El gasoducto colombo-venezolano
Liar y superar esta herencia de desafueros es tarea del presidente colombiano Gustavo Petro, quien desea traer gas desde Venezuela en 2025 y uno de los puntos más complejos para lograr ese cometido será poner en buen estado la tubería, luego de años de saqueo, válvulas ilícitas, robo de partes y años sin servicio de vigilancia ni mantenimiento, revela un reportaje de Blu Radio.
El reportaje informa que Pdvsa lo denunció ante la Fiscalía General de Colombia. Dijo que Ecopetrol dejó de pagar vigilancia privada desde 2019 y que el robo comenzó con el saqueo de las estaciones de bombeo. Luego vino el desmantelamiento de los tramos de la tubería.
Por su parte, un informe de Pdvsa detalla que de los 224,4 kilómetros totales del gasoducto, el tramo colombiano de 88,5 kilómetros, con sus tres estaciones de seccionamiento y la Estación Terminal Ballena han sido víctimas de tropelías que van desde hurtos de secciones del tubo mediante excavaciones, hechas incluso hasta por hacendados propietarios de tierras por donde transita la tubería.
El desmantelamiento fue comprobado en septiembre de 2022 cuando Pdvsa Gas envió dos cuadrillas para comprobar el estado del gasoducto y encontró que cerca de la frontera de ambos países habían desenterrado y retirado una parte del tubo y no pudieron continuar la inspección “por la presencia de personas armadas que pusieron en grave riesgo la integridad física del equipo evaluador”.
El sesgo antivenezolano creado por Duque, atendiendo a la línea política del extinto Grupo de Lima, bajo la directriz de Donald Trump, era de tal magnitud, que en noviembre de 2023, para poder ingresar en el Predio Ada Luz, en Maicao, cuando ya ni siquiera mandaba Duque, el personal técnico de Pdvsa Gas, sucursal Colombia se debió acompañar por el ejército de Colombia.
Durante la experticia se puso en evidencia las excavaciones en el corredor del gasoducto para extraer y desmantelar las tuberías, tales como campamentos de pernoctas, utensilios de cocina, palas, cilindros.
Y no solo descuartizaron y robaron tramos y estaciones del gasoducto. Ecopetrol también tiene una deuda con Pdvsa del orden de 5 millones de dólares, derivada del Plan Bilateral de Contingencias Contra Derrame de Hidrocarburos de las Cuencas Hidrográficas Transfronterizas, causada por las operaciones de saneamiento ambiental hechas por Pdvsa para contrarrestar los derrames de petróleo sobre el río Catatumbo.
Pero aun así, en medio de adversidades, las tareas para cimentar la solidaridad bolivariana avanzan. Pdvsa estima que es posible acondicionar para 2025 las estaciones y el gasoducto en ambas repúblicas. Eso sí, Pide a Colombia la incorporación de cuerpos de seguridad armada en toda la extensión del gasoducto. Apoyo para las denuncias de robos y hurtos ante la Fiscalía colombiana.
La petrolera venezolana pide la revisión de la licencia ambiental y la extensión del Contrato de Suministro Internacional de Gas suscrito entre Pdvsa Gas como vendedora y Ecopetrol como compradora, así como el Contrato de Transporte Internacional de Gas.
Venezuela y Colombia suscribieron en el 2005 un conveniopara construir el gasoducto, en el cual los colombianos se comprometían a suministrar gas a Venezuela hasta el 2010, para posteriormente ser la patria de Simón Bolívar la que proveyera el hidrocarburo al país vecino
El envío del combustible desde Colombia, pagado, se mantuvo hasta 2015, cuando Pdvsa informa su decisión de no extender el contrato de suministro debido a la irregularidad y frecuentes fallas que han llegado hasta cero gas enviado hacia Venezuela.
El contrato de importación de gas para el semestre enero-junio del 2015 contemplaba que las empresas Ecopetrol y Chevron suministraran 50 millones de pies cúbicos (Mmpcd) mensuales; no obstante, el promedio cayó a 20 Mmpcd, apuntó Pdvsa en un comunicado.