EE.UU. declara terroristas a movimientos Antifa de Europa

(IA Canva)
25

Estados Unidos anunció la designación de cuatro movimientos antifascistas y anarquistas de Alemania, Italia y Grecia como “organizaciones terroristas extranjeras”, endureciendo su ofensiva global contra el movimiento Antifa bajo la administración del presidente Donald Trump.

El Departamento de Estado incluyó a Antifa Ost (Alemania), Frente Revolucionario Internacional, Justicia Proletaria Armada y Autodefensa de Clase Revolucionaria (Italia y Grecia) en la lista con el argumento de que estos grupos han perpetrado ataques violentos contra instituciones estatales y civiles en Europa en los últimos años.​

La decisión permitirá congelar activos, restringir movimientos financieros y limitar contactos internacionales de los grupos y sus integrantes, además de bloquear los bienes que se encuentren en EE.UU. o bajo jurisdicción estadounidense.

El portavoz del Departamento de Estado, Tommy Pigott, declaró: “El Departamento de Estado está comprometido a identificar y desmantelar estas redes terroristas que conspirar para reprimir despiadadamente la voluntad del pueblo y socavar violentamente los cimientos mismos de los Estados Unidos y de la civilización occidental”.​

La medida, que entrará en vigencia el 20 de noviembre, fue calificada por la Casa Blanca como una muestra de que “ningún grupo que promueva la violencia ideológica quedará fuera del escrutinio del gobierno de Estados Unidos”. La designación abarca por primera vez organizaciones de extrema izquierda dentro de la categoría de amenazas globales, en un giro que ya provocó reacciones políticas y legales en Europa.

Según el Departamento de Estado, estos movimientos adhieren a ideologías revolucionarias anarquistas y marxistas, empleando el antiamericanismo y el anticapitalismo como justificación para ataques.​

Respuestas tibias

Autoridades alemanas han pedido que toda acción internacional respete las garantías legales y derechos fundamentales, mientras fuentes del gobierno italiano señalaron que su prioridad es vigilar cualquier posible criminalización de activismo legítimo.​

En Grecia, grupos parlamentarios llamaron a una revisión de las políticas contra organizaciones radicales y solicitaron diálogo con los socios europeos para articular una respuesta conjunta, aunque el Ministerio de Exteriores evita confrontaciones directas. Analistas europeos advierten que el aislamiento financiero de los movimientos señalados podría afectar la cooperación internacional en materia de justicia y seguridad, y contribuir al deterioro de la relación transatlántica.​

El Parlamento Europeo evalúa el caso en el marco del respeto a las acciones soberanas de EE.UU., pero considera que la designación puede limitar la capacidad de organizaciones y activistas para operar libremente en Europa si la presión estadounidense se traduce en nuevas leyes nacionales.

Garantías

A partir de la medida, cualquier persona sospechosa de estar asociada con estos movimientos podría enfrentar restricciones migratorias, ser inadmitida en EE.UU. o incluso deportada si se comprueba su vínculo. Además, se permite la congelación de activos, el bloqueo de transacciones financieras y la persecución penal de quienes aporten cualquier tipo de “apoyo material” a los grupos designados, incluyendo dinero, servicios o colaboración logística.​

Juristas y expertos advierten que, debido al carácter difuso de estos movimientos, la medida puede dar lugar a acciones arbitrarias contra ciudadanos europeos solamente por suposiciones, afectando su derecho a la presunción de inocencia y a la libertad de asociación. También queda comprometida la libertad de expresión, pues cualquier discurso, manifestación o acto considerado por las autoridades como “apoyo” a estas organizaciones podría generar consecuencias legales en EE.UU..​