¿Dolarizar? De la sartén al fuego
Luis Salas Rodríguez |
La idea de dolarizar la economía venezolana tiene tiempo rondando. De hecho, fue un proyecto en los 90. Pero que, tras la actual devaluación del bolívar, se replantea por algunos sectores. Por ejemplo: Francisco Rodríguez, jefe de “Torino Capital” y el principal lobista de los tenedores de bono de deuda que acosan al país, y quien hace poco anunció que sería el ministro de economía del candidato Henry Falcón, es un entusiasta de esta idea.
Se dice que dolarizar sería el principio del fin de nuestros problemas, porque acabaría con la hiperinflación recuperando el poder adquisitivo de los venezolanos. Sin embargo, es una oferta engañosa:
En términos macros, dolarizar es una mala idea porque haría que el país pierda soberanía monetaria y privaría al Estado de una poderosa herramienta para hacer política económica. No obstante, estos son argumentos que poco le dicen al ciudadano de a pie, al cual se le dice que nada de eso importa si logramos que nos paguen salarios en dólares. La estafa es creer que por cobrar en dólares los precios bajarán y nuestro poder de compra aumentará.
Fíjense, para eso habría que hacer primero la conversión de Bs. a dólares. Veamos: el salario mínimo actual son Bs 392.646 (sin tickets). Algunos dicen que la conversión sería uno a uno, o sea, que se pasaría a 392.646 $. Eso es absurdo.
Pues para saber cuánto ganaría usted en dólares se debe dividir lo que gana en Bs entre el tipo de cambio vigente. Si se toma como referencia el DICOM (40 mil Bs por dólar, según el resultado de la última subasta anunciada ), el salario mínimo pasaría a unos 9 $. Si le suma el bono, a unos 32 dólares. Ahora saque la cuenta a dólar today –el monto que la mayoría de los partidarios de la dolarización defienden- y verá.
Adicional: al dolarizar el sueldo, los precios harán lo mismo. Y tenderán a igualarse a los precios fuera del país, pero tendremos para comprar solo un 3% del promedio de salario en dólares de la región (350$), sin posibilidad de cambiarlos a bolívares, que es como hacen algunos ahorita y por eso luce tan rentable. Sería, como quien dice, saltar de la sartén al fuego: y eso no puede ser un buen plan.