Diez años de cooperación de la Franja y la Ruta de China y América Latina

(Xinhua/Chen Bin)
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Desde que se propuso por primera vez la Iniciativa de la Franja y la Ruta en 2013, la cooperación entre China y América Latina ha registrado una década fructífera en diversos campos.

Esta propuesta china, que facilita nuevos programas y perspectivas de desarrollo para todo el mundo, concuerda con los conceptos y las realidades del desarrollo latinoamericano. De hecho, la cooperación pragmática de la Franja y la Ruta ha contribuido a la formación de varias “rutas” tanto dentro de América Latina y el Caribe como entre los dos continentes.

Rutas de infraestructuras cruciales y provechosas

Tras continuas expansiones del área metropolitana y de su población, el sistema de transporte público de Bogotá ya no puede satisfacer la creciente demanda de todos los pasajeros de la capital colombiana.

Para resolver este problema, la megaciudad de unos 8,3 millones de habitantes dio paso firme en la construcción de su primera línea de metro, el mayor proyecto de infraestructura de Colombia, con la participación de un consorcio compuesto por dos empresas chinas.

“Hoy tenemos casi una hora en promedio de viaje cada día, en cambio, con el Metro tendremos trenes eléctricos, sin contaminación y el promedio de viaje se reducirá a media hora”, aseguró Claudia López, alcaldesa de Bogotá.

Para la mandataria local, la construcción del subterráneo no solo ayuda a la reducción del tiempo de viaje de los ciudadanos, sino también al desarrollo social de las localidades por donde pasa la línea, en tanto genera más empleos, mejora la calidad de vida y aumenta la productividad de la ciudad.

Mediante la cooperación con China, no solo los bogotanos están a punto de hacer realidad su sueño de viajar en metro, sino que también la gente de muchos países latinoamericanos ha comenzado a experimentar una vida mejor.

Por dar solo unos ejemplos, la renovación del ferrocarril de carga Belgrano, de Argentina, ha reducido los costes logísticos para los agricultores de las regiones productoras de cereales; la Carretera Norte-Sur de Jamaica ha mejorado las condiciones de transporte en el país insular y facilitado el flujo de gente y de productos; la red de transmisión de electricidad de ultraalta tensión desde la central hidroeléctrica de Belo Monte de Brasil, ha solucionado la escasez de energía eléctrica para más de 22 millones de habitantes; y el parque eólico Punta Sierra de Chile ha generado anualmente 282 gigavatios de electricidad, ofreciendo energía limpia a unos 130.000 hogares.

De acuerdo con Eduardo Regalado, experto del Centro de Investigaciones de Política Internacional de Cuba, la Iniciativa de la Franja y la Ruta ha creado infraestructuras para el desarrollo económico de países de América Latina, el Caribe, y África, contribuyendo al mejoramiento del nivel de vida de las poblaciones.

“Todas las naciones incluidas en este proyecto verán satisfechas sus necesidades e intereses para el desarrollo económico. Es una verdadera cooperación dirigida a la prosperidad”, apuntó.

Rutas de comercio eficaces y económicas

A las cinco de la madrugada, centenares de contenedores llenos de cerezas llegan a los puertos de China esperando las inspecciones aduaneras y fitosanitarias. Tras unos veinte días de trayectoria, las cerezas chilenas tocan por fin las puertas del inmenso mercado chino.

Hace apenas un mes, Chile inauguró la temporada de la cereza 2023-2024 con la esperanza de alcanzar 100 millones de cajas exportadas durante los festejos del Año Nuevo chino.

“La industria de la cereza chilena es líder en el mundo. Somos capaces de entregar un producto de mucha calidad, dulzura y sabor al país que más nos compra, que es China”, dijo Esteban Valenzuela, ministro de Agricultura chileno.

Con una logística desarrollada y una tecnología de conservación avanzada, las cerezas chilenas de alta calidad logran viajar a través del océano y ser compradas por los consumidores chinos.

“La forma más rápida de envío es a través de los barcos CherryExpress, que son rápidos y llegan directamente a China en alrededor de 22 días. Esto significó un importante desarrollo, que permite que las cerezas lleguen en buena calidad”, dijo Claudia Soler, directora ejecutiva del Comité de Cerezas de Chile.

Gracias a las rápidas y fluidas rutas del transporte aéreo y marítimo, los productos agrícolas latinoamericanos van ganando fama entre los consumidores chinos y se pueden comprar fácilmente en las plataformas del comercio electrónico, como los aguacates mexicanos y peruanos, las flores colombianas y ecuatorianas, la carne bovina argentina y uruguaya, y los camarones ecuatorianos, entre otros.

En dirección contraria, los productos chinos han sido bien recibidos durante mucho tiempo por los consumidores latinoamericanos debido a su precio competitivo y calidad excelente, lo cual se hace patente especialmente en los productos chinos de alto valor agregado, como automóviles y motocicletas eléctricos, que están ingresando gradualmente a miles de hogares de la región.

En opinión de Sebastián Schulz, investigador miembro del Centro de Estudios Chinos de la Universidad Nacional de La Plata de Argentina, la Iniciativa de la Franja y la Ruta puede resolver los problemas de desarrollo y conseguir un crecimiento inclusivo, armónico, completo y sustentable para los países latinoamericanos.

“Gran parte de los países de la región han aumentado de forma muy importante su comercio bilateral con China. Y, al aumentar el comercio bilateral, se han ido encontrando otras sinergias interesantes, en términos de las visiones del mundo, de los valores compartidos”, destacó.

Rutas de intercambio frecuentes y fructíferas

“China nos ha ofrecido datos satelitales precisos para manejar de manera efectiva este desastre natural. Siempre recordaremos la generosidad y solidaridad que nos ha demostrado en momentos difíciles”, destacó Adolfo Godoy, presidente de la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales de Venezuela, en una carta de agradecimiento.

En octubre de 2022, las fuertes lluvias en varios puntos de Venezuela provocaron inundaciones, deslizamientos de tierra y otros desastres naturales.

Al enterarse de que Venezuela necesitaba urgentemente conocer cómo se encontraban las zonas del desastre, China respondió de inmediato, utilizando ocho satélites durante ocho horas para hacer un análisis sobre la situación de las zonas azotadas, especificando el alcance y clasificando las construcciones por su nivel de posibles riesgos y facilitando la evacuación de las personas afectadas y los trabajos de socorro.

Además de Venezuela, China ha ido fortaleciendo la cooperación espacial vía diferentes programas de satélites con otros países latinoamericanos. Con Brasil ha desarrollado varios satélites de recursos terrestres, mientras en Bolivia, el satélite de telecomunicaciones Túpac Katari brinda una cobertura de servicios de datos y voz a sus residentes que viven en las áreas rurales.

No obstante, los intercambios y la cooperación entre China y América Latina no se limita al espacio, sino que también se llevan a cabo en las selvas.

En Honduras, un grupo de arqueólogos chinos del Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencias Sociales de China están colaborando con los colegas hondureños en la investigación y protección de las ruinas mayas de Copán.

“Históricamente, nos ha unido la historia, la cultura. Lo que nos ha separado son las fronteras, pero no existían fronteras entre las poblaciones”, comentó Salvador Varela Martínez, representante regional de occidente del Instituto Hondureño de Antropología e Historia.

Para Andrés Angulo, académico de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano de Chile, es muy interesante explorar nuevas formas de comercio y posibilidades de agregar valor a los productos exportables, así como reforzar la cooperación en los ámbitos culturales, académicos y sociales.

“Esto abre puertas para un mayor conocimiento, mayor flujo, no solo de lo que es cultura, sino también ampliando a otros factores como contactos académicos, comerciales, en distintos aspectos”, señaló.

Mirando al futuro, y bajo el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, China seguirá impulsando la cooperación pragmática con América Latina y la convertirá en un modelo ejemplar tanto para la cooperación Sur-Sur a nivel mundial, como para la construcción conjunta de una comunidad de futuro compartido para la humanidad.