EE.UU. entregó a Maikelys. Maduro llama al retorno a todos los migrantes

(Presidencia de Venezuela)

Pablo Rodríguez

El presidente Nicolás Maduro recibió el miércoles en el Palacio de Miraflores a la niña Maikelys Espinoza, tras concretarse su rescate desde Estados Unidos, donde fue separada de sus padres, ambos migrantes. El padre de la niña es uno de los secuestrados en la cárcel CECOT en El Salvador, y su madre fue deportada hace tres semanas.

La pequeña Maikelys fue entregada a su madre Jorely Bernal y a su abuela, Raida Josefina, en una ceremonia en el Palacio de Miraflores, entre lágrimas y abrazos. “Aquí está la niña querida de todos, es hija y nieta de todos nosotros”, declaró el presidente Maduro, quien destacó el trabajo de su gabinete y organizaciones de derechos humanos para lograr lo que calificó como una “victoria humana”.

La primera dama, por su parte, describió el momento como “el mejor abrazo del mundo” al recibir a la menor en el aeropuerto. El rescate involucró esfuerzos multilaterales. Maduro agradeció al enviado especial de Donald Trump, Richard Grenell, y al gobierno estadounidense por facilitar el “acto de justicia”, así como a abogados y defensores civiles en EE.UU. que colaboraron con el agente venezolano para los Derechos Humanos, Larry Davoe.

Maduro recordó que el padre de Maikelys, Maiker Espinoza, sigue detenido en El Salvador bajo el gobierno de Nayib Bukele, junto con 253 venezolanos más, según afirmó. “Aspiro a rescatarlos pronto”, señaló.

(Presidencia de Venezuela)
Críticas a las sanciones y llamado al retorno

Maduro instó a los migrantes venezolanos a regresar: “No crean en falsas patrias ni en el sueño americano. Aquí los amamos, nos arreglamos entre todos”. Culpó a las “sanciones criminales” —en referencia a las medidas económicas de EE.UU.— del sufrimiento de las familias y prometió trabajar por su reunificación. Además, elogió al equipo gubernamental, incluidos el enviado especial Jorge Rodríguez, la vicepresidenta Delcy Rodríguez y Diosdado Cabello, por su rol en las gestiones.

Cilia Flores por su parte resaltó la unidad del pueblo venezolano como motor del rescate: “Este milagro es gracias a la solidaridad de todos”. Aunque la celebración dominó el acto, Maduro admitió que persisten diferencias políticas con EE.UU. y otros actores, pero insistió en que “con la bendición de Dios, es posible resolver conflictos”.

Mientras Venezuela celebra este logro, la atención se vuelve hacia El Salvador, donde el destino de cientos de venezolanos sigue pendiente. Para Maduro, la lucha continúa: “Esta victoria es del pueblo, pero no descansaremos hasta traer a todos de vuelta”.