Dólar y corrupción preocupan mucho al gobierno y a la oposición argentinas
Juan Guahán-Question latinoamérica|
La evolución de la situación interna y la conmoción mundial porque el Reino Unido se retira de la Unión Europea preocupan (y mucho) a oficialismo y oposición argentinos. Y lo que está ocurriendo en el orden interno, en materia judicial, tiene a la dirigencia en ascuas.
Esos temores se ahondan con motivo de lo ocurrido en el Reino Unido. La mayor parte del pueblo, preoupado por su situación diaria, es probable que no perciba en toda su magnitud los efectos de lo que está pasando en la Justicia Argentina y en el mundo, después de las elecciones realizadas en el Reino Unido.
La Justicia sigue avanzando en las diferentes causas vinculadas a funcionarios kirchneristas, lo que no quiere decir que el macrismo esté tranquilo, también tiene un costado de su práctica y amistades que pueden caer en esta volteada. La intuición del pueblo tenía registrada la corrupción galopante que estábamos viviendo, pero sabe que ello no es patrimonio del gobierno que se fue recientemente o de la actual administración. Tiene memoria que ese tema viene de lejos y así lo toma, aunque ahora parece que tiene algunos elementos que pueden obligar que la situación judicial de algunos, esta vez, se desbarranque. Pero los funcionarios del anterior gobierno lo viven en carne propia y sostienen que están sometidos a una “persecusión política”.
Lo cierto es que el actual gobierno aprovecha la situación para legitimarse, pero también le teme a esta oleada. Cuando miran para atrás se preocupan porquen algunos de ellos (sus familiares o amigos) también están involucrados en esos hechos. Atendiendo al futuro saben que tienen que extremar sus cuidados para evitar que puedan caer como chorlitos.
Nada de lo que ocurre es nuevo y parece formar parte de la idiosincracia nacional, pero ahora está saltando a la superficie a la vista de todos.
Una gran parte del pueblo mira desconfiado la actuación de la Justicia y solo se atreve a mascullar: ¡Son todos iguales!
El kirchnerismo lo padece porque está colocado en el banquillo de los acusados; el macrismo lo festaja pero le tambiém le preocupa porque si avanza lo puede alcanzar y el pejotismo tampoco se alegra mucho, le permite irse despegando de Cristina pero también sabe que después pueden venir por ellos, creados y criados en ese ambiente.
Sin embargo, la pricipal causa de la preocupación macrista está en otro lado. Se trata del dólar, éste sigue con fiaca y no aparece. Promesas, proyectos y fotos no faltan, pero…¡el poncho no aparece!. El gobierno sabe que, para “su” política, sin verdes en la mano, no hay reactivación, la crisis continúa y consume el tiempo de las expectativas, luego vendrán las broncas que crecen. Su actual política de gradualismo fiscal, es decir seguir manteniendo un déficit de Caja, es posible si llegan divisas.
Todo esto tuvo en los últimos días un nuevo condimento que agrava la situación. Los británicos se van de la Unión Europea, desatando un fenomenal problema que nadie, a ciencia cierta, conoce el rumbo que va a tomar. En este marco no parece, fácil, ni cercano que aparezcan inversores. Ya sabemos que el ¡capital es cobarde! En medio de esta crisis lo más probable es que venga a cuenta gotas y eso agrava el futuro de los argentinos y del gobierno de Macri.
Esto ocurre en momentos que el kirchnerismo analiza realizar su acto, con la presencia de Cristina, en el Obelisco para el 9 de Julio. Quiere demostrar que sigue vigente a pesar de todo. Sirve como un dato que, desde que asumió Mauricio Macri, su bloque de diputados nacionales se redujo en cerca de un 30%, de los 98 iniciales hoy le restan 70. El último desgajamiento fue -esta semana- el del Movimiento Evita, con 6 legisladores que formaron un bloque aparte.