el punto de vista de la economía, desde distintos círculos de economistas liberales y la oposición política se viene activando la idea de una próxima devaluación.

Además de la crisis productiva, inflación y desocupación, los dos grandes argumentos que avalan ese pensamiento son lo que se conoce como “brecha cambiaria” (la distancia entre el dólar oficial y el “blue”) y la escasez o falta de divisas líquidas o disponibles en el Banco Central. Respecto a la “brecha”, ella está cerca del 150%, con un cambio oficial donde cada dólar cuesta $80 pesos y el otro, el paralelo, que anda por los 195.

En cuanto a las divisas, muchas informaciones dan cuenta que las reservas líquidas están prácticamente en cero. Más aún, hay datos que avalan que se habrían financiado importaciones con dinero proveniente de los dólares depositados en cuentas bancarias. Éstos -al igual que los valores en oro, los yuanes y otros bienes que no son utilizables- forman parte de las reservas pero no son “disponibles”.

El gobierno no logra el suficiente consenso político para lanzar un programa global. Eso afecta su credibilidad y es una traba que le impide superar esta falta de iniciativa que caracteriza su situación actual. En medio de la gravedad de la situación sanitaria y económica el gobierno de Alberto Fernández aparece desdibujado y sin perspectivas.

Los reclamos del campo popular siguen creciendo, aunque permanezcan desconectados. Ello evidencia un par de cuestiones. Las alianzas que sostienen al gobierno, fundamentalmente de algunas organizaciones sociales,  alcanzan –por ahora- para amortiguar la crisis y evitar su explosión.

Pero ellas no son suficientes para proponer una política de conjunto que involucre a toda la administración. Otras alternativas de unidad de los reclamos no aparecen como algo previsible, en el corto plazo.

Alberto Fernández, en su discurso por el Día de la Lealtad: "Vamos a terminar con esa Argentina del odio" | La VozAlberto Fernández y su equipo habían depositado confianza en la recordación del Día de la Lealtad peronista (17 de octubre). Pero el hecho de hacerlo en la –hoy desdibujada centro obrera- Confederación General del Trabajo hizo que Cristina no los acompañara y las vacilaciones –por la cuestión sanitaria- sobre esa movilización determinaron que ese 75 aniversario no tuviera la dimensión esperada.

En lo internacional Alberto Fernández tuvo una gran satisfacción, pero también una decepción. La alegría estuvo fundada en los resultados electorales de Bolivia.

En cuando a las preocupaciones que vienen desde afuera lo más significativo posiblemente sean las novedades que llegan desde el Fondo Monetario Internacional (FMI). Desde allí reclaman un plan económico que pueda servir para las discusiones y no descartan la necesidad de una devaluación. Los efectos de una devaluación de esta proporción podrían ser catastróficos por la inflación que podrían desatar. En este sentido fueron las declaraciones de Claudio Loser, ex director del FMI para el Hemisferio Occidental.

Éste manifestó que dicho organismo, con el que Argentina tiene cuantiosas deudas y que actúa como garante del dólar, le pediría al gobierno que lleve el dólar oficial a  136 pesos. En ese supuesto le podrían prestar unos tres mil millones de dólares para salir del atolladero en el que están metidos.

 

* *Analista político y dirigente social argentino, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)