Díaz Rangel: La abstención no lleva a ninguna parte/ Stelling: Voto, razón y emoción
Yo también votaré hoy
Eleazar Díaz Rangel-ÚN |
Yo también voto hoy, como lo hará la mayoría de los veinte millones de venezolanos con derecho a hacerlo. Votaré porque estoy plenamente de acuerdo con la votación como mecanismo para dirimir las diferencias políticas e ideológicas entre los ciudadanos de cualquier país, y porque votar en estas elecciones, es además, votar por la paz, tan necesaria para el desarrollo del país y para el cumplimiento de nuestros deberes, derechos y compromisos, en el trabajo, en los estudios, en nuestro descanso, en fin, para el normal desenvolvimiento de nuestra vida cotidiana.
Votaré porque la abstención no lleva a ninguna parte, ya lo han dicho: es un camino hacia la nada. Quienes la han propiciado no tiene planes ni proyectos que ofrecernos. No votar es renunciar a un derecho constitucional, que le costó tanto al pueblo conquistarlo y que ha defendido cuando se ha pretendido negarlo.
E igualmente votaré porque estoy seguro de que no hay ninguna posibilidad de escamotear ningún voto, que los resultados de los escrutinios serán transparentes y reflejarán cada voto de cada uno de los venezolanos. ¿Ustedes creen que si hubiese alguna posibilidad de fraude, la oposición hubiese ganado las elecciones de la Asamblea Nacional en el 2015? ¿Tienen idea de cuantas elecciones a gobernadores, alcaldes, concejales y diputados ha perdido el gobierno? ¿Y creen que esto hubiese sucedido si hubiese posibilidad alguna de hacer fraude? ¿Y por qué creen que el expresidente Jimmy Carter opinó que el de Venezuela era uno de los sistemas electorales más seguros y confiables del mundo? Por la sencilla razón de haber visto su funcionamiento por arriba y por abajo.
Votaré hoy porque mi conducta electoral se conforma en Venezuela, viendo lo que ocurre, teniendo confianza en que esta situación que vivimos hoy, será distinta mañana; que será posible incrementar la producción y combatir de verdad la corrupción. Y que votando hoy se contribuirá a consolidar todo cuanto se ha ganado en el campo social: vivienda, salud (pese la situación de tantos hospitales), la educación, como en ningún país latinoamericano. Ninguno invierte tanto en el área social.
Y porque mi conducta electoral no es decidida ni influida por factores extranjeros, por quienes han demandado la suspensión de las elecciones ni por los gobernantes que anuncian desde ahora que no reconocerán los resultados electorales; y porque estoy entre los millones de compatriotas que rechazan las amenazas y cualquier injerencia o intervención extranjera en nuestros asuntos internos. Por todas esas razones votaré hoy. Y sencillamente, porque hoy no solo está en juego el futuro del país, sino la suerte de América Latina.
Una cosa dicen las encuestas y otras la dirán hoy los electores. ¿Conocieron las últimas encuestas? Como en otras oportunidades, también ahora ustedes estarán llenos de dudas porque Datanálisis le da una victoria segura a Henri Falcon, con una ventaja apreciable (44 a 20, y 26 NS-NR), mientras Hinterlaces y Consultores 30-11 coinciden en ver con posibilidades iguales a Nicolás Maduro, ambas le dan 48%. Aunque ICS le da casi 55,9% a NM. Como comprenderán, todas no pueden estar reflejando la verdad sobre la intención de voto de los electores. Esta misma noche sabremos cuál o cuáles se equivocaron.
¿Qué pasaría si gana Falcón? Perderán su voto quienes votaron por él, porque si Washington habla en serio y si igualmente lo han hecho la Unión Europea, el Grupo de Lima y Canadá, no reconocerán ese triunfo en tanto sus respectivos gobiernos decidieron no reconocer los resultados de las elecciones de hoy. Hablaron de ”los resultados”, no de resultados favorables a Maduro, de manera que afectaría a todos los candidatos presidenciales y a los consejos legislativos.
Bancos de EEUU han bloqueado siete millones de dólares que Venezuela envió para pagar medicamentos para diálisis requeridos por miles de enfermos; naturalmente, el bloqueo está ordenado por el presidente Donald Trump. Pero no se crean que esa guerra económica solo la desarrollan desde el exterior: acaba de producirse el cierre de la Kellogg’s, cuyos propietarios abandonaron el país, y el gobierno debió decretar que los trabajadores tomaran la fábrica. Y simultáneamente se anunció que la Sundde decomisó 21 mil toneladas de alimentos en Zulia, entre otros, 470 bultos de azúcar, 337 de arroz y 150 de harina pan, todos en almacenes “Los Bucares”. No cesan en sus ataques a Venezuela, que al final, los sufre el pueblo con la escasez y los altos precios. Y lo hacen por todos los medios, vean lo que hizo el gobierno de Guatemala, que le negó las visas a los luchadores criollos que competirían por cupos para el campeonato panamericano.
La comunidad internacional guarda silencio, que necesariamente, debe llamarse cómplice, aunque en el Consejo de Seguridad de la ONU dejó aislado, solo, a Estados Unidos. Pero tales resultados los suponía, dado el derecho a veto que tienen e impidió que se aprobara la apertura de una investigación. Ocurrió que 55 palestinos fueron asesinados por las fuerzas armadas de Israel para reprimir una protesta pacífica, desarmada, el pasado martes 15. ¿Ustedes leyeron a la Unión Europea expresando su protesta? Y para no ir muy lejos, ¿supieron algo del Grupo de Lima, que expresara su rechazo?
Y hablando del Grupo de Lima, que la dio una última oportunidad a Venezuela para que suspendiera las elecciones, y en cambio no hizo lo mismo con México, donde han muerto varios candidatos y otros se han retirado por las amenazas recibidas. Y tampoco ha dicho ni esta boca es mía para denunciar la violencia contra opositores y líderes sociales en Colombia. Como no ha dicho nada la Conferencia Episcopal, que el mismo día que lo hizo el Grupo de Lima, también le reclamó al gobierno venezolano que suspendiera las elecciones, como si fuera uno más de ese Grupo.
Un mensaje que era opoprtuno para Dioosdado Cabello, en su programa del mièrcoles, revelaba que de acuerdo a una investigación de The Statista Informatic News Letter, solo 22 países no han sido invadidos por el llamado Reino Unido, entre ellos tres de la región: Paraguay, Guatemala y Bolivia. Y entre los invadidos, los mas grandes de mundo: India, Estados Unidos, Rusia y China!! Pero esta noticia no la difundio la BBC de Londres, ni siquiuera entre los ingleses.
¿Será cierto que instituciones venezolanas suscribieron contratos con Odebrecht por casi 30 mil millones de dólares? Tal es la fama de esa empresa brasilera, que habrá que suponer que aquí también pagó comisiones. La respuesta nos la dará oportunamente el Ministerio Público.
Ustedes no tienen por qué dudarlo, pero en los últimos 33 años, los cinco presidentes que ha tenido Perú están acusados de corruptos. El último de ellos estaba en prisión y le dieron libertad: Humala, pero dos días después le incautaron cinco casas, producto de las comisiones de Odebrecht. Una periodista entrevistó a Héctor Bejar, uno de los pocos políticos limpio de polvo y paja, y explicó que Perú es un país de sorpresas, y que la indignación del pueblo, por diversas razones, llegará un día en que lo haga en forma conjunta, bajo la consigna “que se vayan todos”.
Qué distinta la jerarquía de la Iglesia en Nicaragua, que ha convocado al Diálogo Nacional por la Paz a la sociedad de ese país para mediar en la crisis que los guarimberos nicas han provocado con hechos de violencia. Ese primer encuentro lo cerró el presidente Daniel Ortega. No sé como estuvo el del viernes. En cambio nuestra inefable Conferencia Episcopal ha estado desde hace tiempo al lado de quienes promueven la crisis y azuzan la violencia.
Voto, razón y emoción
Maryclen Stelling|
Imposible obviar el carácter crítico de las elecciones del 20-M de 2018 y sus implicaciones para el país, la región y el mundo. En ese sentido, Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia, destaca la importancia que este proceso electoral tiene para América Latina y recuerda que, de igual forma, hace 200 años Venezuela desempeñó un papel importante en la lucha de los pueblos latinoamericanos por su emancipación.
En un contexto de crisis multidimensional y a pesar de la importancia de estas elecciones, las campañas en general se han caracterizado por una pobreza programática y argumental en cuanto a logros de la gestión de Gobierno, aunado a las propuestas “generalistas” de los candidatos que compiten con Maduro por la presidencia de la República.
En su lugar, con miras a activar motivaciones, predisposiciones y lograr una mayor eficacia persuasiva, se han prestigiado las campañas fundamentadas en mensajes de contenido altamente afectivo. Imperaron los símbolos, las alegorías, las imágenes, la retórica y las emociones. Campañas profundamente emotivas dirigidas a movilizar convicciones para evitar perder el poder o ganarlo.
Con miras la captura del voto y la conservación o conquista del poder, se ha prestado especial atención a “la percepción” de la crítica situación económica y política del país, sometiendo al electorado a campañas del miedo y del peligro que supone uno u otro candidato.
Dado que el voto duro se mantendrá fiel a su partido y candidato, los mensajes del “peligro” y del “miedo” pretendían incidir en el voto “circunstancial”, de carácter emocional y afectivo, propio de electores que probablemente decidirán a partir sucesos y campañas mediáticas coyunturales.
Imposible obviar el apetecido sector que ha sucumbido a la estrategia altamente emotiva del “elogio a la abstención”, orquestada desde ciertos sectores de la oposición. El país resintió una cruzada por “la esperanza”.
Dadas las condiciones objetivas, las campañas desarrolladas por los candidatos y la eficacia persuasiva de los mensajes, más la conflictiva tensión entre factores emotivos, ideológicos y de evaluación racional ante las elecciones, la interrogante con la que el país se despierta hoy domingo es: ¿Qué evaluará la ciudadanía al momento de votar?