El ciclo de vida del producto “Guaidó”
Dámaso Rodríguez Apóstol|
El diputado Juan Guaidó está en serios problemas: no sólo recibe burlas y memes del chavismo, sino que cada vez más, desde ciertos segmentos de la oposición, hay sectores que lo están descalificando a ritmo exponencial. Algunos de estos sectores llegan a afirmar que la “estrategia” del presidente de la plaza Juan Pablo II de Chacaíto, termina fortaleciendo al presidente Nicolás Maduro.
Por eso circula una imagen de Guaidó transformado en fémina, que se abraza al cuello de Maduro. Toda esta expresión política es una pieza de estudio para los investigadores sociales de la discriminación de género y de raza.
La imagen de Guaidó fue parida en una sesión de publicidad y mercadeo. En realidad, Guiadó fue el desarrollo de un producto de mercadeo y publicidad. La idea Era enfrentar el difícil, complejo y persistente chavismo (cuyo principal acervo es una identidad social y cultural popular muy arraigada) y esto llevó a que los think tanks criollos y externos, le cedieran el paso a los expertos en mercadeo político.
Guaidó nació en una sesión de mercadeo, es una fertilización en vitro de asesores especializados en marketing. ¿Qué es el mercadeo o marketing? Es esa disciplina que se encarga de “un conjunto de técnicas que permiten a las empresas o instituciones la adquisición, creación, producción, distribución, promoción y ventas de ideas comerciales, productos sean bienes o servicios de manera que logren satisfacer los objetivos de ganancias”
Ya el experimento había tenido un primer ensayo en Henrique Capriles Radonsky que trató de imitar el habla popular, pero terminó en esperpento que no llegó a superar a los personajes de AsoBarrio de los humoristas de la legendaria audición Radio Rochela.
De ahí que, frente a la imagen omnipresente del zambo Chávez, se les ocurrió, en una sesión de mercadeo y publicidad, inventar “el primer presidente negro” en la Venezuela post Chávez. Si los gringos se habían atrevido a lanzar a un negro, perdón a un afrodescendiente, ¿por qué los sifrinos[i] de la oposición no? Ellos debían comprender las últimas tendencias del mercadeo político. Así que salieron con un producto: El primer presidente moreno o negro…
El ineludible ciclo de vida del producto y la obsolescencia programada
Ahora se dan cuentas que las reglas de la mercadotecnia son crueles. Según la mercadotecnia, los productos tienen un “ciclo de vida”: nacen, transitan una senda de maduración y luego, empiezan a declinar, para luego ser desechados y sustituido por un nuevo producto. Ese ciclo esta acotado, en muchos casos, por la llamada obsolescencia programada.
El producto Guaidó cumple año pronto, cumple año como producto de mercadeo, y su ciclo de vida se cumplió con una aceleración dramática. Los diseñadores le habían asignado una fecha de vencimiento (obsolescencia programada) de unos tres o seis meses máximo. Al cabo de ese tiempo, supusieron que Maduro ya había sido removido (con un golpe, una intervención militar estadounidense-colombiana, un magnicidio) y el candidato auténtico a presidente, podía estar entre Leopoldo López y cualquier otro pro-cónsul.
Pero lo que se quiere resaltar es que, con la salida al mercado del producto Guaidó, desde el principio estaba claro que el histórico odio racial de los sectores altos y medios venezolanos, se había contenido con un tapón en el ano, con tal de que ese negro sacara a Maduro y trajera a los gringos.
Ellos (los que nunca aparecen pero son los que mandan) lo utilizarían cómo se utiliza un preservativo… Ahora, cercano el fin del año 2019, tratarían de desmontarlo, porque “es bruto, negro y maricón” (me baso en la imagen que circula en las redes sociales de la oposición que lo presenta como un transformista colgado en el cuello de Maduro)…
La molestia de estos derechistas es que, ellos mismos no soportan a Guaidó, ni creen en esa fantochada de “presidente interino”… Basta escucharlos y verlos en los lugares que frecuentan…
Ellos piensan acerca de Guaidó como pensarían con cualquier empleado de esa fisionomía: “ya el acomodador del carro no es útil, ya cumplimos con nuestra cuota cristiana blanca de caridad…hay que mandar a este negro para dónde corresponde”….Además el muñequito sólo trajo un audio, que repite constantemente cada vez que le aprietan el botón: “cese a usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”
Resulta ser que, el usurpador desde el principio fue él, lo último que intentó usurpar fue la condición de ciudadano usuario del metro (subterráneo) de Caracas, con la mala leche que el único pasajero de utilería que lo saludó con aprecio, se descubrió que ¡era su cuñado!.
Pero la gente en el vagón del metro, le reclamó que se había quedado con el dinero de 
CITGO (en verdad será un negro rico, gracias a los gringos) hasta llamarlo “rastrojo” en alusión a sus vinculaciones con los paramilitares colombianos. El Gobierno de transición, no llegó, Leopoldo López, el 30 de abril, dejó tirado unos plátanos verdes en el distribuidor Altamira y se piró.
Parece que la sentencia sobre Guaidó, por parte de la Vicepresidenta Rodríguez fue certera: “él es la nada”. Porque esa es la efímera vida de los productos en el mercado capitalista. Porque aunque era algo, un producto, era nada, de acuerdo a los racistas y clasistas constipados de nuestras clases altas y medias…
Nota
[i] En Venezuela la palabra “sifrino” es equivalente a burgués o pequeño burgués. Tiene igual significado que el término “pituco” en Perú.
*Sociólogo y economista venezolano, especializado en economía política de la comunicación, investigador asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)