Dos mil 200 kilómetros que vuelven a unir a Colombia y Venezuela

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Camilo Rengifo Marín |

Los gobiernos de Venezuela y Colombia comenzaron a superar los años de tensión y avanzaron decididamente en la normalización de sus relaciones diplomáticas, comerciales y hasta militares, rotas desde 2019,  en la primera semana de la presidencia de Gustavo Petro

El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, anunció que establecerá contacto “de inmediato” con su homólogo colombiano, Iván Velásquez, para “restablecer” las relaciones militares entre los dos países.

El gobierno venezolano designó a Félix Plasencia, un diplomático de carrera y político que fue canciller entre 2021 y mayo pasado. Plasencia está en el servicio exterior desde 1991, y representó a su país en Bélgica y el Reino Unido. Es cercano a la hoy vicepresidenta Delcy Rodríguez, quien también es diplomática de carrera.

Félix Plasencia, embajador designado por Venezuela en Colombia. (Xinhua/Marcos Salgado)

Anteriormente, fue director de protocolo de la Cancillería, ministro de Turismo y de Comercio Exterior entre 2019 y 2020, y embajador en China entre 2020 y 2021. Tiene nacionalidad española por ser hijo de tinerfeños.

Por su parte, Gustavo Petro designó al ex senador Armando Benedetti, una de las primeras figuras de la clase política tradicional en apoyar su campaña presidencial.

Benedetti fue militante por largos años del derechista Partido de La U, del que fue senador entre 2010 y 2022, pero para las elecciones legislativas de este año apoyó candidatos de la lista del Pacto Histórico de Petro y fue quien manejó su agenda como candidato. Nadie viajó más con él en avión por todo el país ni tuvo más intimidad con él durante la campaña.

La frontera colombo-venezolana llegó a ser la más activa de América Latina, y en su mejor momento, en el año 2008, el intercambio comercial alcanzó 7.290 millones de dólares. Petro habló de “restablecer la institucionalidad que existía desde décadas antes para que los dos pueblos hermanos puedan guarecer sus derechos, garantizar sus libertades y lograr que entre Colombia y Venezuela se pueda construir riqueza para ambos pueblos”.

Puente Internacional Simón Bolívar, lado venezolano, en febrero de 2019.

“Presidente Gustavo Petro, lo sorprenderé cuando lleguemos a 10.000 millones de dólares en intercambio comercial, cuando beneficiemos a los más de ocho millones de colombianos que viven en la frontera. Ninguna línea imaginaria nos volverá a separar como hermanos”, respondió Benedetti.

La normalización de las relaciones tras el cambio de gobierno en Colombia supone un desafío en la prologada crisis política venezolana, ya que Bogotá deja de ser el epicentro de las operaciones militares y políticas de los opositores al gobierno constitucional de Nicolás Maduro, financiados por el gobierno de Estados Unidos.

El gobierno de Venezuela está retomando el control de la empresa Monómeros Colombo Venezolanos, después de que Petro dispusiera a través de la Superintendencia de Sociedades, el retorno de la administración de la agroquímica al Estado venezolano. En  2019 Iván Duque la confiscó para entregársela al farsesco “presidente interino”  Juan Guaidó.

En estos años de ruptura, los pasos fronterizos que han sufrido cierres intermitentes desde 2015 y habilitados solo para el cruce peatonal, se convirtieron en tierra de nadie en la que mandan el crimen organizado y los grupos narcotraficantes y paramilitares colombianos.

La hostilidad política durante el periodo de uribista Iván Duque también llevó al mínimo el intercambio comercial. Empresarios colombianos y venezolanos han desplegado un intenso cabildeo los últimos años. Apenas dos semanas después de la segunda vuelta en la que resultó electo Petro, firmaron el llamado “Acuerdo de la Frontera” en la ciudad de San Cristóbal, a donde llegaron después de cruzar a pie el puente internacional entre Cúcuta y San Antonio del Táchira.

El comercio ha sido uno de los más afectados por los problemas fronterizos entre Colombia y Venezuela. En 2008 el intercambio comercial entre los dos países era de unos 7.200 millones de dólares, en 2015 había retrocedido a cerca de 1.331 millones y en 2020 era de apenas 221 millones de dólares. Y la pandemia empeoró la situación con los cierres de los pasos fronterizos.

Puente Internacional Tienditas, cerrado en febrero de 2019.

A Plasencia y Benedetti les corresponde reflotar ese intercambio, pero también maniobrar en casos espinosos como el de Monómeros, la empresa de fertilizantes venezolana radicada en Colombia, uno de los activos de Venezuela en el extranjero que el anterior gobierno colombiano quería dejar en manos de la oposición venezolana.

Los más de dos mil 200 quilómetros limítrofes son porosos, repletos de las llamadas trochas por las que históricamente ha fluido todo tipo de contrabando y en los últimos años permitió la incursión armada de mercenarios en territorio venezolano con el fin de desestabilizar el país y derrocar a Maduro

Adiós a Duque, bienvenida la paz

Duque fue uno de los presidentes de la derecha sudamericana que impulsó el llamado Grupo de Lima, surgido el 8 de agosto de 2017 con el objetivo de buscar el derrocamiento del gobierno constitucional de Venezuela, que sancionó política y económicamente al gobierno de Maduro, siguiendo las directivas emanadas de Washington.

Vicente Torrijos, profesor de la Escuela Superior de Guerra, señaló que  “hay una asignatura pendiente en ese manejo con Venezuela porque ha sido una enorme frustración ver lo que ha desarrollado el Grupo de Lima, por ejemplo, que ya no existe, que fue un fiasco diplomático, que es una contradicción absoluta desde el punto de vista geopolítico”.

El 23 de enero de 2019 el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, se autoproclamó presidente interino de Venezuela y recibió de inmediato el reconocimiento de Estados Unidos y de los países miembros del grupo de Lima.

El anuncio de los embajadores se produce el mismo día en que el canciller colombiano, Álvaro Leyva, encabezó una delegación para allanar el camino en aras de reiniciar los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Leyva ya fue clave para alcanzar un acuerdo de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que el gobierno colombiano incumplió.

* Economista y docente universitario colombiano, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)