El expresidenta francés Sarkozy comenzó su condena de prisión
Isabella Arria
El expresidente francés Nicolas Sarkozy entró este martes en la prisión parisina de La Santé para cumplir la pena de cinco años impuesta por la financiación de la campaña electoral que le llevó al Elíseo en 2007 con dinero del régimen libio de Muamar Gadafi, lo que le convierte en el primer exjefe de Estado francés en ser encarcelado.
Sarkozy llegó a la prisión parisina, situada en el distrito XIV, escoltado en un coche negro y seguido por motoristas de televisiones que trasmitieron en directo el trayecto desde su domicilio en el distrito XVI.
El expresidente francés Nicolas Sarkozy entró este martes en la prisión parisina de La Santé para cumplir la pena de cinco años impuesta por la financiación de la campaña electoral que le llevó al Elíseo en 2007 con dinero del régimen libio de Muamar Gadafi, lo que le convierte en el primer exjefe de Estado francés en ser encarcelado.
Sarkozy llegó a la prisión parisina, situada en el distrito XIV, escoltado en un coche negro y seguido por motoristas de televisiones que trasmitieron en directo el trayecto desde su domicilio en el distrito XVI. “¡Bienvenido Sarkozy!”, “¡Sarkozy está aquí!” gritaron algunos de los presentes a la llegada del que fuera presidente de Francia desde 2007 a 2012 a la vetusta prisión parisina, mientras que otras personas preguntaban: “¿Carla, dónde estás?”, en alusión a la esposa del expresidente.
Su encarcelamiento, que ha causado un choque en una parte de la sociedad francesa, fue seguido por decenas de medios de comunicación nacionales y extranjeros, incluso varias televisiones trasmitieron el trayecto del exjefe desde su domicilio en directo. Durante el tiempo que pasará en La Santé, el exjefe de Estado tiene intención de aprovechar para “escribir sobre su experiencia, sobre la injusticia de la que es víctima”.
El exjefe de Estado fue sentenciado el pasado 25 de septiembre a cinco años de prisión por haber formado parte de una “asociación de malhechores” y por haber dejado que sus principales colaboradores negociaran con responsables del régimen de Gadafi para obtener dinero para la campaña de las elecciones presidenciales de 2007.

Paralelamente, el primer ministro francés, Sébastien Lecornu, presentó el lunes la dimisión de su Gobierno al presidente, Emmanuel Macron, pocas horas después del anuncio de su gabinete, en un nuevo giro inédito de la crisis política que vive el país. En un breve comunicado, el Elíseo indicó que Macron aceptó la dimisión que le presentó Lecornu, lo que abre las puertas a diferentes escenarios, incluida la convocatoria de elecciones anticipadas.
Por su pate, Sarkozy salió sobre las 9.10 horas locales de la mano de su mujer, Carla Bruni, y en compañía de sus hijos y sus hermanos de su domicilio, donde varias decenas de personas se congregaron en muestra de apoyo al exjefe de Estado y le aplaudieron después de cantar la Marsellesa, el himno de Francia.

Los abogados de Sarkozy, que se convertirá en el primer expresidente en la historia de la República francesa y de la Unión Europea que ingresa en la cárcel, anunciaron este martes que presentarán una petición de puesta en libertad “muy rápidamente” porque “una noche en prisión es demasiado”. Su encarcelamiento “refuerza su determinación y su rabia para demostrar que es inocente”, dijo a la televisión BFMTV Christophe Ingrain, uno de sus abogados, quien le acompañó en el trayecto en coche a la prisión.
“Objetivamente no hay ninguna razón para que el tribunal de apelación rechace esta liberación, pero existe incertidumbre jurídica y la afrontaremos”, señaló el letrado, quien adelantó que “no habrá trato preferente” para él y que “su solicitud se examinará dentro del plazo habitual, que es de un mes”.
En cualquier caso, el letrado añadió que Sarkozy pasará “entre tres semanas y un mes detenido antes de que se pronuncie el tribunal” sobre su demanda de puesta en libertad, que de recibir una respuesta positiva le permitiría pasar las Navidades en su casa y comparecer libre en el juicio en apelación previsto para marzo de 2026.
Durante el tiempo que pasará en La Santé, el exjefe de Estado tiene intención de aprovechar para “escribir sobre su experiencia, sobre la injusticia de la que es víctima”.
El exjefe de Estado fue sentenciado el pasado 25 de septiembre a cinco años de prisión por haber formado parte de una “asociación de malhechores” y por haber dejado que sus principales colaboradores negociaran con responsables del régimen de Gadafi para obtener dinero para la campaña de las elecciones presidenciales de 2007.
*Periodista chilena residenciada en Europa, analista del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)