El FMI, con ropa de cordero, es fuente de desgracias para Argentina

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Juan Guahán-Question Latinoamérica|

 Dos noticias le dan contenido al título. Una proviene de una oficina del Mercado de Cambios del Banco Central (Deuda: Informe sobre activos externos) y la otra es la mentada anotación del Fondo Monetario Internacional por 4.355 millones de dólares, correspondientes a sus Derechos Especiales de Giro (DEG) en las cuentas del Banco Central de la Argentina.

Ambas noticias abarcan solo una parte del modo que nos dominan mientras simulan ser nuestros salvadores. Ya veremos cómo ambas noticias terminan entrelazadas en un siniestro juego que nos acompaña desde 1956 y del cual ningún gobierno se anima a salir.El verdadero prestamista de última instancia de Argentina, el Fondo  Monetario Internacional

La deuda macrista

Entre 2015/2019 fuimos endeudados en más de 100 mil millones de dólares (entre ellos los 44 mil millones que recibió el expesidente Mauricio Macri). De esa cifra, unos 24 mil millones fueron destinados a pagar viejas y dudosas deudas, pero otros 86.200 millones se fugaron.

Es interesante conocer algunos de los nombres de quienes fueron protagonistas de esas fugas. Dos de las empresas que realizaron las mayores fugas son Telefónica Argentina, con 1.248 millones de dólares y Pampa Energía con cerca de 904 millones. En ambas tiene participación el “fondo buitre” Black Rock (uno de los núcleos centrales del sistema financiero mundial).

En la era Macri, USD 133.313 millones se fueron del paísCabe aclarar que ninguna de esas empresas declaró -sin que la administración fiscal se entere- tan voluminosas ganancias. Pero también los apellidos tradicionales, de los dueños del poder, forman parte de quienes dejaron sus fondos en “paraísos” o guaridas fiscales.

Allí figuran los Magnetto, los Rocca-Techint, los Eskenazi, los Arrieta Blaquier, los Pérez Companc, IRSA, los Bulgheroni, por citar algunos. Lo más interesante o doloroso es que los protagonistas de este vaciamiento del trabajo argentino siguen gozando de sus beneficios. Ningún gobierno les pregunta por el origen de sus riquezas y siguen sin rendir cuenta de sus mal-andanzas.

FMI asigna plata por covid y para que la economía funcione

El lunes pasado el FMI asignó a la cuenta del Banco Central de la Argentina la suma de 4.355 millones de dólares. Esa cifra se corresponde al 0,67% del total de los Derechos Especiales de Giro (DEGs) que el FMI repartió entre sus 199 miembros.

Los DEGs no son exactamente una moneda, son anotaciones financieras que hace el FMI para cumplir con el rol que tiene asignado como control y garantía del sistema financiero internacional. No son créditos, sino asignaciones para equilibrar determinadas situaciones que se distribuyen según las cuotas asignadas a cada país por esa institución.Derechos Especiales de Giro (DEG) en 2021, ¿para qué sirven?

En este caso repartieron  650 miles de millones de dólares. De ellos, 375 fueron a los países de las economías más ricas, otros 254 a los denominados “emergentes” y 21 a los de menores ingresos, con lo cual ahonda la desigualdad existente.

Vale como ejemplo que Argentina recibió 4.355 miles de millones de dólares y los EEUU 110 mil millones (25 veces más). El FMI opera con una canasta de cinco monedas (dólar, euro, yuan, yen y libra esterlina) cuyo resultado es el DEG, una moneda que es de mayor valor que el dólar.

Ese dinero se aplica a las reservas como un complemento de las mismas. Con ello, éstas incrementaron en un 10% las reservas brutas y entre un 50 y 70% las realmente disponibles.

Los países con “deudas insostenibles” -como Argentina- no podrían pagarle al FMI con esos recursos pero fue autorizada a darle ese destino, como un modo utilizado por el FMI para cubrir sus culpas por el escándalo del La asignación de DEG y los límites nacionales de la política monetaria  global – Blog NewDeal“préstamo electoral” a Macri y de paso “recuperar ya” algunos recursos.

El FMI reconoce un interés, a los países que mantienen los DEGs en sus reservas. Por el contrario, si esos aportes son reasignados a otros pagos (como es el caso nuestro), nuestro Banco Central debe pagar intereses por esa utilización.

Fondos que llegan y se van…

Ya fueron anotados en la cuenta del Banco Central los 4.355 millones de dólares que asignó el FMI. La vicpresidenta Cristina Fernández de Kirchner había dicho que ellos no irían al pago de la cuentas con el FMI, después retrocedió y dijo que sí, que serían utilizados para dichos pagos.

Estos recursos alcanzan para cubrir dos vencimientos (setiembre y diciembre) de 1.870 millones cada uno e intereses (noviembre), por 640 millones. Con esto cierra el 2021.

Para marzo Argentina tiene los postergados compromisos con el Club de París. Se supone que, para esa fecha, tendrá firmado el acuerdo con el FMI. El gobierno prefiere no hacerlo ahora para no tener que dar explicaciones antes de las elecciones. Pero es público que la decisión es seguir pagando. De pagar las deudas odiosas, fraudulentas, ilegales y por supuesto, ilegítimas.Revelan la lista de personas físicas que más fugaron millones de dólares  durante el macrismo | CHACO DÍA POR DÍA

Allí está una de las claves del malestar social y del drama nacional. Enfrentarlo supone algo más que ganar una elección, demanda la voluntad de hablarle al pueblo con la verdad en la mano y convocarlo para que sea protagonista de una nueva gesta popular. Por ahora, es de imaginar que -solo por ahora- se preferiere seguir tapando agujeros.

Deuda: diluyendo resonsabilidades

El tema de la deuda vuelve y revuelve. Es así desde hace décadas y –al paso que vamos- nos acompañará hasta que el pueblo organizado decida otros rumbos.

Casi todos los gobiernos –desde la llegada del FMI en 1956- bajo el argumento que “eso” es lo “posible”, terminaron negociando una y otra vez hasta desembocar en esta Argentina actual. En el medio, no en una sola oportunidad, fueron violadas la ley y la Constitución.

Un fallo judicial, del Juez Federal Jorge Ballesteros (año 2000) decretó el carácter impagable y fraudulento de viejos reclamos. Pero sucesivos gobiernos continuaron pagando, del mismo modo que se está haciendo hoy con la deuda tomada por Macri. Pero nadie se hace cargo de tan irresponsables actitudes. Todo transita como si fuera una trágica calesita, allí –pareciera- que “una mano lava la otra”.

Cristina pide consenso para que todo el pueblo asuma estos futuros acuerdos sobre el pago de la deuda y con el FMI. El macrismo prefiere mirar al costado, como si nada tuviera que ver. El pueblo no es llamado a opinar, aunque padezca, tales decisiones. Es lamentable que al pueblo, como al jamón del sandwich, lo devoren estos negocios que hundieron a toda la sociedad.

 

*Analista político y dirigente social argentino, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)